/ lunes 2 de noviembre de 2020

¡Crece el PIB Durante el Tercer Trimestre!

Como se ha visto en todo el mundo, las crisis económica y sanitaria derivadas del COVID-19 no tienen precedente alguno, la rapidez con la que este virus se propaga, el movimiento de personas hacia la pobreza (que se contabiliza en decenas de millones de personas) y la estupidez humana (sobre todo de la juventud) hacen tan letal el COVID-19.

Sin embargo, dada la inexistencia de una vacuna que nos ayude a disminuir los contagios, lo único que podemos hacer para mitigar el impacto tan catastrófico es la reapertura económica, misma que debe ser con gran cautela, siguiendo todas las normas y lineamientos que las autoridades exigen, de lo contrario, podríamos ver un nuevo confinamiento (como está sucediendo ya en Europa).

Siguiendo esta ruta de la activación, podemos recordar que entre los meses de junio y julio regresamos a una “nueva normalidad”, donde se dio una reapertura parcial de las actividades económicas, pues ya tenemos los primeros resultados sobre la reapertura y nos dejan un buen sabor de boca.

El pasado viernes, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) dio a conocer mediante uno de sus ya periódicos comunicados la estimación del Producto Interno Bruto (PIB) en México para el tercer trimestre del año (julio – septiembre) y las cifras son realmente alentadoras, según el INEGI, para el periodo antes mencionado se estima un crecimiento de 12.0%, lo cual es de celebrar después de aquél trimestre histórico, abril –junio, donde la economía de nuestro país cayó 17.1%. Es importante mencionar que si bien son estimaciones estas nos suelen presentar cambios significativos respecto de las cifras revisadas que serán publicadas más adelante.

Desglosando los datos presentados por el INEGI, podemos observar que este fuerte crecimiento fue impulsado por las actividades secundarias (minería, generación de energía eléctrica y suministro de agua, construcción y la industria manufacturera) ya que se estima un crecimiento de 22.0% en comparación con el segundo trimestre de 2020, este grupo de actividades fue impulsado por la demanda externa (dada la reapertura económica de los Estados Unidos, nuestro principal socio comercial), seguido de las actividades terciarias (servicios, debemos considerar que las normas de distanciamiento únicamente permiten entre el 30% y 50% de capacidad) y las primarias (agricultura, ganadería, pesca) que presentaron tasas de 8.6% y 7.4%, respectivamente, estas en comparación con el trimestre inmediato anterior.

Si hacemos una comparación porcentual real de crecimiento dado de enero-septiembre 2020 vs. 2019 se observa que la economía mexicana ha caído en 9.8%, sin embargo, veremos cifras ligeramente menores al cierre de año, aún nos queda un trimestre donde volveremos a ver tasas positivas, aunque ya no tan altas. Por lo antes mencionado, durante el transcurso de la pandemia los bancos, analistas y consultores han ajustado sus estimaciones de crecimiento para el PIB de México, pasando de -18.0% a cifras de un dígito que oscilan entre el 8.0% y 9.5%.

Para concluir, estas cifras históricas ayudarán al presidente a ver que la medición del PIB sí importa, tan es así que seguramente lo mencionará con bombo y platillo y también veremos una ligera alza en su aprobación, sin embargo, habrá que estar atentos con lo que ocurre en Europa pues jefes de estado han empezado a fijar nuevos periodos de confinamiento para la población, mismos que afectarán a los sectores y actividades económicas no esenciales. Si no queremos que eso pase en nuestro país debemos seguir todas las normas (uso de cubrebocas, distanciamiento social, lavado de manos, uso de gel antibacterial, entre otras) de lo contrario, nuestro comportamiento será el responsable de nuestra tragedia y de la de muchos más.

Como se ha visto en todo el mundo, las crisis económica y sanitaria derivadas del COVID-19 no tienen precedente alguno, la rapidez con la que este virus se propaga, el movimiento de personas hacia la pobreza (que se contabiliza en decenas de millones de personas) y la estupidez humana (sobre todo de la juventud) hacen tan letal el COVID-19.

Sin embargo, dada la inexistencia de una vacuna que nos ayude a disminuir los contagios, lo único que podemos hacer para mitigar el impacto tan catastrófico es la reapertura económica, misma que debe ser con gran cautela, siguiendo todas las normas y lineamientos que las autoridades exigen, de lo contrario, podríamos ver un nuevo confinamiento (como está sucediendo ya en Europa).

Siguiendo esta ruta de la activación, podemos recordar que entre los meses de junio y julio regresamos a una “nueva normalidad”, donde se dio una reapertura parcial de las actividades económicas, pues ya tenemos los primeros resultados sobre la reapertura y nos dejan un buen sabor de boca.

El pasado viernes, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) dio a conocer mediante uno de sus ya periódicos comunicados la estimación del Producto Interno Bruto (PIB) en México para el tercer trimestre del año (julio – septiembre) y las cifras son realmente alentadoras, según el INEGI, para el periodo antes mencionado se estima un crecimiento de 12.0%, lo cual es de celebrar después de aquél trimestre histórico, abril –junio, donde la economía de nuestro país cayó 17.1%. Es importante mencionar que si bien son estimaciones estas nos suelen presentar cambios significativos respecto de las cifras revisadas que serán publicadas más adelante.

Desglosando los datos presentados por el INEGI, podemos observar que este fuerte crecimiento fue impulsado por las actividades secundarias (minería, generación de energía eléctrica y suministro de agua, construcción y la industria manufacturera) ya que se estima un crecimiento de 22.0% en comparación con el segundo trimestre de 2020, este grupo de actividades fue impulsado por la demanda externa (dada la reapertura económica de los Estados Unidos, nuestro principal socio comercial), seguido de las actividades terciarias (servicios, debemos considerar que las normas de distanciamiento únicamente permiten entre el 30% y 50% de capacidad) y las primarias (agricultura, ganadería, pesca) que presentaron tasas de 8.6% y 7.4%, respectivamente, estas en comparación con el trimestre inmediato anterior.

Si hacemos una comparación porcentual real de crecimiento dado de enero-septiembre 2020 vs. 2019 se observa que la economía mexicana ha caído en 9.8%, sin embargo, veremos cifras ligeramente menores al cierre de año, aún nos queda un trimestre donde volveremos a ver tasas positivas, aunque ya no tan altas. Por lo antes mencionado, durante el transcurso de la pandemia los bancos, analistas y consultores han ajustado sus estimaciones de crecimiento para el PIB de México, pasando de -18.0% a cifras de un dígito que oscilan entre el 8.0% y 9.5%.

Para concluir, estas cifras históricas ayudarán al presidente a ver que la medición del PIB sí importa, tan es así que seguramente lo mencionará con bombo y platillo y también veremos una ligera alza en su aprobación, sin embargo, habrá que estar atentos con lo que ocurre en Europa pues jefes de estado han empezado a fijar nuevos periodos de confinamiento para la población, mismos que afectarán a los sectores y actividades económicas no esenciales. Si no queremos que eso pase en nuestro país debemos seguir todas las normas (uso de cubrebocas, distanciamiento social, lavado de manos, uso de gel antibacterial, entre otras) de lo contrario, nuestro comportamiento será el responsable de nuestra tragedia y de la de muchos más.