/ jueves 19 de mayo de 2022

Día Internacional Contra la Homofobia…

Hace apenas 32 años (en 1990), un 17 de mayo, la Asamblea General de la Organización Mundial de la Salud (OMS) eliminó la homosexualidad de la clasificación internacional de enfermedades mentales; hace tres años (2019), también un 17 de mayo, se publicó en el Diario Oficial de la Federación, el Decreto por el que se deroga el diverso por el que se declara Día nacional de la Lucha contra la Homofobia, el 17 de mayo de cada año, y se declara Día Nacional de la Lucha contra la Homofobia, Lesbofobia, Transfobia y Bifobia, el 17 de mayo de cada año. Lo anterior, en sintonía con la resolución de la OMS antes aludida.

Como puede advertirse, la apreciación social de las preferencias sexuales se ha ido modificando a lo largo del tiempo, en la medida en que evoluciona también la ciencia, tanto médica como jurídica, pues tal reconocimiento obedece, en buena medida, al avance que se ha tenido en materia de derechos humanos, concretamente, al libre desarrollo de la personalidad, lo cual se da en reconocimiento a la libertad, a la racionalidad y a la autonomía que tenemos cada persona, para decidir cómo somos, cómo vernos y cómo queremos que los demás nos reconozcan.

Así, el libre desarrollo de la personalidad, puede visualizarse desde dos dimensiones, una pública y una privada, esta, identificada con el derecho a la privacidad, es decir, en donde no se encuentra sujeta al imperio estatal; aquella, se refiere a la permisión de que cada persona realiza la actividad que elija. Lamentablemente, estos conceptos no son universales, pues en algunas latitudes aún se criminaliza la homosexualidad, pese a los múltiples extrañamientos formulados por diversas organizaciones.

La Constitución Mexicana (artículo 1, párrafo 5) establece la prohibición de discriminar debido a preferencias sexuales, bajo la premisa de que existe diversidad, es decir, variedad de expresiones en que la sexualidad humana puede manifestarse. En ese sentido, vía jurisprudencial, se reconoce el matrimonio igualitario y las familias homoparentales, por citar un par de ejemplos. Desde luego, este reconocimiento, como todo derecho humano, deriva de luchas sociales de larga data. En México, el referente lo encontramos en 1979 con el Frente de Liberación Homosexual, cuyas cabezas más visibles fueron Nancy Cárdenas y José Ramón Enríquez, ambos vinculados con la industria del teatro.

No quiero dejar pasar la oportunidad y la fecha, para recordar que, hace una década, un 15 de mayo de 2012, falleció Carlos Fuentes, uno de los más grandes autores mexicanos, cuyas novelas generan polémica (Aura), definen los entretelones del poder (La silla del águila) o nos invitan a la reflexión de la grandeza de México (La región más transparente) y, específicamente a la ciudad de los palacios (Ciudad de México). Aprecio mucho un libro por él autografiado y constantemente reflexiono las palabras de uno de sus personajes, Ixca Cienfuegos, al concluir La región más transparente (publicado en 1959, cuyo título fue basado en la frase atribuida a Alexander von Humboldt cuando conoció México en 1804, recogida por Alfonso Reyes en su obra La visión de Anáhuac): «Ni modo, aquí nos tocó vivir, en la región más transparente del aire».

germanrodriguez32@hotmail.com

Hace apenas 32 años (en 1990), un 17 de mayo, la Asamblea General de la Organización Mundial de la Salud (OMS) eliminó la homosexualidad de la clasificación internacional de enfermedades mentales; hace tres años (2019), también un 17 de mayo, se publicó en el Diario Oficial de la Federación, el Decreto por el que se deroga el diverso por el que se declara Día nacional de la Lucha contra la Homofobia, el 17 de mayo de cada año, y se declara Día Nacional de la Lucha contra la Homofobia, Lesbofobia, Transfobia y Bifobia, el 17 de mayo de cada año. Lo anterior, en sintonía con la resolución de la OMS antes aludida.

Como puede advertirse, la apreciación social de las preferencias sexuales se ha ido modificando a lo largo del tiempo, en la medida en que evoluciona también la ciencia, tanto médica como jurídica, pues tal reconocimiento obedece, en buena medida, al avance que se ha tenido en materia de derechos humanos, concretamente, al libre desarrollo de la personalidad, lo cual se da en reconocimiento a la libertad, a la racionalidad y a la autonomía que tenemos cada persona, para decidir cómo somos, cómo vernos y cómo queremos que los demás nos reconozcan.

Así, el libre desarrollo de la personalidad, puede visualizarse desde dos dimensiones, una pública y una privada, esta, identificada con el derecho a la privacidad, es decir, en donde no se encuentra sujeta al imperio estatal; aquella, se refiere a la permisión de que cada persona realiza la actividad que elija. Lamentablemente, estos conceptos no son universales, pues en algunas latitudes aún se criminaliza la homosexualidad, pese a los múltiples extrañamientos formulados por diversas organizaciones.

La Constitución Mexicana (artículo 1, párrafo 5) establece la prohibición de discriminar debido a preferencias sexuales, bajo la premisa de que existe diversidad, es decir, variedad de expresiones en que la sexualidad humana puede manifestarse. En ese sentido, vía jurisprudencial, se reconoce el matrimonio igualitario y las familias homoparentales, por citar un par de ejemplos. Desde luego, este reconocimiento, como todo derecho humano, deriva de luchas sociales de larga data. En México, el referente lo encontramos en 1979 con el Frente de Liberación Homosexual, cuyas cabezas más visibles fueron Nancy Cárdenas y José Ramón Enríquez, ambos vinculados con la industria del teatro.

No quiero dejar pasar la oportunidad y la fecha, para recordar que, hace una década, un 15 de mayo de 2012, falleció Carlos Fuentes, uno de los más grandes autores mexicanos, cuyas novelas generan polémica (Aura), definen los entretelones del poder (La silla del águila) o nos invitan a la reflexión de la grandeza de México (La región más transparente) y, específicamente a la ciudad de los palacios (Ciudad de México). Aprecio mucho un libro por él autografiado y constantemente reflexiono las palabras de uno de sus personajes, Ixca Cienfuegos, al concluir La región más transparente (publicado en 1959, cuyo título fue basado en la frase atribuida a Alexander von Humboldt cuando conoció México en 1804, recogida por Alfonso Reyes en su obra La visión de Anáhuac): «Ni modo, aquí nos tocó vivir, en la región más transparente del aire».

germanrodriguez32@hotmail.com