¿Aún Estamos?. Tere Derbez B
Hoy mi corazón no entiende lo que pasa y no porque mi cerebro ignore situaciones o historia ancestral entre Palestinos y judíos, mi corazón está lleno de tristeza por lo acontecido en el Medio Oriente, ya que lo sucedido, aparentemente no era en ese momento la realidad de un conflicto palestino-israelí, pues los atacantes fueron terroristas llamados Hamas.
La posición política que cada persona tenga perdió relevancia alguna, ya que hablamos de un horror que actualmente recrudecerá la situación entre ambos pueblos y probablemente otros más, sólo Dios sabe en qué va acabar este conflicto, lo cierto es que los civiles son quienes pagan los platos destrozados ante una guerra que se está intensificando y aunque se pide evacuar a un millón de palestinos esto es un imposible, vendrán más ataques masivos, aunque Hamas si y no es palestina.
Lo que se está viviendo en esa región puede compararse a una película de terror en primera dimensión, no podemos imaginar tanto dolor y masacre, en verdad, mi mente no da para tanto horror, el saber que todos somos muy vulnerables, aterra, pensar que un grupo de gente pudiera entrar a tu casa o territorio para secuestrar, vejar, violar y matar a civiles sin importarles nacionalidad, edad, religión, sin importar si son judíos, árabes o mexicanos, musulmanes, cristianos o católicos, ¿podrá haber algo más desesperante para un padre que el saber que sus hijos fueron secuestrados y desconocer qué les está sucediendo o les sucedió? y ante esto, el viernes pasado, Hamas declaró el día de la ira contra los judíos y aún así, hay personas que les apoyan en diversas partes del mundo a este movimiento, apoyan que el grupo terrorista actúe como lo hicieron.
Serían líneas y líneas de escritura para narrar lo ocurrido y lo que ocurre ahí, solo sé, que violencia atrae violencia.
Testimonios de mexicanas casadas con judíos esperando salir mientras ellos están en el frente de Gaza defendiendo su país nos conmueven hasta el alma, el simple escuchar las alarmas en los medios de comunicación nos estremece, por lo que no quiero imaginar lo que ambos civiles de los países involucrados pueden sentir al oírlas.
Este ambiente de angustia, zozobra y depresión crea cargas de adrenalina y cortisol simultáneamente, vivir así, es terrible o más bien es no vivir, es sobrevivir, sobrevivir siendo testimonios del miedo y la desesperanza, escuchar a una joven madre mexicana que no ha podido dormir desde el sábado pensando que vayan a entrar en su casa y les pase a ella y sus hijos lo que vivieron sus ahora compatriotas, es poco fácil de comprender y sin embargo, en nuestro México lo vivimos día con día, mientras esta masacre sale en las noticias, en las nuestras no faltan y no paran las noticias que nos recuerdan que aquí también, no se cantan mal las rancheras y aunque en las mañaneras nos digan que no aumentan los desaparecidos y la Violencia baja, la realidad es palpable y la Violencia con mayúscula, se huele y se ve, tal vez por eso en algunos pueblos de Chiapas, Michoacán, Guerrero y más, la gente se está rebelando y uniendo para defender su patrimonio y familias. El mundo no está bien, por eso Hamas sigue violentando y llamando a su jornada de ira y en Guatemala, el presidente no logra tomar posesión tranquilamente y Ecuador va a la segunda vuelta y, y pareciera que estamos en espiral, sin embargo, siempre habrá una luz que nos haga ver mejor y nos enseñe a vivir en el amor y por el amor para tal vez hacer que el mundo pueda cambiar, pero, ¡como no podemos cambiar lo que no podemos controlar!, iniciemos el cambio en nuestro entorno y así podremos cambiar nuestro mundo, porque como en esta guerra cada parte tiene su verdad y desconocemos cuál verdad es la verdad, tomemos lo que está en nuestra mano esperando resultados de quienes van a encuestas, acorde a Morena y esperemos que la oposición tenga una estrategia que valga la pena para que nuestro país encuentre su verdad y mientras usted la encuentra yo espero sus comentarios en angeldesofia@yahoo.com.mx. Gracias