/ lunes 6 de abril de 2020

(De)crecimiento esperado para el 2020

Hoy, más que nunca, enfrentamos un futuro incierto en muchos sentidos: economía, salud, finanzas públicas, estado de derecho y seguridad. Estas variables son pilares fundamentales de un país ya que estos serán los insumos con los que las agencias calificadoras y los bancos realizarán sus estimaciones, mismas que (a través de metodologías propias) tratarán de pronosticar qué es lo que le espera en materia económica a nuestro país para este 2020.

La semana pasada se dieron a conocer los Precriterios de Política Económica, documento que año con año es elaborado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y que contiene estimaciones de las variables económicas más importantes para el sector público en nuestro país, asimismo, dicho documento trae consigo algunos ajustes respecto a lo estimado para este año.

Los ajustes para lo que resta del 2020 consideran la caída en el precio internacional del petróleo, así como la depreciación del peso ante el dólar, un menor crecimiento económico y una mayor inflación. Sin embargo, estos ajustes siguen siendo muy optimistas, sobre todo el pronóstico de crecimiento económico que nos dice oscilará entre -3.9 y 0.1 por ciento respecto del 2019, cifras que, si bien son negativas, siguen muy alejadas de lo que han estimado distintos bancos y agencias en el mundo. Poniendo ejemplos de otros pronósticos para nuestro país, Bank of America estima una caída en la economía mexicana de 8% para este 2020; JP Morgan la pronostica de 7%; Barclays espera una caía de 5% y, Fitch Ratins de 4.5%.

¿Cuál es el común denominador que manejan estas organizaciones para estimar estas caídas tan abruptas en nuestra economía? Incertidumbre generada por los roces que tienen el sector privado y el presidente AMLO; acciones insuficientes para mitigar las distintas problemáticas generadas por la pandemia; crisis previa (durante 2019); inexistencia del estado de derecho. Todo lo mencionado anteriormente tiene nombre y apellido; NAIM, Dos Bocas, “consultas populares”, Cervecera, cancelación de fideicomisos, PEMEX, “Abrazos, no balazos”, y una lista muy amplia de más y más decisiones absurdas que nos han puesto en jaque.

Así pues, la pregunta que se hacen los inversionistas es ¿debo arriesgar mi dinero en un país donde hoy si y mañana no? La respuesta es obvia y las consecuencias son brutales que traerán consigo menor desarrollo social, mayor pobreza, menos inversión, menos riqueza a distribuir, y muchas cosas más.

Algo que debemos de tener en cuenta es que estas estimaciones que hagan las calificadoras y los bancos juegan un papel muy importante en una economía globalizada, en mayor o menor medida eso ya dependerá de la apertura comercial y económica de cada país o región, pero para nuestro caso si son fundamentales y más aún cuando lo que supone nuestro gobierno está muy alejado de la realidad.

Para concluir, esta semana será el punto de inflexión del gobierno de AMLO, sus decisiones, acciones y planes de contingencia determinarán si nuestro país se hunde más o rectifica camino (dentro de lo que cabe debido a la contingencia generada por el coronavirus), esperamos que los rumores de la salida del Secretario de Hacienda sean sólo eso, rumores, ya que de lo contrario sería visto de pésima manera a los ojos del mundo y, como ya sabemos, tendría aún mayores repercusiones negativas para nuestro país.


Hoy, más que nunca, enfrentamos un futuro incierto en muchos sentidos: economía, salud, finanzas públicas, estado de derecho y seguridad. Estas variables son pilares fundamentales de un país ya que estos serán los insumos con los que las agencias calificadoras y los bancos realizarán sus estimaciones, mismas que (a través de metodologías propias) tratarán de pronosticar qué es lo que le espera en materia económica a nuestro país para este 2020.

La semana pasada se dieron a conocer los Precriterios de Política Económica, documento que año con año es elaborado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y que contiene estimaciones de las variables económicas más importantes para el sector público en nuestro país, asimismo, dicho documento trae consigo algunos ajustes respecto a lo estimado para este año.

Los ajustes para lo que resta del 2020 consideran la caída en el precio internacional del petróleo, así como la depreciación del peso ante el dólar, un menor crecimiento económico y una mayor inflación. Sin embargo, estos ajustes siguen siendo muy optimistas, sobre todo el pronóstico de crecimiento económico que nos dice oscilará entre -3.9 y 0.1 por ciento respecto del 2019, cifras que, si bien son negativas, siguen muy alejadas de lo que han estimado distintos bancos y agencias en el mundo. Poniendo ejemplos de otros pronósticos para nuestro país, Bank of America estima una caída en la economía mexicana de 8% para este 2020; JP Morgan la pronostica de 7%; Barclays espera una caía de 5% y, Fitch Ratins de 4.5%.

¿Cuál es el común denominador que manejan estas organizaciones para estimar estas caídas tan abruptas en nuestra economía? Incertidumbre generada por los roces que tienen el sector privado y el presidente AMLO; acciones insuficientes para mitigar las distintas problemáticas generadas por la pandemia; crisis previa (durante 2019); inexistencia del estado de derecho. Todo lo mencionado anteriormente tiene nombre y apellido; NAIM, Dos Bocas, “consultas populares”, Cervecera, cancelación de fideicomisos, PEMEX, “Abrazos, no balazos”, y una lista muy amplia de más y más decisiones absurdas que nos han puesto en jaque.

Así pues, la pregunta que se hacen los inversionistas es ¿debo arriesgar mi dinero en un país donde hoy si y mañana no? La respuesta es obvia y las consecuencias son brutales que traerán consigo menor desarrollo social, mayor pobreza, menos inversión, menos riqueza a distribuir, y muchas cosas más.

Algo que debemos de tener en cuenta es que estas estimaciones que hagan las calificadoras y los bancos juegan un papel muy importante en una economía globalizada, en mayor o menor medida eso ya dependerá de la apertura comercial y económica de cada país o región, pero para nuestro caso si son fundamentales y más aún cuando lo que supone nuestro gobierno está muy alejado de la realidad.

Para concluir, esta semana será el punto de inflexión del gobierno de AMLO, sus decisiones, acciones y planes de contingencia determinarán si nuestro país se hunde más o rectifica camino (dentro de lo que cabe debido a la contingencia generada por el coronavirus), esperamos que los rumores de la salida del Secretario de Hacienda sean sólo eso, rumores, ya que de lo contrario sería visto de pésima manera a los ojos del mundo y, como ya sabemos, tendría aún mayores repercusiones negativas para nuestro país.