/ lunes 23 de septiembre de 2019

Dos Varas Para Medir

“La justicia no es otra cosa que la conveniencia del más fuerte” Platón.

En mi dominguero Vocho 74 que conservo incólume desde nuevo con pintura muy desgastada, varias veces he sido detenido por un agente de tránsito municipal y una vez por un federal en carretera. Sus papeles por favor. Están en orden con Seguro por daños a ocupantes y a terceros. Porqué, pregunto, ¿conduciendo mi vocho que quiero más que a mis zapatos viejos me detienen y en cambio en mi auto de modelo reciente jamás lo hacen? Está bien, siga adelante.

Es un ejemplo simple del trato que se le da según su condición. Es la falta de reconocer el derecho de cada uno sin importar su apariencia o circunstancia. Al perro más flaco se le suben más las pulgas. Las variantes en los negocios y en la política suelen trascender diferente. En el primer caso sería tomar ventaja económica y en el segundo, ventaja política para el control social con fines plausibles de mejora social o como es más frecuente en nuestro medio, disfrazar el beneficio para conquistar poder y dinero. Político pobre, pobre político, decía el profesor Carlos Hank González. Palabras mal interpretadas, puesto que él se refería a que el político debe tener su economía saneada como es en la mayoría de los candidatos o políticos de alto nivel en los Estados Unidos.

La justicia en su definición clásica es dar a cada quien lo que le corresponde, sustento fundamental del estado de derecho del que adolecemos en nuestro país. Según el partido dominante en el poder y más como hoy está sucede en nuestra lastimada patria, el poder se está ejerciendo desde la voluntad omnipotente de un solo hombre. ¿Prueba? “Vamos a apoyar los acuerdos que él (López Obrador) tenga” sic, dijo esta semana el líder de la mayoría morenista de la cámara de diputados Mario Delgado ¿División de poderes? Mmm.

Dos varas para medir. Mientras cae el poder de la justicia sobre Rosario Robles o Emilio Lozoya; Manuel Bartlett, si, el instrumento de la “caída del sistema” que le arrebató el triunfo a Cuauhtémoc Cárdenas en las elecciones de 1988. El mismo que entonces fue denunciado por López Obrador de ser corrupto enriquecido del tesoro nacional. El mismo hoy protegido por quien ocupa la silla presidencial.

Una vara para condonar millonario adeudo que representa una cuarta parte de los adeudos que tiene la CFE a sus paisanos de Tabasco, mientras a cualquier otro que deje de pagar la energía, el corte no se hace esperar.

Época de incertidumbre. Con una vara clemente se trata a los profes de la CNTE y con otra se recorta el presupuesto para becas universitarias.

Y más varas desiguales que el espacio nos limita.

“La justicia no es otra cosa que la conveniencia del más fuerte” Platón.

En mi dominguero Vocho 74 que conservo incólume desde nuevo con pintura muy desgastada, varias veces he sido detenido por un agente de tránsito municipal y una vez por un federal en carretera. Sus papeles por favor. Están en orden con Seguro por daños a ocupantes y a terceros. Porqué, pregunto, ¿conduciendo mi vocho que quiero más que a mis zapatos viejos me detienen y en cambio en mi auto de modelo reciente jamás lo hacen? Está bien, siga adelante.

Es un ejemplo simple del trato que se le da según su condición. Es la falta de reconocer el derecho de cada uno sin importar su apariencia o circunstancia. Al perro más flaco se le suben más las pulgas. Las variantes en los negocios y en la política suelen trascender diferente. En el primer caso sería tomar ventaja económica y en el segundo, ventaja política para el control social con fines plausibles de mejora social o como es más frecuente en nuestro medio, disfrazar el beneficio para conquistar poder y dinero. Político pobre, pobre político, decía el profesor Carlos Hank González. Palabras mal interpretadas, puesto que él se refería a que el político debe tener su economía saneada como es en la mayoría de los candidatos o políticos de alto nivel en los Estados Unidos.

La justicia en su definición clásica es dar a cada quien lo que le corresponde, sustento fundamental del estado de derecho del que adolecemos en nuestro país. Según el partido dominante en el poder y más como hoy está sucede en nuestra lastimada patria, el poder se está ejerciendo desde la voluntad omnipotente de un solo hombre. ¿Prueba? “Vamos a apoyar los acuerdos que él (López Obrador) tenga” sic, dijo esta semana el líder de la mayoría morenista de la cámara de diputados Mario Delgado ¿División de poderes? Mmm.

Dos varas para medir. Mientras cae el poder de la justicia sobre Rosario Robles o Emilio Lozoya; Manuel Bartlett, si, el instrumento de la “caída del sistema” que le arrebató el triunfo a Cuauhtémoc Cárdenas en las elecciones de 1988. El mismo que entonces fue denunciado por López Obrador de ser corrupto enriquecido del tesoro nacional. El mismo hoy protegido por quien ocupa la silla presidencial.

Una vara para condonar millonario adeudo que representa una cuarta parte de los adeudos que tiene la CFE a sus paisanos de Tabasco, mientras a cualquier otro que deje de pagar la energía, el corte no se hace esperar.

Época de incertidumbre. Con una vara clemente se trata a los profes de la CNTE y con otra se recorta el presupuesto para becas universitarias.

Y más varas desiguales que el espacio nos limita.