Estimado lector, seguramente a lo largo de las últimas dos semanas ha estado escuchando o viendo por diversos medios la palabra “Estanflación” y con ello probablemente algunas dudas han surgido, espero poder resolver o, en el mejor de los casos, despertar muchas más dudas que lo orillen a hacer su propia investigación.
Primero, debemos saber que la inflación es el alza generalizada y sostenida de los precios de los bienes y servicios, por lo anterior es muy importante saber que el alza en el precio de uno o varios (pocos) productos no es inflación, esta variación de precios debe ser de manera general, es decir, en muchos bienes y servicios.
Ahora bien, el concepto “Estanflación” es un término económico que, grosso modo, combina dos escenarios muy complejos en la economía de un país: 1) inflación elevada y cuya tendencia no cede ante políticas monetarias aplicadas por los bancos centrales y, 2) estancamiento o decrecimiento en la economía nacional.
Para el primer escenario (inflación alta) se cuenta con la política monetaria que, en términos generales, es el conjunto de acciones que el banco central (BANXICO en el caso de nuestro país) lleva a cabo para poder controlar la inflación. El cambio en la Tasa de Interés Interbancaria (tasa objetivo o de referencia) es la herramienta más conocida para tratar con la inflación, ¿cómo funciona? Dado que la Tasa de interés interbancaria es usada como referencia para la banca comercial podemos decir que si la tasa de referencia disminuye los créditos serán más baratos por lo que estos serán más demandados y habrá más dinero para consumir, por el contrario, si la tasa de referencia aumenta los créditos serán más caros, lo que desincentivará la demanda de créditos y por ende el consumo disminuirá, lo que liberaría presión en los precios de los bienes y servicios.
Ahora bien, el segundo escenario (decrecimiento o estancamiento en la economía) ha estado presente en la economía de nuestro país prácticamente desde el inicio de la nueva administración del presidente Andrés Manuel. Sí, hubo repuntes en la economía durante los primeros dos trimestres de este año, pero estos fueron resultado de que estos periodos son en comparación con los mismos pero del año anterior, recordemos que para el segundo trimestre del 2020 se dio el cierre generalizado de las actividades económicas en nuestro país, por lo que crecer no sería un problema. Ahí podríamos aplicar el dicho que nos dice que más abajo del suelo no se puede caer.
La semana pasada el INEGI dio datos muy importantes y desalentadores para la economía en nuestro país: 1) la inflación a la 1era quincena de noviembre alcanzó una tasa anual de 7.05% (la más alta en 20 años); 2) el PIB tuvo una caída de 0.4% durante el tercer trimestre del año, esto en comparación con el trimestre inmediato anterior (lo que nos dicta una clara desaceleración y estancamiento en el desempeño de la economía mexicana) y; 3) El Índice Global de Personal Ocupado de los Sectores Económicos presentó un nivel de 105.9 puntos, lo que representó un decremento de 0.3% con relación al mes inmediato anterior. Es decir, dada la información expuesta en supra líneas, nos queda claro una cosa: la economía no va por buen camino y no se ve como se pueda resolver esta situación, por ello y, recordando que “Estanflación” combina estancamiento o decrecimiento económico con inflación alta y descontrolada, es que muchos economistas nos dicen que este fenómeno está a la vuelta de la esquina, habremos de esperar como termina la inflación de este año para poder decir si efectivamente estamos o no en un proceso de estanflación.
Para concluir, es evidente, pues los bolsillos de todos los mexicanos han resentido el aumento de precios, mismo que no se había presentado de esta manera en 20 años. Para dar más contexto, la inflación objetivo del BANXICO para este año se estimaba entre 2% y 4%, actualmente se encuentra casi al doble de lo previsto.
Adicionalmente, el mercado ha visto con mucha incertidumbre a México, pues entre todo el tema coyuntural ahora nos encontramos con la probable noticia de que quien llevará las riendas del BANXICO no cuenta con el perfil adecuado (no hablo del 10% capacidad y 90% honestidad). No nos queda de otra más que apretarnos el cinturón, tomar decisiones conservadoras respecto al gasto y no contratar mucha deuda, pues es inminente que el BANXICO siga aumentando su tasa de referencia para tratar de controlar la inflación.