/ miércoles 27 de mayo de 2020

Ciudades Felices

¿Y si en vez de medir el Producto Interno Bruto, medimos de otra forma menos neoliberal? Si bien el fin de esta columna no es hacer una crítica constructiva permanente a nuestro dos veces presidente de México, AMLO, la verdad es que no podemos dejar de lado que la agenda de propuestas que bien podrían tener su propio canal de comedia, como lo es la mañanera; nos lleva al tema de hoy y seguramente varios meses por delante, la crisis económica y la forma de cómo los líderes lo afrontan.

Antes de avanzar más en explicar la forma que la economía y las ciudades se relacionan de manera directa, cabe mencionar que las crisis son el pan de cada día en nuestra generación, desde las crisis de llegar a los 40, pasando por las de la caída del cabello, hasta llegar a las crisis económicas. Estás últimas quizá las más importantes y las que definirán la calidad de vida de muchas familias.

La importancia de las ciudades y lo que representa el desarrollo urbano, es que nada más y nada menos la mitad de la población mundial vive en ciudades y para el 2050 según el banco mundial, esto crecerá hasta que seamos 7 de cada 10 personas. Ahora la relación económica es que el 80% del PIB mundial se genera en las ciudades, quizá esto no lo quiera ver López Obrador, pero como dice mi nutrióloga lo que no se mide, no se puede mejorar.

Existe una relación muy estrecha entre los institutos de planeación y el INEGI, o mínimo debería. A pesar de que la felicidad es relativa, el tres veces heroico Instituto Nacional de Estadística y Geografía ya tiene un índice de bienestar subjetivo, y aunque su nombre lo dice, es importante poder comprender que todo está concatenado, quizá lo que falta de relacionar es la idea del “salvador de Macuspana” porque no sabe que ya se mide, probablemente regrese en un par de semanas descubriéndolo, cambiándole el nombre y siendo el héroe del día.

Para un futuro análisis, vale la pena revisar las ciudades que concentran y lo seguirán haciendo en un futuro en el país y en nuestro estado, la migración interna ha significado que en Guanajuato, se concentre el 60% de la población en tan solo 14 de 46 municipios, el famoso corredor industrial, si la tendencia continua, ¿qué se está preparando para recibir más de 2 millones de personas en estos municipios o más? ¿Vale la pena invertir los recursos en aquellos municipios que tienen menor población y a su vez generan una menor economía?

Existen muchas cualidades por las que, en tiempos “normales”, muchas ciudades se esfuerzan por sobresalir a nivel mundial, ofreciendo servicios como la habitabilidad, la competitividad y la sostenibilidad, pero en un día cualquiera, y especialmente en tiempos de crisis, lo que una ciudad debe hacer es funcionar bien para las personas que la habitan, para que así podamos hacer el territorio de todos.

@marcosornelasm

marcosornelasm@gmail.com

¿Y si en vez de medir el Producto Interno Bruto, medimos de otra forma menos neoliberal? Si bien el fin de esta columna no es hacer una crítica constructiva permanente a nuestro dos veces presidente de México, AMLO, la verdad es que no podemos dejar de lado que la agenda de propuestas que bien podrían tener su propio canal de comedia, como lo es la mañanera; nos lleva al tema de hoy y seguramente varios meses por delante, la crisis económica y la forma de cómo los líderes lo afrontan.

Antes de avanzar más en explicar la forma que la economía y las ciudades se relacionan de manera directa, cabe mencionar que las crisis son el pan de cada día en nuestra generación, desde las crisis de llegar a los 40, pasando por las de la caída del cabello, hasta llegar a las crisis económicas. Estás últimas quizá las más importantes y las que definirán la calidad de vida de muchas familias.

La importancia de las ciudades y lo que representa el desarrollo urbano, es que nada más y nada menos la mitad de la población mundial vive en ciudades y para el 2050 según el banco mundial, esto crecerá hasta que seamos 7 de cada 10 personas. Ahora la relación económica es que el 80% del PIB mundial se genera en las ciudades, quizá esto no lo quiera ver López Obrador, pero como dice mi nutrióloga lo que no se mide, no se puede mejorar.

Existe una relación muy estrecha entre los institutos de planeación y el INEGI, o mínimo debería. A pesar de que la felicidad es relativa, el tres veces heroico Instituto Nacional de Estadística y Geografía ya tiene un índice de bienestar subjetivo, y aunque su nombre lo dice, es importante poder comprender que todo está concatenado, quizá lo que falta de relacionar es la idea del “salvador de Macuspana” porque no sabe que ya se mide, probablemente regrese en un par de semanas descubriéndolo, cambiándole el nombre y siendo el héroe del día.

Para un futuro análisis, vale la pena revisar las ciudades que concentran y lo seguirán haciendo en un futuro en el país y en nuestro estado, la migración interna ha significado que en Guanajuato, se concentre el 60% de la población en tan solo 14 de 46 municipios, el famoso corredor industrial, si la tendencia continua, ¿qué se está preparando para recibir más de 2 millones de personas en estos municipios o más? ¿Vale la pena invertir los recursos en aquellos municipios que tienen menor población y a su vez generan una menor economía?

Existen muchas cualidades por las que, en tiempos “normales”, muchas ciudades se esfuerzan por sobresalir a nivel mundial, ofreciendo servicios como la habitabilidad, la competitividad y la sostenibilidad, pero en un día cualquiera, y especialmente en tiempos de crisis, lo que una ciudad debe hacer es funcionar bien para las personas que la habitan, para que así podamos hacer el territorio de todos.

@marcosornelasm

marcosornelasm@gmail.com