Las autoridades han venido utilizando el uso de la tecnología para mejorar el control efectivo de los gastos realizados por los causantes de impuestos. De esta forma la autoridad puede llevar a cabo el cruce electrónico de todo tipo de información fiscal que le arroja frutos indiscutibles y logra en tiempo real la verificación de datos de las operaciones que los contribuyentes realizan mediante todo tipo de transacciones las cuales quedan registradas y reportadas al momento en los sistemas de control tributario.
En los últimos años la autoridad han impulsado reformas fiscales principalmente por los requerimientos impostergables de la globalización, lo cual nos permite contar con instituciones modernas y competitivas con las de otros países, lo anterior nos permite utilizar las nuevas tecnologías para evitar la corrupción y especialmente combatir la evasión fiscal. Por ello el SAT usando nuevas plataformas cibernéticas genera una serie de requerimientos de información a los contribuyentes y retenedores de impuestos, con el objeto de contar con una gran banco de datos el cual por medio del cruce electrónico permita establecer la confiabilidad de la información que cada contribuyente proporciona en las diferentes declaraciones informativas que debe presentar a la autoridad, así como en sus declaraciones de impuestos.
Las plataformas informáticas poco a poco se han perfeccionando permitiendo a las autoridades detectar de inmediato errores o distorsión en la información proporcionada, por lo cual la autoridad puede llevar a cabo la expedición de requerimientos para aclarar los datos inconsistentes. Estas herramientas electrónicas cada día se están mejorando para detectar cualquier manipulación o error en cual puede incurrir el contribuyente, teniendo como objetivo la fiscalización inmediata de las operaciones realizadas.
De esta forma la autoridad ha detectado la emisión de facturas por transacciones inexistentes o operaciones fraudulentas, tendientes a generar gastos deducibles para disminuir el pago de impuestos, lo que le ha permitido a la autoridad requerir a contribuyentes el pago de varios miles de millones de pesos omitidos por pago de impuestos y a los responsables de estas acciones perseguirlos por fraude fiscal y/o delincuencia organizada.
Hoy las famosas planeaciones fiscales deben ser sometidas a consideración de la autoridad, para que esta verifique su legalidad y solo bajo estas condiciones será licito aplicarlas, de lo contrario el contribuyente y el asesor fiscal podrán enfrentar sanciones no solo fiscales sino hasta penales. Esta acción no es producto del genio de los fiscalistas gubernamentales, pues se aplica exitosamente en otros países para ir detectando las lagunas de la ley de las que se aprovechan los contribuyentes para pagar menos impuestos.
Desde hace algunos años ninguna cuenta bancaria o de instituciones que pertenezcan al sistema financiero mexicano son ajenas al fisco, todas ellas hasta las escolares o de amas de casa son fiscalizadas y permiten a la autoridad detectar de donde proviene el ingreso para verificar si pago impuestos. Incluso las tarjetas de crédito o departamentales, así como cualquier instrumento de pago o de recepción de dinero por medio electrónico tienen las mismas condiciones de fiscalización por parte de la autoridad.
La acción final para lograr tener un control tributario casi perfecto será desaparecer el dinero en efectivo y realizar solamente transacciones por medios electrónicos, complementada esta acción con la expedición de un documentos único de identificación obligatorio para todos los mexicanos, así como algunas acciones adicionales que ya están en proceso de implementación. Hay quienes piensan que esto es imposible pero al contrario todas estas acciones es posible llevarlas a cabo con los avances tecnológicos contemporáneos.
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