El Ingenioso Hidalgo
“La pluma es lengua del alma; cuales fueren los conceptos que en ella se engendraron, tales serán sus escritos”.
Sergio Arellano Rabiela
@ArellanoRabiela
Uno de los grandes retos de la humanidad, del desarrollo, de su creatividad e innovación hace de la inteligencia humana una verdadera solución a los problemas actuales, tomando como base fundamental al talento. Cervantes señala a través del Quijote “La pluma es lengua del alma; cuales fueren los conceptos que en ella se engendraron, tales serán sus escritos”. Este talento se considera como aquellas valoraciones que se extrapolan al resto de áreas de desempeño profesional y al análisis de las habilidades y competencias en distintas esferas. El talento se ha convertido en un mantra utilizado a la hora de evaluar y de plantear aspectos de las características y rasgos individuales vinculados al entorno laboral y profesional. El talento de acuerdo a la definición que nos propone la Real Academia Española de la Lengua, en su primera acepción significa inteligencia, la segunda de ellas nos traslada a la idea de aptitud, por lo tanto, se relaciona directamente con nuestra inteligencia como factor determinante. Desde la antigüedad, y a través distintos órdenes del conocimiento, el hombre ha pretendido describir y calificar el contenido de la inteligencia humana. En la actualidad, y con la profundización desde distintas disciplinas, la inteligencia sigue siendo una realidad en continua investigación y reflexión. Las ciencias que se han aproximado con mayor énfasis en la labor de definir y describir la idea de inteligencia son de acuerdo a tres grupos de definiciones: biológicas, psicológicas y operacionales. Las definiciones biológicas consideran que la inteligencia se encuentra relacionada con la adaptación al ambiente, citando a Jean Piaget, quien describe la inteligencia como un sistema de operaciones vivas y actuantes. Las definiciones psicológicas basan su conceptualización bajo el prisma de las diferencias que identificamos entre los distintos individuos y su cuantificación. Las definiciones de tipo operacional descansan sobre la premisa de que la inteligencia es aquello que los distintos recursos y pruebas miden, los resultados obtenidos. Dentro de este modelo se encuentran las aportaciones como las de Boring. ¿Sabían ustedes que grandes empresas como lo es google en su área de recursos humanos ya no les resulta interesante saber en qué universidad estudió, cuantos grados tiene, que currículo de vida le antecede? Lo que más impacta es el desarrollo del talento. En la obra del Quijote queda más que claro que la imaginación de aquel caballero andante, nos denota gran talento para explicar ejes de gran valía como la justicia, la igualdad, la lucha y conquista de ideales. “No tengo ningún talento especial. Sólo soy apasionadamente curioso, Albert Einstein”.