/ domingo 23 de agosto de 2020

Historia Natural de la Enfermedad

“La magnitud de la epidemia de Covid-19 en México está subestimada y una de las razones principales es el bajo número de pruebas de diagnóstico que se realizan.” OMS 21 agosto.

En la vida nada es estático, sabemos de la evolución de las especies que dio origen al homo sapiens; común es hablar del cambio social o cultural; de la evolución conductual y biológica del niño hasta la madurez; etc. Así como los seres vivos se desarrollan y transforman gradualmente pasando de un estado a otro, en las enfermedades acaece lo mismo. Si dejáramos a un enfermo evolucionar sin la intervención médica, ineludiblemente tendría que ocurrir un desenlace. Una resolución hacia la curación, o a convertirse en crónica, o a la muerte. Es lo que llamamos “Historia natural de la enfermedad.”

Semejante sucede en la salud pública, una epidemia o pandemia tiene una evolución natural. En un artículo reciente del Dr. Fernando Baquero Mochales, fundador del Servicio de Microbiología del Hospital Santiago Ramón y Cajal de Madrid, refiriéndose a la Historia Natural de las Epidemias escribe: “…en realidad es una de las escenas del teatro evolutivo que se caracteriza por la intervención dinámica de las especies que aparecen en ella” (el agente microbiano y el hombre.) Una etapa natural de la vida del género humano.

Elemental, el objetivo de la intervención médica es abolir o reducir en lo posible os síntomas y síntomas y acortar el curso hacia la curación. Por observancias previas de hace siglos, si dejáramos a la pandemia de la covid-19 seguir su curso natural, llegaría a acabarse por sí sola a costa de millones de muertes. Simplificando, partiendo que los sujetos infectantes son los enfermos y los portadores asintomáticos, al curar o superar la virosis sin manifestaciones clínicas, en adelante por la inmunidad adquirida, dejan de transmitir el SARS-CoV-2, por lo mismo, tarde o temprano disminuirán los contagios hasta desaparecer la pandemia.

En las inciertas gráficas oficiales de la evolución de la pandemia en nuestro país, ahora sí la curva epidémica tiende a aplanarse, queda atrás el “se aplastó la curva,” (AMLO el 29 de abril cuando la SSa reportaba poco menos de mil muertes.) Empero, el pesimismo de la OMS sobre México es por las pocas (poquísimas) pruebas diagnósticas que se efectúan, en consecuencia las cifras son irreales. Asimismo al no realizar un rastreo de los contactos de quienes resultasen positivos para que entren en cuarentena y dejen de infectar a más personas, están demorando la recuperación a la salud comunitaria.

En mi opinión, la actitud del gobierno de la 4T es la responsable de miles de muertes que se hubieran evitado si se cumplieran las recomendaciones de la OMS.

“La magnitud de la epidemia de Covid-19 en México está subestimada y una de las razones principales es el bajo número de pruebas de diagnóstico que se realizan.” OMS 21 agosto.

En la vida nada es estático, sabemos de la evolución de las especies que dio origen al homo sapiens; común es hablar del cambio social o cultural; de la evolución conductual y biológica del niño hasta la madurez; etc. Así como los seres vivos se desarrollan y transforman gradualmente pasando de un estado a otro, en las enfermedades acaece lo mismo. Si dejáramos a un enfermo evolucionar sin la intervención médica, ineludiblemente tendría que ocurrir un desenlace. Una resolución hacia la curación, o a convertirse en crónica, o a la muerte. Es lo que llamamos “Historia natural de la enfermedad.”

Semejante sucede en la salud pública, una epidemia o pandemia tiene una evolución natural. En un artículo reciente del Dr. Fernando Baquero Mochales, fundador del Servicio de Microbiología del Hospital Santiago Ramón y Cajal de Madrid, refiriéndose a la Historia Natural de las Epidemias escribe: “…en realidad es una de las escenas del teatro evolutivo que se caracteriza por la intervención dinámica de las especies que aparecen en ella” (el agente microbiano y el hombre.) Una etapa natural de la vida del género humano.

Elemental, el objetivo de la intervención médica es abolir o reducir en lo posible os síntomas y síntomas y acortar el curso hacia la curación. Por observancias previas de hace siglos, si dejáramos a la pandemia de la covid-19 seguir su curso natural, llegaría a acabarse por sí sola a costa de millones de muertes. Simplificando, partiendo que los sujetos infectantes son los enfermos y los portadores asintomáticos, al curar o superar la virosis sin manifestaciones clínicas, en adelante por la inmunidad adquirida, dejan de transmitir el SARS-CoV-2, por lo mismo, tarde o temprano disminuirán los contagios hasta desaparecer la pandemia.

En las inciertas gráficas oficiales de la evolución de la pandemia en nuestro país, ahora sí la curva epidémica tiende a aplanarse, queda atrás el “se aplastó la curva,” (AMLO el 29 de abril cuando la SSa reportaba poco menos de mil muertes.) Empero, el pesimismo de la OMS sobre México es por las pocas (poquísimas) pruebas diagnósticas que se efectúan, en consecuencia las cifras son irreales. Asimismo al no realizar un rastreo de los contactos de quienes resultasen positivos para que entren en cuarentena y dejen de infectar a más personas, están demorando la recuperación a la salud comunitaria.

En mi opinión, la actitud del gobierno de la 4T es la responsable de miles de muertes que se hubieran evitado si se cumplieran las recomendaciones de la OMS.