/ miércoles 27 de enero de 2021

Cuando los Ciudadanos se Resfrían, las Ciudades Estornudan

Coronavirus, si otra vez en boca de todos. Pareciera que no existe otra noticia más alarmante que aquella que se deja ver en las interminables filas para conseguir oxígeno. Ya no es un simple comentario al aire, al día de hoy, ya no nos preguntamos si es un tema serio y si aún podemos jugar con nuestras vidas o las de los demás. Al día de hoy ya tenemos más de un conocido, familiar o uno mismo que ha sufrido las consecuencias de esta enfermedad.

Si bien la pandemia ha transformado nuestras vidas, si no lo ha hecho, es porque sigues siendo parte del problema. Las consecuencias serán duraderas y significativas como cuando superas cualquier relación tóxica. Esta pandemia modificará los espacios públicos para siempre. Desde la peste negra hasta el cólera, las ciudades de todo el mundo han sufrido de los cambios que las enfermedades dictan.

¿Quién o dónde serán los primeros tiros en esta nueva época? Podría ser en una ciudad de primer mundo con el presupuesto necesario y la ideología lista en sus autoridades o en su sociedad, pero también lo podría ser en una ciudad en desarrollo, si esas que se caracterizan por estar en nuestro bajío guanajuatense. La verdad es que no es descabellado pensar en que podemos ser pioneros para transformar nuestras ciudades, con crecimiento por encima de la media nacional y con poblaciones a excepción de Celaya que son menos de 1 millón de habitantes, este laboratorio resulta ser muy fértil para la aplicación de nuevas políticas públicas en el urbanismo.

La mayoría de todos los expertos y también de aquellos chairos y derechairos que aún conservan la razón, es que el covid primeramente buscará que la sostenibilidad se apresure en tomar su ligar en este siglo. Primero al relacionarla directamente con la salud de todos los habitantes. Por ejemplo ciudades que propongan transporte sostenible y activo, como caminar o andar en bici, estarán por encima que aquellas que sigan invirtiendo el poco presupuesto en infraestructura del siglo XX.

La tendencia de ciudades de proximidad generará mejores esquemas de sanidad, al permitir espacios de confinamiento y de cercanía en el suplemento de servicios o de productos, aunado a la vivienda flexible, que permitirá sumergirnos en lo que es el sueño de cualquier millenial que aún viva con sus papás, ahora no tienen que salir de casa para trabajar.

Recordemos que la crisis sanitaria viene acompañada de la crisis económica, aquí un spoiler, un buen diseño de ciudad puede ayudar a mejorar una economía local, teniendo un comercio más cercano a las viviendas, con un nuevo esquema de sana distancia, permitirá tener un mejor territorio para todos. Del desafío de esta pandemia, una oportunidad para nosotros y las ciudades.

Coronavirus, si otra vez en boca de todos. Pareciera que no existe otra noticia más alarmante que aquella que se deja ver en las interminables filas para conseguir oxígeno. Ya no es un simple comentario al aire, al día de hoy, ya no nos preguntamos si es un tema serio y si aún podemos jugar con nuestras vidas o las de los demás. Al día de hoy ya tenemos más de un conocido, familiar o uno mismo que ha sufrido las consecuencias de esta enfermedad.

Si bien la pandemia ha transformado nuestras vidas, si no lo ha hecho, es porque sigues siendo parte del problema. Las consecuencias serán duraderas y significativas como cuando superas cualquier relación tóxica. Esta pandemia modificará los espacios públicos para siempre. Desde la peste negra hasta el cólera, las ciudades de todo el mundo han sufrido de los cambios que las enfermedades dictan.

¿Quién o dónde serán los primeros tiros en esta nueva época? Podría ser en una ciudad de primer mundo con el presupuesto necesario y la ideología lista en sus autoridades o en su sociedad, pero también lo podría ser en una ciudad en desarrollo, si esas que se caracterizan por estar en nuestro bajío guanajuatense. La verdad es que no es descabellado pensar en que podemos ser pioneros para transformar nuestras ciudades, con crecimiento por encima de la media nacional y con poblaciones a excepción de Celaya que son menos de 1 millón de habitantes, este laboratorio resulta ser muy fértil para la aplicación de nuevas políticas públicas en el urbanismo.

La mayoría de todos los expertos y también de aquellos chairos y derechairos que aún conservan la razón, es que el covid primeramente buscará que la sostenibilidad se apresure en tomar su ligar en este siglo. Primero al relacionarla directamente con la salud de todos los habitantes. Por ejemplo ciudades que propongan transporte sostenible y activo, como caminar o andar en bici, estarán por encima que aquellas que sigan invirtiendo el poco presupuesto en infraestructura del siglo XX.

La tendencia de ciudades de proximidad generará mejores esquemas de sanidad, al permitir espacios de confinamiento y de cercanía en el suplemento de servicios o de productos, aunado a la vivienda flexible, que permitirá sumergirnos en lo que es el sueño de cualquier millenial que aún viva con sus papás, ahora no tienen que salir de casa para trabajar.

Recordemos que la crisis sanitaria viene acompañada de la crisis económica, aquí un spoiler, un buen diseño de ciudad puede ayudar a mejorar una economía local, teniendo un comercio más cercano a las viviendas, con un nuevo esquema de sana distancia, permitirá tener un mejor territorio para todos. Del desafío de esta pandemia, una oportunidad para nosotros y las ciudades.