/ domingo 19 de septiembre de 2021

Depredadores De La Historia

Un país sin leyendas se morirá de frío. Un pueblo sin mitos es un pueblo muerto. Georges Dumézil

La caída de Constantinopla por los turcos (1453) y el encuentro casual con un nuevo continente por Cristóbal Colón, fue cerrar la edad media y abrir la edad moderna. Empero, antes ya se había iniciado una corriente cultural en el arte infundido en el pasado greco romano. Asimismo, la irrupción de la imprenta en el siglo XIV dio inicio a un movimiento formativo suscitando un impacto cultural sin precedente. Hechos que dan mayor certeza a los historiadores de la época.

Remontándonos al pasado, encontramos hechos cuya autenticidad deja dudas, otras caen el capítulo de leyendas. Pero los mitos se trasforman en leyendas que a su vez se convierten en tradiciones y éstas son parte de la historia. Capítulos que son herencia del pasado inamovible.

Es cierto que la ciencia se ha apoderado de la verdad en cuanto a la certeza de acontecimientos remotos. Ha logrado establecer la antigüedad de objetos y restos humanos encontrados en excavaciones y hallazgos en lagos y océanos que ligados a figuras, jeroglíficos y escritos, aportan datos para establecer el pasado histórico. Sin embargo, esto es poco aplicable a la edad moderna.

Se dice que la historia la escribieron los vencedores y el primer cronista de la conquista de lo que hoy es México fue Hernán Cortés, lo hizo con el auxilio de la Malinche, conocida también como Malinalli, Malintzin o doña Marina que siendo conocedora de la idiosincrasia de los indígenas, le sirvió de intérprete y consejera política. Proceso histórico situado desde la llegada de los castellanos a las costas de los pueblos mayas, hasta la caía de Tenochtitlan por las huestes de Hernán Cortés y sus aliados tlaxcaltecas (1517-1521). Una de las etapas más importantes de la historia de México con influencia decisiva que acarreó fenómenos sociales y geopolíticos, siendo además, germen y raíz para la creación de México como país.

Recurro a José Vasconcelos que afirma que México nace con la llegada de los españoles. Así lo creo porque antes eran grupos humanos de enorme avance cultural y científico, pero circunscrito casi exclusivamente a la observación de la bóveda celeste, al movimiento y tiempos de los planetas con cálculos matemáticos y geométricos de admirable precisión. Pero los Mayas, Olmecas, Toltecas, Aztecas, etc. carecían de leyes y costumbres comunes que los identificaran como un país.

Historia que no es para glosa en este espacio pero son hechos grabados y aceptados durante 500 años, que el prurito del gobierno de la cuatroté por imponer “su verdad” está haciendo honor a su “transformación” como depredador de la historia.

Cambiar el nombre de la calle Puente de Alvarado por Avenida México Tenochtitlán; el del Árbol de la noche triste a la de Noche victoriosa y remover el complejo arquitectónico de un valor artístico inmenso, donde estaba la estatua de Cristóbal Colón, suena bonito, pero en el fondo muestra odio, rencor y desprecio a nuestras raíces españolas creadoras del México como país y despreciar las tradiciones y la historia.

A Colón hay que ubicarlo en contexto diferente, como ilustrado navegante que dio nueva imagen a la geografía del planeta. Ya habrá tiempo de escribir sobre ello.

Un país sin leyendas se morirá de frío. Un pueblo sin mitos es un pueblo muerto. Georges Dumézil

La caída de Constantinopla por los turcos (1453) y el encuentro casual con un nuevo continente por Cristóbal Colón, fue cerrar la edad media y abrir la edad moderna. Empero, antes ya se había iniciado una corriente cultural en el arte infundido en el pasado greco romano. Asimismo, la irrupción de la imprenta en el siglo XIV dio inicio a un movimiento formativo suscitando un impacto cultural sin precedente. Hechos que dan mayor certeza a los historiadores de la época.

Remontándonos al pasado, encontramos hechos cuya autenticidad deja dudas, otras caen el capítulo de leyendas. Pero los mitos se trasforman en leyendas que a su vez se convierten en tradiciones y éstas son parte de la historia. Capítulos que son herencia del pasado inamovible.

Es cierto que la ciencia se ha apoderado de la verdad en cuanto a la certeza de acontecimientos remotos. Ha logrado establecer la antigüedad de objetos y restos humanos encontrados en excavaciones y hallazgos en lagos y océanos que ligados a figuras, jeroglíficos y escritos, aportan datos para establecer el pasado histórico. Sin embargo, esto es poco aplicable a la edad moderna.

Se dice que la historia la escribieron los vencedores y el primer cronista de la conquista de lo que hoy es México fue Hernán Cortés, lo hizo con el auxilio de la Malinche, conocida también como Malinalli, Malintzin o doña Marina que siendo conocedora de la idiosincrasia de los indígenas, le sirvió de intérprete y consejera política. Proceso histórico situado desde la llegada de los castellanos a las costas de los pueblos mayas, hasta la caía de Tenochtitlan por las huestes de Hernán Cortés y sus aliados tlaxcaltecas (1517-1521). Una de las etapas más importantes de la historia de México con influencia decisiva que acarreó fenómenos sociales y geopolíticos, siendo además, germen y raíz para la creación de México como país.

Recurro a José Vasconcelos que afirma que México nace con la llegada de los españoles. Así lo creo porque antes eran grupos humanos de enorme avance cultural y científico, pero circunscrito casi exclusivamente a la observación de la bóveda celeste, al movimiento y tiempos de los planetas con cálculos matemáticos y geométricos de admirable precisión. Pero los Mayas, Olmecas, Toltecas, Aztecas, etc. carecían de leyes y costumbres comunes que los identificaran como un país.

Historia que no es para glosa en este espacio pero son hechos grabados y aceptados durante 500 años, que el prurito del gobierno de la cuatroté por imponer “su verdad” está haciendo honor a su “transformación” como depredador de la historia.

Cambiar el nombre de la calle Puente de Alvarado por Avenida México Tenochtitlán; el del Árbol de la noche triste a la de Noche victoriosa y remover el complejo arquitectónico de un valor artístico inmenso, donde estaba la estatua de Cristóbal Colón, suena bonito, pero en el fondo muestra odio, rencor y desprecio a nuestras raíces españolas creadoras del México como país y despreciar las tradiciones y la historia.

A Colón hay que ubicarlo en contexto diferente, como ilustrado navegante que dio nueva imagen a la geografía del planeta. Ya habrá tiempo de escribir sobre ello.