/ viernes 26 de julio de 2019

Ingenioso Hidalgo

Análisis Sociológico del Quijote

Maria de Lourdes Royano de la Universidad de Cantabria, realiza un estudio muy interesante desde el punto de vista de una interpretación sociológica del Quijote. Comenta que al hablar de El Quijote de Cervantes es una hazaña si queremos acercarnos mínimamente a su riqueza. Propone emular al hidalgo luchando con molinos de tiempo. La obra más grande de la literatura española lo es precisamente por los significados que encierra, lo bien escrita que está y los mensajes inagotables que tiene entre sus páginas para los lectores de todos los tiempos. Representa los ideales de Cervantes la libertad y la victoria. En cuanto a la libertad no era precisamente la característica de España. Para Martín de Riquer el episodio de los galeotes es uno de los más acertados y más famosos del libro. El trabajo de Antonio Rey Hazas, Premio Vasconcelos 2013, afirma: “Tratar el tema de la libertad en Cervantes no ofrece, como es sabido, novedad alguna. No es nuestro propósito, por eso, enumerar la frecuencia de su aparición ni desarrollar sus implicaciones culturales, artísticas o filosóficas, sino analizar el mecanismo que hace de la libertad el eje literario de la obra cervantina, el centro medular sobre el que gira buena parte de su portentosa creación, sobre todo por lo que a la quijotesca se refiere, tanto en lo que el texto dice como en lo que hace, tanto por lo que atañe a sus personajes como por lo que afecta al autor y a los lectores. Desde dentro y desde fuera, teórica y prácticamente, en la visión del mundo y en la concepción estética, en la caracterización del personaje y en su percepción de la realidad, la libertad es, en suma, la clave de la poética cervantina.” Veamos el episodio de los galeotes según lo cuenta Rey Hazas: “El caballero y Sancho encuentran en su deambular una “cadena de galeotes”, unos cuantos delincuentes encadenados que caminan hacia la costa para cumplir su condena en las galeras reales. Nada más verles, ante la afirmación de Sancho de que son gente forzada del rey, que va a las galeras y el caballero de la Triste Figura se pregunta: ¿Como gente forzada? ¿Es posible que el rey haga fuerza a ninguna gente? es gente que por sus delitos va condenada a servir al rey en las galeras, por la fuerza. Es un defensor del mundo mítico de la Edad de Oro en la barroca edad de hierro en que le tocó vivir, ya que Don Quijote aboga por una sociedad ideal en la que no exista propiedad privada, en la que la naturaleza dé por sí misma, sin necesidad de trabajar, sustento suficiente para todos los seres humanos, y en la que, en consecuencia, no haya necesidad de jueces ni de justicia. Idealismo utópico, sin duda; pero también rechazo simultáneo de todo sistema autoritario, de cualquier imposición violenta de un hombre sobre otro. Para Miguel de Cervantes la libertad está por encima de todo. Con su acción compensa una ley que no siempre es justa. Intenta ayudar al necesitado incluso cuando esa persona reconoce su falta. Porque hasta los condenados del tiempo de Cervantes son tan nobles y justos que reconocen sus faltas y delitos. Pero la actitud de nuestro caballero es compensatoria. Con su acción compensa todas las veces que se ha castigado a inocentes. Como afirma Fredo Arias y de la Canal: Miguel de Cervantes nos ha legado un testimonio literario inmortal a través de la ironía alegórica presente sobre todo en la primera parte de El Quijote, del anhelo de libertad, que a pesar de todas las imposiciones, todavía existía en España. Es el Quijote el efecto de una causa. La causa fue la intransigencia inquisitorial, el efecto fue la fina burla que de los preceptos católicos hizo este genio universal, que no se conformó con aminorar la fuerza del dogma con su burla, sino que afirmó los valores existenciales que hicieran posible la reconquista del territorio peninsular, a los que Ortega y Gasset denominó el módulo hispánico. La inquisición, la libertad, los preceptos católicos y la ironía son manejados primorosamente por Cervantes a lo largo de la obra. Finalmente la victoria, El Quijote no presume de vencer, al contrario, parece que la novela insiste en demostrar la locura de los ideales nobles del protagonista que se enfrenta y pierde en todo tipo de causas. Pocas veces encontramos la consecución de un gran ideal o un motivo de orgullo de Don Quijote. Quizá una de esas pocas veces es el orgullo de pelear en una gran batalla por la fe. Una guerra que Cervantes considera noble. Veamos las palabras de Don Juan de Austria: "Hijos, a morir hemos venido, o a vencer si el cielo lo dispone. No deis ocasión para que el enemigo os pregunte con arrogancia impía ¿Dónde está vuestro Dios? Pelead en su santo nombre, porque muertos o victoriosos, habréis de alcanzar la inmortalidad". “Lo importante no es ganar o perder, sino luchar por nuestros ideales, Caballero de la Triste Figura”. Twitter: @ArellanoRabiela

