/ miércoles 3 de febrero de 2021

Esperanza de 4ta

Se les dijo, se les aviso. El único detente que le ha funcionado a López Obrador han sido el parar las obras y el progreso en beneficio de México. Todos sabíamos que no debíamos confiar en lo que el gobierno nos decía. Nuestro corazoncito ya imaginaba una serie de obras que pudieran sobrepasar las anclas de este gobierno de 4ta. Más tardamos en contarnos esta mentira que en caer redonditos en la esperanza de tener obras, empezando por aquella que tiene más de veinte años prometiéndola.

Y es que fue desde noviembre pasado que se anunció con bombo y platillo, la iniciativa privada con el gobierno de la república una serie de obras entre la que destacaba el tren México Querétaro, a iniciar su construcción en junio de este año. Y pues a menos de cuatro meses de que se inicie tal como se prometió, no ha existido hasta el momento un mensaje importante de la iniciativa privada que quiera participar en este proyecto. Peor aún dentro de las muchas opacidades del gobierno en turno, este proyecto aún no define el tipo de tren que se manejara.

Es decir, en aquel lejano 2014 donde aún reíamos sobre las puntadas del entonces presidente y galán de telenovela Peña Nieto, se proponía un tren de alta velocidad, que viajaría a 300 km/hr, sin embargo la actual administración, la cual dejó de dar risa desde hace mucho tiempo, busca que el proyecto sea de una velocidad no mayor a la de 200 km/hr, esto para poder utilizar el actual derecho de vía e infraestructura, ya saben ahorrar en proyectos importantes, pero no fuera necesario quitar un cerro que se atraviesa en la pista, porque ahí si se tiene todo el dinero necesario. Prioridades.

Cuando Keops, segundo faraón de la 4ta dinastía, ordenó la construcción de la pirámide que hoy lleva su nombre 4500 años después, generó la economía suficiente para poder ser aclamado como la obra más importante de su tiempo, sin embargo terminándose la obra y sepultando ahí al faraón, la pirámide no sirvió de nada más. Exacto, pareciera que la historia de hace 4 milenios hoy se repite a la mexicana. El desdén de decir que perforar un pozo o realizar una carretera es tan simple que cualquier persona lo puede hacer, hoy ha dado resultados, si ya se han visto que las obras realizadas por el pueblo sin ningún respaldo “neoliberal” si ese que estudió por lo menos cuatro años para poder determinar lo mejor para cada obra, ingenieros y arquitectos, el resultado son caminos que apenas unos días después se desquebraja sin mayor maltrato.

Neta que las prioridades de este gobierno encabezado por nuestro viejito favorito loco, empujado por aquellos aduladores que no saben decir no a una realidad palpante, nos da un tanto de pena ajena, pero eso es ahora, en un futuro no muy lejano el reto es enorme para aquellos que quieran arreglar el pedo en donde nos estamos metiendo. Pero bien dicen que la esperanza muere al último, esperemos que la 4ta se acabe pronto y podamos recuperar el territorio de todos.

Se les dijo, se les aviso. El único detente que le ha funcionado a López Obrador han sido el parar las obras y el progreso en beneficio de México. Todos sabíamos que no debíamos confiar en lo que el gobierno nos decía. Nuestro corazoncito ya imaginaba una serie de obras que pudieran sobrepasar las anclas de este gobierno de 4ta. Más tardamos en contarnos esta mentira que en caer redonditos en la esperanza de tener obras, empezando por aquella que tiene más de veinte años prometiéndola.

Y es que fue desde noviembre pasado que se anunció con bombo y platillo, la iniciativa privada con el gobierno de la república una serie de obras entre la que destacaba el tren México Querétaro, a iniciar su construcción en junio de este año. Y pues a menos de cuatro meses de que se inicie tal como se prometió, no ha existido hasta el momento un mensaje importante de la iniciativa privada que quiera participar en este proyecto. Peor aún dentro de las muchas opacidades del gobierno en turno, este proyecto aún no define el tipo de tren que se manejara.

Es decir, en aquel lejano 2014 donde aún reíamos sobre las puntadas del entonces presidente y galán de telenovela Peña Nieto, se proponía un tren de alta velocidad, que viajaría a 300 km/hr, sin embargo la actual administración, la cual dejó de dar risa desde hace mucho tiempo, busca que el proyecto sea de una velocidad no mayor a la de 200 km/hr, esto para poder utilizar el actual derecho de vía e infraestructura, ya saben ahorrar en proyectos importantes, pero no fuera necesario quitar un cerro que se atraviesa en la pista, porque ahí si se tiene todo el dinero necesario. Prioridades.

Cuando Keops, segundo faraón de la 4ta dinastía, ordenó la construcción de la pirámide que hoy lleva su nombre 4500 años después, generó la economía suficiente para poder ser aclamado como la obra más importante de su tiempo, sin embargo terminándose la obra y sepultando ahí al faraón, la pirámide no sirvió de nada más. Exacto, pareciera que la historia de hace 4 milenios hoy se repite a la mexicana. El desdén de decir que perforar un pozo o realizar una carretera es tan simple que cualquier persona lo puede hacer, hoy ha dado resultados, si ya se han visto que las obras realizadas por el pueblo sin ningún respaldo “neoliberal” si ese que estudió por lo menos cuatro años para poder determinar lo mejor para cada obra, ingenieros y arquitectos, el resultado son caminos que apenas unos días después se desquebraja sin mayor maltrato.

Neta que las prioridades de este gobierno encabezado por nuestro viejito favorito loco, empujado por aquellos aduladores que no saben decir no a una realidad palpante, nos da un tanto de pena ajena, pero eso es ahora, en un futuro no muy lejano el reto es enorme para aquellos que quieran arreglar el pedo en donde nos estamos metiendo. Pero bien dicen que la esperanza muere al último, esperemos que la 4ta se acabe pronto y podamos recuperar el territorio de todos.