/ viernes 9 de octubre de 2020

“El arte de cuidar tus Pies”

Cuando somos infantes nuestros padres nos ponen infinidad de cremas, aceites y talcos para hidratarnos y conservar un aroma agradable, conforme pasa nuestras etapas de la vida, algunos olvidamos seguir cultivando ese hábito, en ocasiones por flojera, otras cuantas porque le damos prioridad a otras cuestiones, la alimentación también juega un papel importante en que nuestros pies y uñas se vean radiantes, así como el mantenernos hidratados con la cantidad de agua necesaria.

los pies pueden llegar a presentar problemas debido a enfermedades originadas por una no adecuada circulación, a usar zapatos que no son de nuestro tamaño y a que nuestras uñas no se encuentran bien cortadas, si las personas fueran conscientes de esto, pudieran evitar enfermedades principalmente como artrosis, diabetes, problemas circulatorios e inclusive problemas neurológicos.

En una persona mayor de sesenta años es muy común la presencia de infecciones en las uñas originadas por hongos, por una piel reseca, ampollas o descamación y estas pueden ser dolorosas de tiempo prolongado y de difícil modo y tiempo para retirarse; por eso hay que sugerir siempre que se usen medias y zapatos correctos después de que los pies estén perfectamente secos, y se tenga un aseo y un cambio constante. Sugerirle llevar a que se corten las uñas encarnadas con un especialista, si no sabe la persona mayor o el familiar no hay que hacerlo y más si la persona mayor tiene pie delicado o es diabético.

Se le aconseja que pueda ver sus pies diariamente, el contorno, así como la planta, lo que más debemos fijarnos es si nos han salido moretones, ulceras, ampollas, callos o uñas enterradas, si es una persona que se encuentre postrado en cama o en situación de dependencia física, pida a su cuidador o familiar que lo haga por usted.

Aunque no se bañe, trate de asearse bien sus pies, secarlos y mantenerlos hidratados con cremas hidratantes, evite los aceites con perfume, corte sus uñas perfectamente, límelas de acuerdo al tamaño, para que no pueda lesionar su piel, recuerde que puede rasgarse, de preferencia que sus uñas queden en corte recto.

Las medias deberán ser de algodón, al menos que exista problema de circulación, usará apoyo de media compresora, se le sugiere no durar mucho tiempo en una sola posición, caminar, sentarse, levantar sus pies y mantenerse en movimientos que le permitan mejorar su circulación, de preferencia no deje de usar calceta con sus zapatos ya que puede rasgar sus pies.

Si tiene problemas con sus pies puede acudir con un gerontólogo y a un podólogo, sabrán orientarlo, si deja pasar el tiempo puede complicar su caso y pudiera perder su pie.

“Generemos juntos una cultura de envejecimiento y bienestar”

Cuando somos infantes nuestros padres nos ponen infinidad de cremas, aceites y talcos para hidratarnos y conservar un aroma agradable, conforme pasa nuestras etapas de la vida, algunos olvidamos seguir cultivando ese hábito, en ocasiones por flojera, otras cuantas porque le damos prioridad a otras cuestiones, la alimentación también juega un papel importante en que nuestros pies y uñas se vean radiantes, así como el mantenernos hidratados con la cantidad de agua necesaria.

los pies pueden llegar a presentar problemas debido a enfermedades originadas por una no adecuada circulación, a usar zapatos que no son de nuestro tamaño y a que nuestras uñas no se encuentran bien cortadas, si las personas fueran conscientes de esto, pudieran evitar enfermedades principalmente como artrosis, diabetes, problemas circulatorios e inclusive problemas neurológicos.

En una persona mayor de sesenta años es muy común la presencia de infecciones en las uñas originadas por hongos, por una piel reseca, ampollas o descamación y estas pueden ser dolorosas de tiempo prolongado y de difícil modo y tiempo para retirarse; por eso hay que sugerir siempre que se usen medias y zapatos correctos después de que los pies estén perfectamente secos, y se tenga un aseo y un cambio constante. Sugerirle llevar a que se corten las uñas encarnadas con un especialista, si no sabe la persona mayor o el familiar no hay que hacerlo y más si la persona mayor tiene pie delicado o es diabético.

Se le aconseja que pueda ver sus pies diariamente, el contorno, así como la planta, lo que más debemos fijarnos es si nos han salido moretones, ulceras, ampollas, callos o uñas enterradas, si es una persona que se encuentre postrado en cama o en situación de dependencia física, pida a su cuidador o familiar que lo haga por usted.

Aunque no se bañe, trate de asearse bien sus pies, secarlos y mantenerlos hidratados con cremas hidratantes, evite los aceites con perfume, corte sus uñas perfectamente, límelas de acuerdo al tamaño, para que no pueda lesionar su piel, recuerde que puede rasgarse, de preferencia que sus uñas queden en corte recto.

Las medias deberán ser de algodón, al menos que exista problema de circulación, usará apoyo de media compresora, se le sugiere no durar mucho tiempo en una sola posición, caminar, sentarse, levantar sus pies y mantenerse en movimientos que le permitan mejorar su circulación, de preferencia no deje de usar calceta con sus zapatos ya que puede rasgar sus pies.

Si tiene problemas con sus pies puede acudir con un gerontólogo y a un podólogo, sabrán orientarlo, si deja pasar el tiempo puede complicar su caso y pudiera perder su pie.

“Generemos juntos una cultura de envejecimiento y bienestar”