/ domingo 10 de julio de 2022

Aburrimiento

Si todo el año fuese fiesta, divertirse sería más aburrido que trabajar”. William Shakespeare

Hace unos 40 años poco se hablaba de la depresión, enfermedad que siempre ha existido, en la actualidad está en boga. Es quizá por la exposición pública de investigaciones que muestran la función de los neurotransmisores y hacen de lado la psicología para adentrarnos en el campo de la objetividad. Las redes sociales se encargaron de integrar al lenguaje público términos médicos y señalar a las sustancias cerebrales que comunican las células nerviosas entre sí. En términos sencillos, la disfunción de esos mensajeros químicos, endorfina, serotonina, dopamina y oxitocina, llamados el cuarteto de la felicidad serían los causantes de lo opuesto: la infelicidad y la depresión.

En el campo de la conducta humana se sabe de incontables estados de ánimo que van del buen humor o alegría al desaliento, a la pusilanimidad o el abatimiento. Echar toda la culpa a la disfunción de los neurotransmisores es ignorar agentes eternos que producen el trastorno, es como si con solo tomar fluoxetina u otro antidepresivo se resolvieran todos los problemas de la depresión.

El aburrimiento es uno de los agentes. ¿Quién en la vida no ha experimentado la sensación de estar aburrido? Por lo común se entiende como la repetición de sucesos agradables y cautivantes causantes de fastidio, molestia, o infinidad de escenarios encaminaduras de aburrimiento. El diccionario de psicología APA lo define como una emoción que surge por falta de estímulos presentes en el entorno. Una condición que suele asociarse con la tristeza o a la sensación que algo falta sin saber a ciencia cierta que es. León Tolstoi lo definió como un deseo de tener deseos. Emoción que en algunas personas es inductor de la depresión.

En el ensayo “La enfermedad del aburrimiento” la investigadora de la Universidad Complutense de Madrid, Josefa Ros Velazco nos dice que es un fenómeno cotidiano que atormenta cuando la realidad no cumple nuestras expectativas. Juicio que cae como “anillo al dedo” a la situación que atraviesa nuestro maltratado país que provoca tristeza, desencanto, frustración e impotencia que desequilibran la función de esos importantes conductores cerebrales. Cuantas expectativas de abatir el crimen, cuantos sueños de acelerar el ritmo del progreso, de fortalecer la infraestructura en carreteras, hospitales, escuelas, cuantas ilusiones de una vida mejor se hundieron por la ocurrencia de levantar obras sin sustento social y económico al paralelo de destruir lo que funcionaba bien. ¿Y en justicia? los peces gordos que atracaron el tesoro público tan campantes y frescos como lechuga, solamente charales son perseguidos y encarcelados. ¿Que ahora van contra EPN? ¡Ja!

No sé si el alud de memes, burlas, sarcasmos, señalamiento de errores, noticias reales o verdades amañadas y mentiras que invaden la red WhatsApp sea bueno o malo (o, todo lo contrario, dijo Manuel Bernardo Aguirre secretario de la SAG de Luis Echeverría) para incitar el voto en contra del partido Morena en 2024. Lo cierto es que en numerosos casos causan aburrimiento. Estoy hasta el copete, suele decirse.

El copión. Nada original la iniciativa del ejecutivo para mantener el mismo horario todo el año. Con antelación fue propuesto y aprobado en los Estados Unidos.

flokay33@gmail.com

Si todo el año fuese fiesta, divertirse sería más aburrido que trabajar”. William Shakespeare

Hace unos 40 años poco se hablaba de la depresión, enfermedad que siempre ha existido, en la actualidad está en boga. Es quizá por la exposición pública de investigaciones que muestran la función de los neurotransmisores y hacen de lado la psicología para adentrarnos en el campo de la objetividad. Las redes sociales se encargaron de integrar al lenguaje público términos médicos y señalar a las sustancias cerebrales que comunican las células nerviosas entre sí. En términos sencillos, la disfunción de esos mensajeros químicos, endorfina, serotonina, dopamina y oxitocina, llamados el cuarteto de la felicidad serían los causantes de lo opuesto: la infelicidad y la depresión.

En el campo de la conducta humana se sabe de incontables estados de ánimo que van del buen humor o alegría al desaliento, a la pusilanimidad o el abatimiento. Echar toda la culpa a la disfunción de los neurotransmisores es ignorar agentes eternos que producen el trastorno, es como si con solo tomar fluoxetina u otro antidepresivo se resolvieran todos los problemas de la depresión.

El aburrimiento es uno de los agentes. ¿Quién en la vida no ha experimentado la sensación de estar aburrido? Por lo común se entiende como la repetición de sucesos agradables y cautivantes causantes de fastidio, molestia, o infinidad de escenarios encaminaduras de aburrimiento. El diccionario de psicología APA lo define como una emoción que surge por falta de estímulos presentes en el entorno. Una condición que suele asociarse con la tristeza o a la sensación que algo falta sin saber a ciencia cierta que es. León Tolstoi lo definió como un deseo de tener deseos. Emoción que en algunas personas es inductor de la depresión.

En el ensayo “La enfermedad del aburrimiento” la investigadora de la Universidad Complutense de Madrid, Josefa Ros Velazco nos dice que es un fenómeno cotidiano que atormenta cuando la realidad no cumple nuestras expectativas. Juicio que cae como “anillo al dedo” a la situación que atraviesa nuestro maltratado país que provoca tristeza, desencanto, frustración e impotencia que desequilibran la función de esos importantes conductores cerebrales. Cuantas expectativas de abatir el crimen, cuantos sueños de acelerar el ritmo del progreso, de fortalecer la infraestructura en carreteras, hospitales, escuelas, cuantas ilusiones de una vida mejor se hundieron por la ocurrencia de levantar obras sin sustento social y económico al paralelo de destruir lo que funcionaba bien. ¿Y en justicia? los peces gordos que atracaron el tesoro público tan campantes y frescos como lechuga, solamente charales son perseguidos y encarcelados. ¿Que ahora van contra EPN? ¡Ja!

No sé si el alud de memes, burlas, sarcasmos, señalamiento de errores, noticias reales o verdades amañadas y mentiras que invaden la red WhatsApp sea bueno o malo (o, todo lo contrario, dijo Manuel Bernardo Aguirre secretario de la SAG de Luis Echeverría) para incitar el voto en contra del partido Morena en 2024. Lo cierto es que en numerosos casos causan aburrimiento. Estoy hasta el copete, suele decirse.

El copión. Nada original la iniciativa del ejecutivo para mantener el mismo horario todo el año. Con antelación fue propuesto y aprobado en los Estados Unidos.

flokay33@gmail.com