/ miércoles 13 de julio de 2022

El 2do Jinete del Apocalipsis, en Forma de Refinería

Los tiempos de Dios son perfectos, aun cuando inauguras algo, aunque no esté listo ni terminado, como cuando hacías la tarea 5 minutos antes de la clase y aún tenías el descaro de decir que algo mágico le pasó. La secretaria de energía Rocío Nahle, se sinceró y con esa morena valentía, confesó que aún le faltaban dos torres para terminar la construcción de esa etapa. El segundo jinete del apocalipsis llegó, y llegó en forma de refinería. Medio mocha, sin petróleo y sin refinación. Se inauguró el terreno baldío

Ni en las fotos, a pesar de querer encuadrar a los 4 años de la elección del actual tlatoani el cuál es más optimista que realista, ya la inauguró, ahora sólo falta que sirva. ¿Dónde he visto ese mal timing en eventos de inauguración de obra pública? Aunque lo preocupante es sobre quién está peor el que dice “Les hice una refinería” o los que responden “Qué bonita le quedó.

PEMEX, la Niurka de las paraestatales, otra vez en el escándalo porque una cosa es perder el 70% del presupuesto, pero otra cosa es hacerlo sudando en el calor de Tabasco y Chiapas. Hace unos días Latinus, el enemigo público número de este país, sobre todo el de aquellos con intransigencia, hizo un reportaje donde expone cómo la empresa dirigida por el agrónomo más petrolero ahorra en tinta de impresora, viajes y papel, pero no lo podía hacer en el presupuesto para el hielo, chingos de hielo, más de 73 millones de pesos en hielo. Casi 86 mil pesos diarios en puro hielo.

CLR y asociados una empresa constructora es quien fue el ganador para suministrar el hielo, quizá ese es debería ser el nuevo modus operandi de la industria de la construcción. Vale la pena revisar aquellas dependencias que aún no cuentan con sus metas al 100% y que por más que se quiera

La moraleja es, no anteponer lo político antes que lo técnico, la factura sale cara y es necesario no dejar que la presión de la foto le gane al uso real de la infraestructura. La política debe ser ajena hasta cierto punto de lo técnico y si bien las obras son los mejores atractores de los reflectores, a la larga es primordial, tener las obras en construcción y a tiempo para entregarlas siempre funcionando, estas son las obras que queremos en el territorio de todos.

Los tiempos de Dios son perfectos, aun cuando inauguras algo, aunque no esté listo ni terminado, como cuando hacías la tarea 5 minutos antes de la clase y aún tenías el descaro de decir que algo mágico le pasó. La secretaria de energía Rocío Nahle, se sinceró y con esa morena valentía, confesó que aún le faltaban dos torres para terminar la construcción de esa etapa. El segundo jinete del apocalipsis llegó, y llegó en forma de refinería. Medio mocha, sin petróleo y sin refinación. Se inauguró el terreno baldío

Ni en las fotos, a pesar de querer encuadrar a los 4 años de la elección del actual tlatoani el cuál es más optimista que realista, ya la inauguró, ahora sólo falta que sirva. ¿Dónde he visto ese mal timing en eventos de inauguración de obra pública? Aunque lo preocupante es sobre quién está peor el que dice “Les hice una refinería” o los que responden “Qué bonita le quedó.

PEMEX, la Niurka de las paraestatales, otra vez en el escándalo porque una cosa es perder el 70% del presupuesto, pero otra cosa es hacerlo sudando en el calor de Tabasco y Chiapas. Hace unos días Latinus, el enemigo público número de este país, sobre todo el de aquellos con intransigencia, hizo un reportaje donde expone cómo la empresa dirigida por el agrónomo más petrolero ahorra en tinta de impresora, viajes y papel, pero no lo podía hacer en el presupuesto para el hielo, chingos de hielo, más de 73 millones de pesos en hielo. Casi 86 mil pesos diarios en puro hielo.

CLR y asociados una empresa constructora es quien fue el ganador para suministrar el hielo, quizá ese es debería ser el nuevo modus operandi de la industria de la construcción. Vale la pena revisar aquellas dependencias que aún no cuentan con sus metas al 100% y que por más que se quiera

La moraleja es, no anteponer lo político antes que lo técnico, la factura sale cara y es necesario no dejar que la presión de la foto le gane al uso real de la infraestructura. La política debe ser ajena hasta cierto punto de lo técnico y si bien las obras son los mejores atractores de los reflectores, a la larga es primordial, tener las obras en construcción y a tiempo para entregarlas siempre funcionando, estas son las obras que queremos en el territorio de todos.