/ miércoles 6 de octubre de 2021

Ciudades Bajo el Agua ¿Culpables o Soluciones?

Una temporada complicada, apenas hace un par de meses se buscaban recursos debido a la sequía en lo que años antes, normalmente era época de lluvias, ahora ya entrados en otoño, pareciera que Tláloc escuchó el mensaje, pero quizá tarde y de forma masiva en pocos días.

Muchos recordaran el año 2003, las lluvias ocasionadas en aquel entonces resultaron en muchas pérdidas humanas y materiales. Casi 20 años después estamos en alerta debido a las crecidas de los ríos que cruzan la zona laja bajío. Querétaro cuenta con 14 presas, incluida ahí su más reciente, la presa del diablo. Desde la zona del municipio de El Marqués cuenta con 7 que corren desde Huimilpan, algunas de ellas sin compuertas para regular el desfogue, de ahí todas llegan al Batán en el municipio de Corregidora.

Querétaro recientemente hizo una gran obra hidráulica aumentando el cauce del río a lo ancho y en la profundidad del mismo, dejando un caudal de 180 m3 por segundo, sin embargo al entrar al estado de Guanajuato, el municipio de Apaseo el Grande cuenta con sólo 52 m3 por segundo, en muchos puntos con puentes y cambios de sentido que resultan en zonas de riesgo para las comunidades y colonias por donde el cauce del rio atraviesa.

Aunado a la escorrentía que el propio estado de Querétaro ya viene con la carga del estado de Hidalgo, en el municipio de Apaseo el Grande, se suma la carga hídrica de Jerécuaro y de Apaseo el Alto con las presas de Mandujano, el Sabinal y San José, llegando al bordo grande de Tenango el Nuevo. Ya sumada este caudal pasa directamente al municipio de Celaya, llegando al rio Laja, el cual viene también con la carga de la presa Allende, la misma que aparentemente ha sido la causante en otros años de la inundación en la empresa Honda.

Algunas comunidades y colonias de los municipios ya están con el agua hasta en la cocina, algunos ya habilitan sus albergues, sin embargo algunos otros, pareciera que están con la cortina a medio cerrar de sus administraciones, porque se van en menos de una semana. Aventar culpas no le sirve a nadie, por lo menos no en este momento. Si bien debería de estar protección civil encabezando los esfuerzos, junto a la maquinaria y el material de obras públicas, con la información de los sistemas de agua municipal, desarrollo social con censos de aquellos que ya estén afectados.

Pero como buenos mexicanos, en muchos municipios los esfuerzos recaen sobre la sociedad organizada, amigos, empresarios, hasta ayuntamientos que aún no entran en funciones, todos ciudadanos. La esperanza se desborda con los esfuerzos de la sociedad, pero ojo para las autoridades, una responsabilidad en este momento y de prevención para las siguientes temporadas de lluvias intensas, cada vez más recurrentes.

@marcosornelasm

marcosornelasm@gmail.com

Una temporada complicada, apenas hace un par de meses se buscaban recursos debido a la sequía en lo que años antes, normalmente era época de lluvias, ahora ya entrados en otoño, pareciera que Tláloc escuchó el mensaje, pero quizá tarde y de forma masiva en pocos días.

Muchos recordaran el año 2003, las lluvias ocasionadas en aquel entonces resultaron en muchas pérdidas humanas y materiales. Casi 20 años después estamos en alerta debido a las crecidas de los ríos que cruzan la zona laja bajío. Querétaro cuenta con 14 presas, incluida ahí su más reciente, la presa del diablo. Desde la zona del municipio de El Marqués cuenta con 7 que corren desde Huimilpan, algunas de ellas sin compuertas para regular el desfogue, de ahí todas llegan al Batán en el municipio de Corregidora.

Querétaro recientemente hizo una gran obra hidráulica aumentando el cauce del río a lo ancho y en la profundidad del mismo, dejando un caudal de 180 m3 por segundo, sin embargo al entrar al estado de Guanajuato, el municipio de Apaseo el Grande cuenta con sólo 52 m3 por segundo, en muchos puntos con puentes y cambios de sentido que resultan en zonas de riesgo para las comunidades y colonias por donde el cauce del rio atraviesa.

Aunado a la escorrentía que el propio estado de Querétaro ya viene con la carga del estado de Hidalgo, en el municipio de Apaseo el Grande, se suma la carga hídrica de Jerécuaro y de Apaseo el Alto con las presas de Mandujano, el Sabinal y San José, llegando al bordo grande de Tenango el Nuevo. Ya sumada este caudal pasa directamente al municipio de Celaya, llegando al rio Laja, el cual viene también con la carga de la presa Allende, la misma que aparentemente ha sido la causante en otros años de la inundación en la empresa Honda.

Algunas comunidades y colonias de los municipios ya están con el agua hasta en la cocina, algunos ya habilitan sus albergues, sin embargo algunos otros, pareciera que están con la cortina a medio cerrar de sus administraciones, porque se van en menos de una semana. Aventar culpas no le sirve a nadie, por lo menos no en este momento. Si bien debería de estar protección civil encabezando los esfuerzos, junto a la maquinaria y el material de obras públicas, con la información de los sistemas de agua municipal, desarrollo social con censos de aquellos que ya estén afectados.

Pero como buenos mexicanos, en muchos municipios los esfuerzos recaen sobre la sociedad organizada, amigos, empresarios, hasta ayuntamientos que aún no entran en funciones, todos ciudadanos. La esperanza se desborda con los esfuerzos de la sociedad, pero ojo para las autoridades, una responsabilidad en este momento y de prevención para las siguientes temporadas de lluvias intensas, cada vez más recurrentes.

@marcosornelasm

marcosornelasm@gmail.com