/ martes 26 de febrero de 2019

Estancias infantiles

El pasado miércoles 20 de febrero de 2019, el Auditor Superior de la Federación presentó a la Cámara de Diputados diversos informes individuales respecto de la cuenta pública 2017. En uno de ellos se señaló que las guarderías de SEDESOL, mejor conocida como estancias infantiles, carecen de indicadores que permitan identificar el desarrollo integral de los niños y que no se demostró que cumplieran con los criterios y requisitos de seguridad establecidos en las reglas de operación, así como la capacitación de los responsables en materias de protección civil. Ver en http://www.asf.gob.mx/uploads/55_Informes_de_auditoria/Mensaje_ASF_Entrega_2017_20_02_19.pdf

Quizás el informe de referencia influyó en la decisión del Presidente de México de cancelar el Programa de Estancias Infantiles para apoyar a Madres Trabajadoras, que funcionaba otorgando una cantidad de dinero a los administradores de tales centros y, en su lugar, creó el Programa de Apoyos para el Bienestar de Niñas y Niños Hijos de Madres Trabajadoras, cuyas reglas de operación fueron publicadas por la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria, destacando que el gobierno dará dinero a los tutores (madres o padres de los infantes) y ellos decidirán si inscriben, bajo su propio riesgo, a sus hijos en las otrora estancias infantiles. Cabe señalar que el apoyo no se canceló, se dará directamente, sin intermediarios, en concordancia con la Política Nacional Anticorrupción y las mejores prácticas internacionales, a efecto de disminuir el riesgo de que haya desvío de recursos.

El próximo cinco de junio se cumple una década del trágico siniestro ocurrido en la guardería ABC, en Hermosillo, Son., en donde la negligencia, la irresponsabilidad y la ambición se impusieron y derivaron en la muerte de 49 niños y lesiones en más de cien, cuya cicatriz los perseguirá el resto de su vida; todos tenían entre cinco meses y cinco años de edad. Los niños murieron quemados; sí, consumidos por el fuego. Resulta que el recinto que fungía como guardería no contaba con los requerimientos propios de una estancia infantil. (Es irrelevante que la ABC era subrogada del IMSS).

Ciertamente, las guarderías hacen un indispensable trabajo para el desarrollo del menor, pues en ellas aprenden a socializar, a convivir y a desarrollar su primera infancia, pero antes debe satisfacerse su necesidad de estar seguros. Maslow decía que luego de las fisiológicas, debían satisfacerse las necesidades de seguridad y, en seguida, las de socialización o vinculación con el entorno.

El Gobierno de México ha involucrado a la sociedad. Ahora, será corresponsabilidad de cada madre, padre o tutor decidir el lugar en el que los infantes se encontrarán mientras ellos trabajan; decidirán si lo ingresan a la guardería; deberán ponderar las medidas de seguridad que esta le brinda a su hijo.

No queremos otra desgracia como la ocurrida en Sonora. Queremos lo mejor para la infancia mexicana. Deberá encontrarse el justo medio con la participación de la sociedad, pues la evidencia empírica demuestra que los grandes cambios sociales, institucionales y democráticos, no vienen solamente con la voluntad política de los gobernantes, sino con el involucramiento activo de la sociedad haciendo sinergia e impulsando el quehacer gubernamental. Además, es necesario señalar que no todas las estancias infantiles carecen de lo elemental, pues algunas resultan ser muy buenas.

En el centro de la discusión debe estar el bienestar, la seguridad y el adecuado desarrollo del infante. Por tanto, pregunto: ¿ante la razonable posibilidad de siniestros en las estancias infantiles, vale la pena que sigan operando como están? ¿Usted encargaría a sus hijos a personas no aptas para tal tarea?

germanrodriguez32@hotmail.com

El pasado miércoles 20 de febrero de 2019, el Auditor Superior de la Federación presentó a la Cámara de Diputados diversos informes individuales respecto de la cuenta pública 2017. En uno de ellos se señaló que las guarderías de SEDESOL, mejor conocida como estancias infantiles, carecen de indicadores que permitan identificar el desarrollo integral de los niños y que no se demostró que cumplieran con los criterios y requisitos de seguridad establecidos en las reglas de operación, así como la capacitación de los responsables en materias de protección civil. Ver en http://www.asf.gob.mx/uploads/55_Informes_de_auditoria/Mensaje_ASF_Entrega_2017_20_02_19.pdf

Quizás el informe de referencia influyó en la decisión del Presidente de México de cancelar el Programa de Estancias Infantiles para apoyar a Madres Trabajadoras, que funcionaba otorgando una cantidad de dinero a los administradores de tales centros y, en su lugar, creó el Programa de Apoyos para el Bienestar de Niñas y Niños Hijos de Madres Trabajadoras, cuyas reglas de operación fueron publicadas por la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria, destacando que el gobierno dará dinero a los tutores (madres o padres de los infantes) y ellos decidirán si inscriben, bajo su propio riesgo, a sus hijos en las otrora estancias infantiles. Cabe señalar que el apoyo no se canceló, se dará directamente, sin intermediarios, en concordancia con la Política Nacional Anticorrupción y las mejores prácticas internacionales, a efecto de disminuir el riesgo de que haya desvío de recursos.

El próximo cinco de junio se cumple una década del trágico siniestro ocurrido en la guardería ABC, en Hermosillo, Son., en donde la negligencia, la irresponsabilidad y la ambición se impusieron y derivaron en la muerte de 49 niños y lesiones en más de cien, cuya cicatriz los perseguirá el resto de su vida; todos tenían entre cinco meses y cinco años de edad. Los niños murieron quemados; sí, consumidos por el fuego. Resulta que el recinto que fungía como guardería no contaba con los requerimientos propios de una estancia infantil. (Es irrelevante que la ABC era subrogada del IMSS).

Ciertamente, las guarderías hacen un indispensable trabajo para el desarrollo del menor, pues en ellas aprenden a socializar, a convivir y a desarrollar su primera infancia, pero antes debe satisfacerse su necesidad de estar seguros. Maslow decía que luego de las fisiológicas, debían satisfacerse las necesidades de seguridad y, en seguida, las de socialización o vinculación con el entorno.

El Gobierno de México ha involucrado a la sociedad. Ahora, será corresponsabilidad de cada madre, padre o tutor decidir el lugar en el que los infantes se encontrarán mientras ellos trabajan; decidirán si lo ingresan a la guardería; deberán ponderar las medidas de seguridad que esta le brinda a su hijo.

No queremos otra desgracia como la ocurrida en Sonora. Queremos lo mejor para la infancia mexicana. Deberá encontrarse el justo medio con la participación de la sociedad, pues la evidencia empírica demuestra que los grandes cambios sociales, institucionales y democráticos, no vienen solamente con la voluntad política de los gobernantes, sino con el involucramiento activo de la sociedad haciendo sinergia e impulsando el quehacer gubernamental. Además, es necesario señalar que no todas las estancias infantiles carecen de lo elemental, pues algunas resultan ser muy buenas.

En el centro de la discusión debe estar el bienestar, la seguridad y el adecuado desarrollo del infante. Por tanto, pregunto: ¿ante la razonable posibilidad de siniestros en las estancias infantiles, vale la pena que sigan operando como están? ¿Usted encargaría a sus hijos a personas no aptas para tal tarea?

germanrodriguez32@hotmail.com