/ jueves 29 de octubre de 2020

Ingenioso Hidalgo

El valor del agradecimiento en el Quijote

Según la historiadora, Aura Luz Duffé, del Instituto de l’Arc- Orange (Francia), es notoria en nuestros dos personajes (Don Quijote y Sancho Panza) el valor del agradecimiento. Comenzando por la primera, se observa, al final del capítulo III que,

Don Quijote una vez ungido como caballero andante, lo primero que hace es expresar su agradecimiento al ventero que lo ungió y agradece igualmente a unos pastores por su invitación que le hicieron de ir a Sevilla para continuar su ruta andante. Esto sucedió después de haber defendido a una pastora, Marcela, considerada como culpable de la muerte de un pastor, Crisóstomo. Nuestro héroe aprovecha la oportunidad para poner en práctica uno de los deberes de su profesión de caballero andante cual era socorrer a las “doncellas menesterosas”. Por otro lado, se puede observar en el capítulo XVI cuando Don Quijote junto con Sancho son recibidos por la familia de un ventero, nuestro caballero, conmovido por su hospitalidad, expresa de forma muy emotiva su agradecimiento al decir “Sólo os digo que tendré eternamente escrito en mi memoria el servicio que me habedes fecho, para agradecéroslo mientras la vida me durare”. Con esto se vuelve a notar que, frente a un acto generoso, lo primero que hace Don Quijote es siempre agradecer. Nuevamente agradece al ventero por sus servicios prestados antes de partir. Finalmente, la explicación de esta forma de actuar, él mismo nos dice “De gente bien nacido es agradecer los beneficios que reciben, y uno de los pecados que más a Dios ofende es la ingratitud”. Entonces, resulta claro que para este personaje, existe una relación estrecha entre el agradecimiento y el acercamiento a Dios. En otra ocasión se entera del hurto del asno de Sancho Panza

hecho por Ginés de Pasamonte, el narrador deja entrever también su moralidad con

respecto a esta actitud. Él nos dice: “y como siempre los malos son desagradecidos, y la necesidad sea ocasión de acudir a lo que se debe, y el remedio presente venza a lo por venir, Ginés, que no era ni agradecido ni bien intencionado, acordó de hurtar el asno a Sancho Panza”. Se observa que se presenta una categoría de valores en

la cual el mal contiene en sí signos de ingratitud. Asimismo, la primera parte termina mostrando a un Sancho Panza agradecido. Un ejemplo de ello lo tenemos cuando, dirigiéndose al cura y al barbero, les agradece que hayan aconsejado a su señor que se convirtiera en emperador en vez de arzobispo. Para terminar la carta enviada por Don Quijote a Sancho felicitándole por su buen cumplimiento como emperador, nuestro hidalgo expresa claramente que “la ingratitud es hija de la soberbia, y uno de los mayores pecados que se sabe, y la persona que es agradecida a los que bien le han hecho, da indicio que también lo será a Dios, que tantos bienes le hizo y de contino le hace”. Así, esta actitud es puesta de realce a lo largo de las dos partes. Reflexionando sobre este aspecto y los diferentes conflictos que encontramos en nuestra época, hace falta el agradecimiento a todo lo que tenemos y no pensar como normalmente hacemos, en todo lo que no tenemos. “Si eres agradecido con lo que tienes, generarás más. En cambio, si te concentras en lo que no, jamás tendrás lo suficiente, Oprah Winfrey”

Twitter @ArellanoRabiela

El valor del agradecimiento en el Quijote

Según la historiadora, Aura Luz Duffé, del Instituto de l’Arc- Orange (Francia), es notoria en nuestros dos personajes (Don Quijote y Sancho Panza) el valor del agradecimiento. Comenzando por la primera, se observa, al final del capítulo III que,

Don Quijote una vez ungido como caballero andante, lo primero que hace es expresar su agradecimiento al ventero que lo ungió y agradece igualmente a unos pastores por su invitación que le hicieron de ir a Sevilla para continuar su ruta andante. Esto sucedió después de haber defendido a una pastora, Marcela, considerada como culpable de la muerte de un pastor, Crisóstomo. Nuestro héroe aprovecha la oportunidad para poner en práctica uno de los deberes de su profesión de caballero andante cual era socorrer a las “doncellas menesterosas”. Por otro lado, se puede observar en el capítulo XVI cuando Don Quijote junto con Sancho son recibidos por la familia de un ventero, nuestro caballero, conmovido por su hospitalidad, expresa de forma muy emotiva su agradecimiento al decir “Sólo os digo que tendré eternamente escrito en mi memoria el servicio que me habedes fecho, para agradecéroslo mientras la vida me durare”. Con esto se vuelve a notar que, frente a un acto generoso, lo primero que hace Don Quijote es siempre agradecer. Nuevamente agradece al ventero por sus servicios prestados antes de partir. Finalmente, la explicación de esta forma de actuar, él mismo nos dice “De gente bien nacido es agradecer los beneficios que reciben, y uno de los pecados que más a Dios ofende es la ingratitud”. Entonces, resulta claro que para este personaje, existe una relación estrecha entre el agradecimiento y el acercamiento a Dios. En otra ocasión se entera del hurto del asno de Sancho Panza

hecho por Ginés de Pasamonte, el narrador deja entrever también su moralidad con

respecto a esta actitud. Él nos dice: “y como siempre los malos son desagradecidos, y la necesidad sea ocasión de acudir a lo que se debe, y el remedio presente venza a lo por venir, Ginés, que no era ni agradecido ni bien intencionado, acordó de hurtar el asno a Sancho Panza”. Se observa que se presenta una categoría de valores en

la cual el mal contiene en sí signos de ingratitud. Asimismo, la primera parte termina mostrando a un Sancho Panza agradecido. Un ejemplo de ello lo tenemos cuando, dirigiéndose al cura y al barbero, les agradece que hayan aconsejado a su señor que se convirtiera en emperador en vez de arzobispo. Para terminar la carta enviada por Don Quijote a Sancho felicitándole por su buen cumplimiento como emperador, nuestro hidalgo expresa claramente que “la ingratitud es hija de la soberbia, y uno de los mayores pecados que se sabe, y la persona que es agradecida a los que bien le han hecho, da indicio que también lo será a Dios, que tantos bienes le hizo y de contino le hace”. Así, esta actitud es puesta de realce a lo largo de las dos partes. Reflexionando sobre este aspecto y los diferentes conflictos que encontramos en nuestra época, hace falta el agradecimiento a todo lo que tenemos y no pensar como normalmente hacemos, en todo lo que no tenemos. “Si eres agradecido con lo que tienes, generarás más. En cambio, si te concentras en lo que no, jamás tendrás lo suficiente, Oprah Winfrey”

Twitter @ArellanoRabiela