“Una tragedia puede llegar a ser el mayor de nuestros bienes si nos la tomamos de una manera que nos permita crecer”, Louise Hay.
Despistado como suelen ser las personas abstraídas en sus pensamientos, en una ocasión Gustav Mahler fue al dentista por un fuerte dolor de muelas, sentado en el sillón del odontólogo, este le peguntó ¿Qué le duele? Un momento, y salió a la sala de espera donde su esposa aguardaba y le inquirió ¿cuál es la muela que me duele?
Es reflejo de la dependencia emocional que Mahler tenía de su esposa, compañera que en cierto modo contuvo su vida atormentada de dolor por la pérdida de los seres que más se aman. Las primeras décadas de su existencia transcurrieron en una cadena de duelos, perdió siete hermanos, el que más le conmovió fue la muerte de Ernst, un triste suceso que le afectó profundamente hasta el punto que su recuerdo le inspiró para impregnar la temática en muchas de sus obras. Más tarde, a Mahler y su esposa Alma Marie Schindler la muerte le arrebató a su hija María a quien llamaban Litzi cuando aún no cumplía los cinco años después de practicarle de emergencia una traqueotomía al agravársele la Difteria.
El compositor y director de orquesta austro bohemio cuyas obras junto con la de Richard Strauss se consideran de las más importantes del posromanticismo, tenía intensa dependencia emocional con su cónyuge, explicable en todos sentidos, su vida bordeada de tragedias familiares, traumas que para superarlas las descargó en la creatividad musical.
Alma, su esposa fue el ancla de amor que sostuvo su vida.
Mahler vivió con un agobio de muerte que trataba de borrar de su mente, amago que ejerció como catalizador de muchas de sus vivencias y sentimientos. Con antecedentes de una infancia bajo el dominio del temperamento dictatorial y violento de su padre, que además afectó a su madre y a sus hermanos, indujo al joven Gustav a ensimismarse en su interior como mecanismo de evasión a los arrebatos de su neurótico progenitor.
A pesar de su amor por Alma, la vida conyugal estuvo envuelta en diferencias en que la ganadora siempre fue su esposa, le reprochaba la temática de algunas composiciones inspiradas en Lieders (del alemán lied, canción) “Kindertotenlieder” de muertes infantiles.
Pero Alma Schindler ocultaba que la muerte de su pequeña Litzi, también le había afectado lo más íntimo de su ser.
Mientras el compositor estaba absorto en la música, Alma buscó retiro en Austria. En búsqueda de consuelo cayó en brazos del joven arquitecto Walter Gropu de quien se embarazó para luego sufrir un aborto. Después de la muerte de Mahler contrajo matrimonio con Walter de donde nació su hija Manon recordando a la heroína de Puccini, hija que murió a los l8 años víctima de poliomielitis. Alma, hija de un pintor ilustre fue una bella mujer apasionada que queriendo desarrollar su arte, terminó siendo musa de grandes artistas.
Gustav Mahler es uno de los compositores más grandes de la música, de una fuerza explosiva en la historia del movimiento judío, autor de nueve sinfonías completas y la monumental “La canción de la Tierra” su existencia fue una búsqueda de darle sentido al sufrimiento humano.
Gustav Mahler murió a los 50 años en mayo 1911. Alma Schindler con tres matrimonios y tres divorcios falleció en Nueva York en diciembre de 1964 a la edad de 84 años.
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