/ miércoles 17 de marzo de 2021

Ciudades con Equidad de Género

Las fechas especiales, cumpleaños, aniversarios, citas, normalmente uno espera con ansias estos días, a menos que seas el gobierno de la 4t y se presente la efeméride del 8 de marzo, fue apenas hace unos días que se conmemoró el dia de las mujeres, algunos escuchamos, otros participaron y hubo quienes hasta se escondieron en un palacio detrás de una muralla, si el siguiente año lo rodea un rio con cocodrilos, el contexto iría ad hoc a la mentalidad medieval del presidente .

Si bien las mismas marchas han resultado ser una herramienta para poder expresar el malestar de las mujeres en nuestro país, también resultó ser un debate que no debería estar por encima de las exigencias del género femenino.

Aún recuerdo que en la escuela de arquitectura existía un profesor que sostenía una tesis en dónde un mal diseño de un hogar, podría tener consecuencias sociales, tales como el divorcio. Ahora traslademos esa misma teoría a la ciudad, no hace falta ir muy lejos para ver ciudades que tienen problemas de tráfico que se traducen en falta de convivencia familiar, problemas de sectorización y segregación de vivienda traducido en violencia, así mismo la falta de espacios públicos o la conceptualización de las calles como espacios de tránsito en vez de espacios de encuentro, se traduce entre muchas otras en inequidad entre mujeres y hombres.

Y es que no podemos diseñar ciudades priorizando algunas actividades y marginando otras, esperando a que se resuelvan por si solas. Desde la era industrial se buscaba que los espacios públicos ayudarán a las actividades productivas, dejando de lado las actividades del hogar a los espacios privados, hoy esa concepción debería de cambiar.

Los espacios mono funcionales desarticulan la cotidianeidad de la vida, una que por lo menos en la mayoría de las mujeres, es diversa y compleja, la vinculación de los espacios y las escalas de una ciudad pueden ayudar o perjudicar el día a día. Debemos repensar los espacios desde lo más básico, los espacios transforman las realidades.

Fortalecer la pluralidad de las ciudades, no sólo es para las mujeres, el reto de la complejidad y la heterogeneidad de nuestra sociedad nos obliga a considerar todas las experiencias que cualquier individuo pueda utilizar.

Y es que aunque el más preocupado sea el presidente “más feminista” de la historia, según él y sus datos, los ocupados en el tema debemos de ser todos, no podemos fallarle a las mujeres, el derecho a la ciudad debe ser prioritario para todos los que la habitamos, mujer o no, el territorio es de todos.

Las fechas especiales, cumpleaños, aniversarios, citas, normalmente uno espera con ansias estos días, a menos que seas el gobierno de la 4t y se presente la efeméride del 8 de marzo, fue apenas hace unos días que se conmemoró el dia de las mujeres, algunos escuchamos, otros participaron y hubo quienes hasta se escondieron en un palacio detrás de una muralla, si el siguiente año lo rodea un rio con cocodrilos, el contexto iría ad hoc a la mentalidad medieval del presidente .

Si bien las mismas marchas han resultado ser una herramienta para poder expresar el malestar de las mujeres en nuestro país, también resultó ser un debate que no debería estar por encima de las exigencias del género femenino.

Aún recuerdo que en la escuela de arquitectura existía un profesor que sostenía una tesis en dónde un mal diseño de un hogar, podría tener consecuencias sociales, tales como el divorcio. Ahora traslademos esa misma teoría a la ciudad, no hace falta ir muy lejos para ver ciudades que tienen problemas de tráfico que se traducen en falta de convivencia familiar, problemas de sectorización y segregación de vivienda traducido en violencia, así mismo la falta de espacios públicos o la conceptualización de las calles como espacios de tránsito en vez de espacios de encuentro, se traduce entre muchas otras en inequidad entre mujeres y hombres.

Y es que no podemos diseñar ciudades priorizando algunas actividades y marginando otras, esperando a que se resuelvan por si solas. Desde la era industrial se buscaba que los espacios públicos ayudarán a las actividades productivas, dejando de lado las actividades del hogar a los espacios privados, hoy esa concepción debería de cambiar.

Los espacios mono funcionales desarticulan la cotidianeidad de la vida, una que por lo menos en la mayoría de las mujeres, es diversa y compleja, la vinculación de los espacios y las escalas de una ciudad pueden ayudar o perjudicar el día a día. Debemos repensar los espacios desde lo más básico, los espacios transforman las realidades.

Fortalecer la pluralidad de las ciudades, no sólo es para las mujeres, el reto de la complejidad y la heterogeneidad de nuestra sociedad nos obliga a considerar todas las experiencias que cualquier individuo pueda utilizar.

Y es que aunque el más preocupado sea el presidente “más feminista” de la historia, según él y sus datos, los ocupados en el tema debemos de ser todos, no podemos fallarle a las mujeres, el derecho a la ciudad debe ser prioritario para todos los que la habitamos, mujer o no, el territorio es de todos.