/ domingo 23 de mayo de 2021

El Colegio Médico

“Dondequiera que se ame al arte de la medicina se ama también a la humanidad” Platón.

Por lo general, se tiene la idea que el único objetivo del médico es la de restituir la salud eliminando la enfermedad. La realidad es otra, la misión médica es un abanico que parte del conocimiento para prevenir la enfermedad, resguardar la salud y curar con el ejercicio de la terapéutica médica y quirúrgica. El médico tiene, además, un compromiso social y conciencia crítica en relación con el medio donde se desenvuelve para aplicar sus sapiencias adquiridas en la Universidad y en los hospitales donde realizó sus prácticas.

Todas las profesiones tienen o deben tener programas continuos de capacitación y actualización, sin embargo, la misión de advertir enfermedades, aliviar el dolor y tratar padecimientos, en la práctica médica cobra vital importancia. Vital por que se refiere a la vida, a prolongar la existencia con ciencia donde la empatía juega un papel primordial ante el que sufre. Combatir agentes morbosos infecciosos o degenerativos y restaurar la anatomía humana dañada que agrede al cuerpo, encausando mejor calidad de vida que se obtiene por medio del conocimiento científico y los medios para aplicarlo.

Desde tiempos lejanos los médicos de nuestra ciudad estuvieron asociados en la Unión Médica Celayense. Fue hasta el año de 1967 cuando a la Unión se le dio formalidad como Asociación Civil con fines colegiados, lo que conocemos como Colegio Médico de Celaya.

Larga historia del sueño de tener casa propia para el desarrollo de actividades científicas. Transcurridos los años, finalmente en 1978 inauguramos “La Casa del Médico” con un edificio ad hoc para las actividades propias de la agrupación, fruto de sacrificios y sinsabores, pero la visión se hizo realidad en octubre de ese año con cuatro fines de semana de actividad científica que constituyeron las Primeras Jornadas Médicas del Colegio Médico de Celaya.

El tiempo pasó y la zona de nuestra casa no favoreció las metas trazadas. Por circunstancias de diversa índole en los últimos años la actividad decreció a prácticamente desaparecer como asociación abierta para todo médico de cualquier especialidad o práctica general.

El hombre, el humano pasa, pero el deber, el valor para realizar los objetivos del Colegio Médico nunca desaparecieron. Hoy, un grupo de médicos en pleno desarrollo profesional tomó la iniciativa. No menciono nombres para no omitir a ningún colega. Una primera reunión con cerca de un centenar de compañeros entusiastas para “resucitar” nuestra Asociación ha trazado tres líneas de actividad: Rescatar el patrimonio de la Asociación, Abrir la puerta a la Educación médica continua y el Servicio a la comunidad.

En menos de un mes ya ha dado frutos comenzando por hacerse presente coadyuvando con tino y eficacia en la lucha contra la pandemia del SARS-CoV-2. El augurio es prometedor, el entusiasmo por dar algo de sí por la ciencia, la superación profesional y ayuda a la población desfavorecida por la fortuna es patente.

Todos somos Covid-19, todos. El Colegio Médico de Celaya ha puesto en marcha programas que sin duda coronarán el entusiasmo de dirigentes y asociados. Enhorabuena.


flokay33@gmail.com

“Dondequiera que se ame al arte de la medicina se ama también a la humanidad” Platón.

Por lo general, se tiene la idea que el único objetivo del médico es la de restituir la salud eliminando la enfermedad. La realidad es otra, la misión médica es un abanico que parte del conocimiento para prevenir la enfermedad, resguardar la salud y curar con el ejercicio de la terapéutica médica y quirúrgica. El médico tiene, además, un compromiso social y conciencia crítica en relación con el medio donde se desenvuelve para aplicar sus sapiencias adquiridas en la Universidad y en los hospitales donde realizó sus prácticas.

Todas las profesiones tienen o deben tener programas continuos de capacitación y actualización, sin embargo, la misión de advertir enfermedades, aliviar el dolor y tratar padecimientos, en la práctica médica cobra vital importancia. Vital por que se refiere a la vida, a prolongar la existencia con ciencia donde la empatía juega un papel primordial ante el que sufre. Combatir agentes morbosos infecciosos o degenerativos y restaurar la anatomía humana dañada que agrede al cuerpo, encausando mejor calidad de vida que se obtiene por medio del conocimiento científico y los medios para aplicarlo.

Desde tiempos lejanos los médicos de nuestra ciudad estuvieron asociados en la Unión Médica Celayense. Fue hasta el año de 1967 cuando a la Unión se le dio formalidad como Asociación Civil con fines colegiados, lo que conocemos como Colegio Médico de Celaya.

Larga historia del sueño de tener casa propia para el desarrollo de actividades científicas. Transcurridos los años, finalmente en 1978 inauguramos “La Casa del Médico” con un edificio ad hoc para las actividades propias de la agrupación, fruto de sacrificios y sinsabores, pero la visión se hizo realidad en octubre de ese año con cuatro fines de semana de actividad científica que constituyeron las Primeras Jornadas Médicas del Colegio Médico de Celaya.

El tiempo pasó y la zona de nuestra casa no favoreció las metas trazadas. Por circunstancias de diversa índole en los últimos años la actividad decreció a prácticamente desaparecer como asociación abierta para todo médico de cualquier especialidad o práctica general.

El hombre, el humano pasa, pero el deber, el valor para realizar los objetivos del Colegio Médico nunca desaparecieron. Hoy, un grupo de médicos en pleno desarrollo profesional tomó la iniciativa. No menciono nombres para no omitir a ningún colega. Una primera reunión con cerca de un centenar de compañeros entusiastas para “resucitar” nuestra Asociación ha trazado tres líneas de actividad: Rescatar el patrimonio de la Asociación, Abrir la puerta a la Educación médica continua y el Servicio a la comunidad.

En menos de un mes ya ha dado frutos comenzando por hacerse presente coadyuvando con tino y eficacia en la lucha contra la pandemia del SARS-CoV-2. El augurio es prometedor, el entusiasmo por dar algo de sí por la ciencia, la superación profesional y ayuda a la población desfavorecida por la fortuna es patente.

Todos somos Covid-19, todos. El Colegio Médico de Celaya ha puesto en marcha programas que sin duda coronarán el entusiasmo de dirigentes y asociados. Enhorabuena.


flokay33@gmail.com