/ viernes 17 de julio de 2020

De abuela a pilmama

El cuidado de los infantes no es cuestión de género sin embargo y muchas de las ocasiones a algunas persona mayores hombres o mujeres les toca la responsabilidad de involucrarse en el cuidado de un menor, independiente de si es abuelo o no, pudiese tratarse incluso de sobrinos, o menores no relacionados con su parentesco de sangre; esto es muy común debido a que uno de los principales detonantes es el activar su instinto de protección, ofreciendo adicionalmente sus experiencias, vivencias y aprendizajes que ha adquirido a lo largo de su recorrido por su vida.

Las generaciones van cambiando de necesidades y también de roles, muchas veces roles impuestos o adquiridos por situaciones familiares que se toman y que influirán después de un tiempo de a verse considerado. Hay que dejar en claro que no todas las personas mayores son abuelos, ni todos los abuelos son padres sin embargo la acción y responsabilidad de serlo se efectúa.

Al principio pudiera ser varias cuestiones por las que se lleve a cabo esta situación, a continuación me permito mencionar algunas, como lo es:

• Los hijos están expuestos en el consumo de sustancias nocivas para la salud, este es un tema delicado, inclusive cuando ambos padres son adictos a sustancias, pues implica un peligro para el bienestar y el libre desarrollo del menor, es entonces que los abuelos deciden cuidar y convertirse muchas veces en los nuevos padres del menor.

• La viudez por parte de alguno de los hijos es otro detonante del apoyo que los mayores ofrecen para la crianza de los nietos, ya que probablemente el padre tenga que trabajar o desarrollar actividades adicionales durante el día, esto es muy común cuando la persona que se ha perdido es la mujer.

• La irresponsabilidad de uno de los padres o de ambos, repercute en las personas mayores para que se hagan cargo de los menores inclusive en todos los rubros, pues han sido abandonados y el menor ha quedado desprotegido, o simplemente una de las partes necesita respaldo en cualquiera de los rubros.

• La adolescencia, seamos conscientes que hoy en día los padres son cada vez más jóvenes, los embarazos ocurren generalmente entre la adolescencia por factores que son diversos y obviamente dependerán de cada caso, en este apartado es importante mencionar que puede acontecer una serie de momentos específicos que influirán en como las personas mayores puedan tomar el rol del cuidado, principalmente el apego de ambos lados. Al final es un riesgo que deberán asumir, en aceptar que los nietos son nietos y cuentan con padres, y que por encima de todos jurídicamente hablando los padres son los que guardan la custodia del menor, los abuelos no pueden contradecir o ponerse en contra de los padres así estos hubiesen sido padres durante la adolescencia.

Hay abuelos que piensan que son los únicos capaces de ofrecer un cuidado a los nietos, se desviven, otros hasta se esmeran económicamente para que no les falte nada. Una cosa es el apoyo y otra cosa es cambio de responsabilidades y los roles.

A veces los padres también sufren y quieren hacerse cargo de los hijos pero los abuelos lo impiden, lo bloquean es como una cortina de obstáculos que no permite que exista una plena relación o convivencia, al final todos terminan afectados en lo biológico psicológico, social y emocional.

Tenemos la otra cuestión que hay abuelos que no quieren apoyar a los hijos en cuidar a los nietos, porque desean vivir un disfrute y plenitud de su vejez, y no se debe obligar a que ejerzan el cuidado, aunque muchas veces se hace sometiendo a la persona mayor con chantajes o reproches, principalmente cuando se vive en casa de los hijos, hay otro sector que recibe un salario y otros que no, generalmente quien recibe es porque trabaja y se sostiene económicamente de esa actividad, y es reconocido como trabajo, la decisión de que sean las personas mayores pilmama, dependerá de lo que se establezca y que no vaya en contra de ninguna persona.

Hay personas mayores quienes lo toman como juego y se divierten y comparten, reconocen el rol en el que se establecen lo viven y les motiva. Hay otros que no pueden y que sus condiciones de cualquier tipo no se los permite. El estado de salud de los abuelos es fundamental para poder ejercer la acción del cuidado, pues la gran mayoría se encuentran delicados de salud y por consiguiente se limitan a realizar actividades con los niños. Buscar apoyo psicológico y gerontológico es lo adecuado.

Pensemos que el día de mañana nuestros hijos crecerán en otra generación donde probablemente no entenderán, que muchas veces el vivir con sus abuelos más tiempo era por qué se tenía responsabilidades que ponían en juego la alimentación, la educación etc, y que también no podemos convertir a todas las personas mayores en pilmama para que se hagan productivos porque ellos aún tienen sueños, tienen metas y tienen un sentido de vida que probablemente por mucho que amen a sus hijos y nietos no lo van a cambiar porque no está dentro de sus planes el cuidado.

A mí me tocó la generación en la que crecí con mis a abuelos, quienes participaron en mi crianza y educación y lo hicieron con todo el esmero y amor del mundo desde el rol de “abuelos” no de “pilmamas” no de “padres” y hoy en día los reconozco a cada uno, aunque físicamente solo este uno con mucho amor y cariño y también reconozco a mis padres, a mi descendente, a su progenitor y a sus abuelos.

Preparémonos y eduquémonos para que cada uno cubra los roles que deban de cumplir y que se responsabilice de lo que corresponde. Disfrutemos cada una de las etapas que se nos han otorgado y dejemos vivirlas a los demás con respeto, sin violentar los derechos y obligaciones de nadie.

Todos contamos con una persona que nos bendice… NUESTROS ABUELOS.

Generemos juntos una nueva cultura de envejecimiento y bienestar.

