Por: Victor Luis Muro Salinas.
“Tú naciste siendo un ganador pero para ganar debes planear ganar, estar preparado para ganar y esperar ganar.”
Zig Ziglar.
He llegado a la conclusión de que la mayoría de los problemas que me son planteados y los que se viven a diario en la oficina tienen una causa muy parecida: No sabemos a dónde vamos.
Ha sido tan promovida la frase de “vive hoy” que queremos aplicarla en todo momento y en cualquier tema, aunque quizá sólo debía utilizarse para darse cuenta que el presente es muy importante, pero recuerde, no es lo único.
Hay muchas frases que hacen referencia a que las decisiones que se toman el día de hoy son la construcción del futuro que viviremos mañana, pero a veces se puede observar que las decisiones de hoy sólo son para pasar el día de hoy, y nunca se contemplan las consecuencias que se vivirán después.
Así que cuando las personas llegan a la oficina con algún problema lo primero que pienso es: ¿Qué fue lo que causó esto? ¿Por qué no hicimos algo con mayor rapidez? Es más… ¿Por qué no alertamos sobre la situación de manera previa?
La búsqueda de respuestas es continua, y la obtención de las mismas nunca es lo suficientemente adecuada, pues no hay causas iguales para problemas que parecen similares, pero lo que si se convierte en un factor compartido o repetido es el hecho de que en lo general las personas perdieron el objetivo, es decir, se confundieron al creer saber a dónde van.
Puede ser que usted piense que esto no le sucede, y quizá sea así, pero esté es un síntoma que se presenta después de varios años de trabajo, es decir, en empresarios que ya no son tan jóvenes, cuando la fuerza comienza a disminuir, pero los conocimientos parecen ser más que suficientes como para ya no preguntar, consultar y mucho menos estudiar.
Ya que se considera que las experiencias previas dan todos los elementos para seguir, hasta que pasa algo que no se puede negar, que ya es imposible dejar de ver, que no se puede ocultar, y es en ese momento cuando la realidad se presenta en una forma tan fuerte y devastadora que es inevitable hacer la pregunta: ¿Cómo fue que llegue aquí? ¿A esta situación?
Por lo que hasta entonces se ve claro que el camino ha presentado demasiadas opciones, y seguramente la que se tomó no fue la mejor, pero si se es un poco consciente, no hay más que reconocer el error y buscar la solución. ¿Cuál sería esta?
La solución será planear, como disminuir los efectos negativos y cómo aumentar los efectos positivos, en el menor tiempo posible, y siendo conscientes de que la medida significará seguramente un sacrificio personal importante. En pocas palabras la solución es planear. ¿Es necesario llegar a un punto crítico para comenzar a hacerlo? Claro que no, pues mientras lo haga a edad más temprana y con la adecuada seriedad, sus resultados siempre serán mejores. Comentarios y sugerencias: vmurosal@prodigy.net.mx o bien en twitter: @victorlmuro