Análisis Sociológico del Quijote

Maria de Lourdes Royano de la Universidad de Cantabria, realiza un estudio muy interesante desde el punto de vista de una interpretación sociológica del Quijote. Comenta que al hablar de El Quijote de Cervantes es una hazaña si queremos acercarnos mínimamente a su riqueza. Propone emular al hidalgo luchando con molinos de tiempo. La obra más grande de la literatura española lo es precisamente por los significados que encierra, lo bien escrita que está y los mensajes inagotables que tiene entre sus páginas para los lectores de todos los tiempos. Representa los ideales de Cervantes la libertad y la victoria. En cuanto a la libertad no era precisamente la característica de España. Para Martín de Riquer el episodio de los galeotes es uno de los más acertados y más famosos del libro. El trabajo de Antonio Rey Hazas, Premio Vasconcelos 2013, afirma: “Tratar el tema de la libertad en Cervantes no ofrece, como es sabido, novedad alguna. No es nuestro propósito, por eso, enumerar la frecuencia de su aparición ni desarrollar sus implicaciones culturales, artísticas o filosóficas, sino analizar el mecanismo que hace de la libertad el eje literario de la obra cervantina, el centro medular sobre el que gira buena parte de su portentosa creación, sobre todo por lo que a la quijotesca se refiere, tanto en lo que el texto dice como en lo que hace, tanto por lo que atañe a sus personajes como por lo que afecta al autor y a los lectores. Desde dentro y desde fuera, teórica y prácticamente, en la visión del mundo y en la concepción estética, en la caracterización del personaje y en su percepción de la realidad, la libertad es, en suma, la clave de la poética cervantina.” Veamos el episodio de los galeotes según lo cuenta Rey Hazas: “El caballero y Sancho encuentran en su deambular una “cadena de galeotes”, unos cuantos delincuentes encadenados que caminan hacia la costa para cumplir su condena en las galeras reales. Nada más verles, ante la afirmación de Sancho de que son gente forzada del rey, que va a las galeras y el caballero de la Triste Figura se pregunta: ¿Como gente forzada? ¿Es posible que el rey haga fuerza a ninguna gente? es gente que por sus delitos va condenada a servir al rey en las galeras, por la fuerza. Es un defensor del mundo mítico de la Edad de Oro en la barroca edad de hierro en que le tocó vivir, ya que Don Quijote aboga por una sociedad ideal en la que no exista propiedad privada, en la que la naturaleza dé por sí misma, sin necesidad de trabajar, sustento suficiente para todos los seres humanos, y en la que, en consecuencia, no haya necesidad de jueces ni de justicia. Idealismo utópico, sin duda; pero también rechazo simultáneo de todo sistema autoritario, de cualquier imposición violenta de un hombre sobre otro. Para Miguel de Cervantes la libertad está por encima de todo. Con su acción compensa una ley que no siempre es justa. Intenta ayudar al necesitado incluso cuando esa persona reconoce su falta. Porque hasta los condenados del tiempo de Cervantes son tan nobles y justos que reconocen sus faltas y delitos. Pero la actitud de nuestro caballero es compensatoria. Con su acción compensa todas las veces que se ha castigado a inocentes. Como afirma Fredo Arias y de la Canal: Miguel de Cervantes nos ha legado un testimonio literario inmortal a través de la ironía alegórica presente sobre todo en la primera parte de El Quijote, del anhelo de libertad, que a pesar de todas las imposiciones, todavía existía en España. Es el Quijote el efecto de una causa. La causa fue la intransigencia inquisitorial, el efecto fue la fina burla que de los preceptos católicos hizo este genio universal, que no se conformó con aminorar la fuerza del dogma con su burla, sino que afirmó los valores existenciales que hicieran posible la reconquista del territorio peninsular, a los que Ortega y Gasset denominó el módulo hispánico. La inquisición, la libertad, los preceptos católicos y la ironía son manejados primorosamente por Cervantes a lo largo de la obra. Finalmente la victoria, El Quijote no presume de vencer, al contrario, parece que la novela insiste en demostrar la locura de los ideales nobles del protagonista que se enfrenta y pierde en todo tipo de causas. Pocas veces encontramos la consecución de un gran ideal o un motivo de orgullo de Don Quijote. Quizá una de esas pocas veces es el orgullo de pelear en una gran batalla por la fe. Una guerra que Cervantes considera noble. Veamos las palabras de Don Juan de Austria: "Hijos, a morir hemos venido, o a vencer si el cielo lo dispone. No deis ocasión para que el enemigo os pregunte con arrogancia impía ¿Dónde está vuestro Dios? Pelead en su santo nombre, porque muertos o victoriosos, habréis de alcanzar la inmortalidad". “Lo importante no es ganar o perder, sino luchar por nuestros ideales, Caballero de la Triste Figura”. Twitter: @ArellanoRabiela