El cuidado de los infantes no es cuestión de género sin embargo y muchas de las ocasiones a algunas persona mayores hombres o mujeres les toca la responsabilidad de involucrarse en el cuidado de un menor, independiente de si es abuelo o no, pudiese tratarse incluso de sobrinos, o menores no relacionados con su parentesco de sangre; esto es muy común debido a que uno de los principales detonantes es el activar su instinto de protección, ofreciendo adicionalmente sus experiencias, vivencias y aprendizajes que ha adquirido a lo largo de su recorrido por su vida.

Las generaciones van cambiando de necesidades y también de roles, muchas veces roles impuestos o adquiridos por situaciones familiares que se toman y que influirán después de un tiempo de a verse considerado. Hay que dejar en claro que no todas las personas mayores son abuelos, ni todos los abuelos son padres sin embargo la acción y responsabilidad de serlo se efectúa.

Al principio pudiera ser varias cuestiones por las que se lleve a cabo esta situación, a continuación me permito mencionar algunas, como lo es:

• Los hijos están expuestos en el consumo de sustancias nocivas para la salud, este es un tema delicado, inclusive cuando ambos padres son adictos a sustancias, pues implica un peligro para el bienestar y el libre desarrollo del menor, es entonces que los abuelos deciden cuidar y convertirse muchas veces en los nuevos padres del menor.

• La viudez por parte de alguno de los hijos es otro detonante del apoyo que los mayores ofrecen para la crianza de los nietos, ya que probablemente el padre tenga que trabajar o desarrollar actividades adicionales durante el día, esto es muy común cuando la persona que se ha perdido es la mujer.

• La irresponsabilidad de uno de los padres o de ambos, repercute en las personas mayores para que se hagan cargo de los menores inclusive en todos los rubros, pues han sido abandonados y el menor ha quedado desprotegido, o simplemente una de las partes necesita respaldo en cualquiera de los rubros.

• La adolescencia, seamos conscientes que hoy en día los padres son cada vez más jóvenes, los embarazos ocurren generalmente entre la adolescencia por factores que son diversos y obviamente dependerán de cada caso, en este apartado es importante mencionar que puede acontecer una serie de momentos específicos que influirán en como las personas mayores puedan tomar el rol del cuidado, principalmente el apego de ambos lados. Al final es un riesgo que deberán asumir, en aceptar que los nietos son nietos y cuentan con padres, y que por encima de todos jurídicamente hablando los padres son los que guardan la custodia del menor, los abuelos no pueden contradecir o ponerse en contra de los padres así estos hubiesen sido padres durante la adolescencia.

Hay abuelos que piensan que son los únicos capaces de ofrecer un cuidado a los nietos, se desviven, otros hasta se esmeran económicamente para que no les falte nada. Una cosa es el apoyo y otra cosa es cambio de responsabilidades y los roles.

A veces los padres también sufren y quieren hacerse cargo de los hijos pero los abuelos lo impiden, lo bloquean es como una cortina de obstáculos que no permite que exista una plena relación o convivencia, al final todos terminan afectados en lo biológico psicológico, social y emocional.

Tenemos la otra cuestión que hay abuelos que no quieren apoyar a los hijos en cuidar a los nietos, porque desean vivir un disfrute y plenitud de su vejez, y no se debe obligar a que ejerzan el cuidado, aunque muchas veces se hace sometiendo a la persona mayor con chantajes o reproches, principalmente cuando se vive en casa de los hijos, hay otro sector que recibe un salario y otros que no, generalmente quien recibe es porque trabaja y se sostiene económicamente de esa actividad, y es reconocido como trabajo, la decisión de que sean las personas mayores pilmama, dependerá de lo que se establezca y que no vaya en contra de ninguna persona.

Hay personas mayores quienes lo toman como juego y se divierten y comparten, reconocen el rol en el que se establecen lo viven y les motiva. Hay otros que no pueden y que sus condiciones de cualquier tipo no se los permite. El estado de salud de los abuelos es fundamental para poder ejercer la acción del cuidado, pues la gran mayoría se encuentran delicados de salud y por consiguiente se limitan a realizar actividades con los niños. Buscar apoyo psicológico y gerontológico es lo adecuado.

Pensemos que el día de mañana nuestros hijos crecerán en otra generación donde probablemente no entenderán, que muchas veces el vivir con sus abuelos más tiempo era por qué se tenía responsabilidades que ponían en juego la alimentación, la educación etc, y que también no podemos convertir a todas las personas mayores en pilmama para que se hagan productivos porque ellos aún tienen sueños, tienen metas y tienen un sentido de vida que probablemente por mucho que amen a sus hijos y nietos no lo van a cambiar porque no está dentro de sus planes el cuidado.

A mí me tocó la generación en la que crecí con mis a abuelos, quienes participaron en mi crianza y educación y lo hicieron con todo el esmero y amor del mundo desde el rol de “abuelos” no de “pilmamas” no de “padres” y hoy en día los reconozco a cada uno, aunque físicamente solo este uno con mucho amor y cariño y también reconozco a mis padres, a mi descendente, a su progenitor y a sus abuelos.

Preparémonos y eduquémonos para que cada uno cubra los roles que deban de cumplir y que se responsabilice de lo que corresponde. Disfrutemos cada una de las etapas que se nos han otorgado y dejemos vivirlas a los demás con respeto, sin violentar los derechos y obligaciones de nadie.

Todos contamos con una persona que nos bendice… NUESTROS ABUELOS.

Generemos juntos una nueva cultura de envejecimiento y bienestar.