/ lunes 14 de septiembre de 2020

El Paquete Económico 2021: primera parte

Como ya muchos saben, el pasado 8 de septiembre, el presidente hizo llegar al Poder Legislativo el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para el 2021. Pero ¿qué es o para qué sirve?: El paquete económico es definido por el Sistema de Información Legislativa (SIL) como “el conjunto de proyectos legislativos que presenta el Ejecutivo federal al Poder Legislativo, cada año fiscal, para su análisis y aprobación, en materia de Política Hacendaria, Ingresos y Egresos; y que sirven para el funcionamiento y operación de la gestión gubernamental” el cual, está compuesto por tres documentos de suma importancia: 1) Los Criterios Generales de Política Económica, 2) La Iniciativa de la Ley de Ingresos de la Federación y, 3) el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación.

Los Criterios Generales de Política Económica son el primer documento del paquete económico y en este se contienen las estimaciones de las principales variables macroeconómicas con las que se tendrá que trabajar. Dicho sea de paso, en estos criterios nos presentaron un escenario muy optimista. Para el cierre de 2020 se estima lo siguiente: una caída de 8.0% del PIB; inflación (relativamente baja) de 3.5%; tipo de cambio que oscilará los 22.3 pesos por dólar; una tasa de interés en 4.0 y el precio promedio del barril en 34.6 dólares. Bueno y ¿esos datos por qué son relevantes? Como sabemos, los ingresos de la federación están integrados por la venta de petróleo de la paraestatal (que ha causado tantos dolores de cabeza) PEMEX; recaudación de IVA e ISR, entre otras tantas, sin embargo, otras más tienen un efecto restrictivo como lo es el castigo que se tendrá si se presenta un tipo de cambio alto (dado que gran parte de la deuda de nuestro país está en dólares) con lo cual podemos llegar a la conclusión que, si el desempeño de esas variables es negativo, lo mismo sucederá con los ingresos del país y, por ende, se tendrán menores recursos públicos para llevar a cabo las tareas fundamentales de un gobierno.

En contraste, para el 2021 los criterios generales contemplan un crecimiento del PIB de 4.6%, una inflación que rondará el 3.4%, el tipo de cambio en 21.9 pesos por dólar y precio promedio de 42.1 dólares por barril. Cifras muy optimistas que contemplan un control absoluto de la pandemia generada por el COVID, así como una reapertura total de las actividades económicas, escenario que veo muy complicado debido a que el problema no es sólo generar una vacuna, sino distribuirla a la población, de manera ordenada sin provocar la conglomeración de la población en centros médicos y hospitales, así como el traslado a las zonas rurales, montañosas y recónditas de nuestro país, además, de llevar a cabo el monitoreo de la efectividad en la población y tener la capacidad de detectar casos de reinfección para elaborar un plan de contingencia. Con ese crecimiento estimado podemos ver que el escenario de recuperación contemplado por el gobierno es el de una V; caída profunda y abrupta seguida de una recuperación moderada, sin estancamiento entre estas.

Optimismo y nerviosismo, así describiría yo este paquete económico. Es claro que el 2021 será un año complicado donde, así como el gobierno, muchos de nuestros planes dependen en mayor o menor medida de la creación de la vacuna preventiva contra el COVID-19, tan es así que el Secretario de Hacienda y Crédito Público ha dicho en distintas ocasiones que el PPEF 2021 considera ya la aplicación de ésta.

Por último, acciones extraordinarias son necesarias para poder alcanzar las estimaciones presentadas en los criterios generales y, a pesar de ser muy altas, no son imposibles. Asimismo, es muy importante mencionar viene año electoral que, como es costumbre cada trienio, será el proceso electoral más grande de la historia de nuestro país donde probablemente veremos alianzas que nunca hubiéramos creído reales hace un par de años, mientras tanto, seguiremos el proceso de aprobación del PPEF 2021.

Como ya muchos saben, el pasado 8 de septiembre, el presidente hizo llegar al Poder Legislativo el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para el 2021. Pero ¿qué es o para qué sirve?: El paquete económico es definido por el Sistema de Información Legislativa (SIL) como “el conjunto de proyectos legislativos que presenta el Ejecutivo federal al Poder Legislativo, cada año fiscal, para su análisis y aprobación, en materia de Política Hacendaria, Ingresos y Egresos; y que sirven para el funcionamiento y operación de la gestión gubernamental” el cual, está compuesto por tres documentos de suma importancia: 1) Los Criterios Generales de Política Económica, 2) La Iniciativa de la Ley de Ingresos de la Federación y, 3) el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación.

Los Criterios Generales de Política Económica son el primer documento del paquete económico y en este se contienen las estimaciones de las principales variables macroeconómicas con las que se tendrá que trabajar. Dicho sea de paso, en estos criterios nos presentaron un escenario muy optimista. Para el cierre de 2020 se estima lo siguiente: una caída de 8.0% del PIB; inflación (relativamente baja) de 3.5%; tipo de cambio que oscilará los 22.3 pesos por dólar; una tasa de interés en 4.0 y el precio promedio del barril en 34.6 dólares. Bueno y ¿esos datos por qué son relevantes? Como sabemos, los ingresos de la federación están integrados por la venta de petróleo de la paraestatal (que ha causado tantos dolores de cabeza) PEMEX; recaudación de IVA e ISR, entre otras tantas, sin embargo, otras más tienen un efecto restrictivo como lo es el castigo que se tendrá si se presenta un tipo de cambio alto (dado que gran parte de la deuda de nuestro país está en dólares) con lo cual podemos llegar a la conclusión que, si el desempeño de esas variables es negativo, lo mismo sucederá con los ingresos del país y, por ende, se tendrán menores recursos públicos para llevar a cabo las tareas fundamentales de un gobierno.

En contraste, para el 2021 los criterios generales contemplan un crecimiento del PIB de 4.6%, una inflación que rondará el 3.4%, el tipo de cambio en 21.9 pesos por dólar y precio promedio de 42.1 dólares por barril. Cifras muy optimistas que contemplan un control absoluto de la pandemia generada por el COVID, así como una reapertura total de las actividades económicas, escenario que veo muy complicado debido a que el problema no es sólo generar una vacuna, sino distribuirla a la población, de manera ordenada sin provocar la conglomeración de la población en centros médicos y hospitales, así como el traslado a las zonas rurales, montañosas y recónditas de nuestro país, además, de llevar a cabo el monitoreo de la efectividad en la población y tener la capacidad de detectar casos de reinfección para elaborar un plan de contingencia. Con ese crecimiento estimado podemos ver que el escenario de recuperación contemplado por el gobierno es el de una V; caída profunda y abrupta seguida de una recuperación moderada, sin estancamiento entre estas.

Optimismo y nerviosismo, así describiría yo este paquete económico. Es claro que el 2021 será un año complicado donde, así como el gobierno, muchos de nuestros planes dependen en mayor o menor medida de la creación de la vacuna preventiva contra el COVID-19, tan es así que el Secretario de Hacienda y Crédito Público ha dicho en distintas ocasiones que el PPEF 2021 considera ya la aplicación de ésta.

Por último, acciones extraordinarias son necesarias para poder alcanzar las estimaciones presentadas en los criterios generales y, a pesar de ser muy altas, no son imposibles. Asimismo, es muy importante mencionar viene año electoral que, como es costumbre cada trienio, será el proceso electoral más grande de la historia de nuestro país donde probablemente veremos alianzas que nunca hubiéramos creído reales hace un par de años, mientras tanto, seguiremos el proceso de aprobación del PPEF 2021.