“La cultura es lo que, en la muerte, continúa siendo la vida”; André Malraux
Como todos los seres vivos, el hombre es evolutivo al presentar cambios de caracteres fenotípicos y genéticos a través de las generaciones que han producido biodiversidad a partir de la evolución molecular. Empero, no solo es el cuerpo, por encima está el pensamiento desplegado a través del tiempo.
Materia y mente han dado origen a tradiciones y costumbres. Términos que van de la mano al compartir semejanzas con diferencias que suelen confundir. Si la tradición es una idea, hecho o creencia que pasa de una generación a otra, costumbre es una práctica común de un individuo o de personas, ambos son parte de la estructura de la cultura de los pueblos. Concepto duro de exponer al hacer referencia a que en 1952, Alfred Kroeber y Clyde Kluckhohn recopilaron una lista de 164 definiciones de cultura en Cultura con más de 250 clasificaciones distintas.
La Cultura es evolutiva bajo la condición que se conserve el patrimonio histórico, material e intelectual de cada época. Construir y no destruir, reza un proverbio. La cultura es creciente al nutrirse de otras creando nuevas manifestaciones ilustrativas. Una muestra son estos días del año.
La fusión de las tradiciones del día de todos los Santos y el día de difuntos con el Halloween o noche de brujas, el Samhain de origen celta de la etapa pagana de Europa y su conversión al cristianismo con similitudes con el sincretismo entre las tradiciones amerindias prehispánicas y la cristianización de México y la mayoría de los países al sur del nuestro por los españoles.
Evolutivas como son las tradiciones y las costumbres, en esta era de la comunicación instantánea y la globalización, en una sola generación suceden cambios sustanciales. La celebración festiva a costa de burlarnos de la muerte ha olvidado el rigor y el recato litúrgico religioso de no hace mucho. Se han resucitado tradiciones indígenas como el uso de flores de cempaxúchitl. En uso está la “Calavera Garbancera” (1873) de J. Guadalupe Posadas con la idea del ilustre grabador de representar a indígenas que vendían garbanzo ataviadas con sombrero de plumas a la moda europea de entonces, imagen que Diego Rivera rebautizó como “Catrina”, Invocando espíritus imaginarios y carcajearnos del final de la vida, hemos creado un coctel de festividades y de fechas (Halloween 31 de octubre; Todos santos 1 de noviembre y Día de los fieles difuntos el día 2) dominado por la comercialización de lo que en un tiempo fue época de rezos y cavilación. Pero el “homo unversalis” de Leonardo de Vinci jamás desaparecerá.
