El día sábado no solo fue un día negro en el futbol de México, lo fue para nuestro país, ya que es una fotografía de cómo se encuentra actualmente nuestra sociedad. De la barbarie que estamos viviendo como resultado de violencia, falta de respeto, valores, cultura y educación.
¿Qué es la violencia social?
La violencia social tiene varias expresiones, se puede dar por razones políticas, en las relaciones laborales, en las escuelas, vinculada a actitudes discriminatorias, maltrato sexual, tránsito vehicular. Sin dejar de mencionar el robo, secuestro, asalto. En donde hoy, desgraciadamente se incrementa visiblemente en eventos deportivos, porque esto no es nuevo, pero si ha ido aumentando considerablemente.
En los últimos años, la violencia ha llegado a ser un tema de gran preocupación tanto en el país como a nivel mundial, afectando la calidad de vida y salud mental de los individuos, deteriorando la situación económica, social y política de las naciones. México ocupa el cuarto lugar de los países con mayor puntuación de criminalidad en el mundo, de acuerdo con el Índice Global de Crimen Organizado 2021 elaborado por la Iniciativa Global contra el Crimen Organizado Transnacional.
Estamos ante un panorama un tanto adverso y alarmante, mismo que para lograr la seguridad de todos es crucial abordar la violencia desde un enfoque transdisciplinario, considerando un análisis completo de la complejidad humana y social. No obstante, la violencia al ser explicada y estudiada puede proporcionarnos distintos esquemas que nos permitan buscar salidas con la finalidad de evitarse. La seguridad es responsabilidad tanto individual como colectiva.
Y la impunidad, genera efectos perjudiciales, ya que es un cheque en blanco para los delincuentes como es el caso de México, en el que vemos cantidad de delitos suceder día a día sin un castigo, delincuentes apoderándose de las calles. Y, por el lado de las víctimas, deteriora hondamente la confianza, tanto respecto de las instituciones públicas, a los gobiernos y a la sociedad en su conjunto. Por la gravedad que reviste la problemática exige algún tipo de solución colectiva.
Actualmente en casi todas las sociedades, esta lucha es considerada responsabilidad de las autoridades policiales y judiciales y gobierno. Lo anterior, es un error que seguimos cometiendo generación tras generación, ya que corresponde a cada uno de nosotros, comenzando en nuestro principal núcleo familiar. En muchas de las ocasiones no advertimos lo habitual que esta se pueda tornar, al confundirla con amor y preocupación.
A manera de conclusión, habrá que elaborar estrategias que nos comprometan a todos en un proceso de concientización tomando la responsabilidad que nos corresponde como humanos con el máximo propósito de vivir en una sociedad pacifica, educar en una Cultura de Paz es favorecer un desarrollo humano sostenible, en el nivel individual, comunitario e internacional. La violencia radica en el interior de cada uno de nosotros, en donde lograr un proceso positivo nos dará la oportunidad de para vivir en un estado de progreso, justicia, respeto mutuo.
