/ jueves 14 de enero de 2021

Ingenioso Hidalgo

Los grandes retos del 2021: Nuestros molinos de viento

Cerrando el año 2020 con más de 125 mil muertos por Covid 19 y un desplome económico del 9%, verdaderamente es momento de reflexionar. Llega la llamada “cuesta de enero”: Sin ingresos, con la tragedia de perder seres queridos y con integrantes contagiados, entre otras calamidades. También considerar el abuso en el ejercicio del poder, traducido en la concentración de funciones y de recursos, así como su discrecional aplicación; la contracción de la inversión productiva; la militarización de actividades civiles, y el debilitamiento de instituciones le coloca hoy en una situación de mayor responsabilidad. Se observa en las calles, en sitios de afluencia de personas, en las redes sociales y en los discursos y declaraciones de actores políticos y empresariales, de los comunicadores y de los seguidores de cada uno de ellos, la desesperación por buscar “soluciones”. Otros males como el odio, resentimiento y prejuicios, el único antídoto para atenuarlos o neutralizarlos, es el contagio positivo que ofrece la cultura de la paz. Otro punto a analizar será la asunción de la Presidencia del Gobierno de los Estados Unidos de América por Joseph Biden, que representa para nuestro país nuevas oportunidades en materia de derechos laborales, medio ambiente y energía limpia. Seguramente tendremos su respaldo para progresar en materia democrática y económica, para combatir el Covid, así como un trato respetuoso. Es probable que el nuevo gobierno americano presione al nuestro en temas como el medio ambiente, la energía, así como el respeto a la inversión privada que, en su caso, beneficiarían a nuestro país.

Pensar en la reactivación de las exportaciones a Estados Unidos en diversos sectores, siempre y cuando esté controlada la crisis sanitaria. Si no hay un segundo confinamiento y el Covid logra ser controlado, es probable que a partir de abril se pueda crecer y tener tasas positivas que en conjunto permitan alcanzar hasta 4 por ciento de crecimiento, es decir, recuperar casi la mitad de lo perdido en 2020. Economistas señalan que uno de los desafíos es el control de la inflación que se traduzca en inversión, ya que en términos generales las finanzas públicas han podido resistir la caída de la economía los primeros once meses del año hay un retroceso en los ingresos del gobierno, pero menor al que tiene la contracción de la economía mexicana. Pensar en el ambiente de confrontación que ha generado, más allá del Covid, que haya poca confianza del sector empresarial y por lo tanto poca inversión. Es un punto muy bajo, es difícil que las cosas se pongan peores, aunque en 2019 no hubo Covid y tampoco invirtió el sector privado, según el CIDE. Nuestros “Molinos de Viento”: “Luchar contra molinos de viento es una expresión de origen literario con el significado de ´pelear contra enemigos imaginarios´. Está tomada del capítulo VIII de la Primera Parte de El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes Saavedra, titulado “Los molinos de viento”. Varias localidades manchegas con antiguos molinos de viento se adjudican el escenario de la batalla quijotesca narrada en este episodio literario, en especial Campo de Criptana y Consuegra”. “En esto, descubrieron treinta o cuarenta molinos de viento que hay en aquel campo; y, así como don Quijote los vio, dijo a su escudero: La aventura va guiando nuestras cosas mejor de lo que acertáramos a desear, porque ves allí, amigo Sancho Panza, donde se descubren treinta, o pocos más, desaforados gigantes, con quien pienso hacer batalla y quitarles a todos las vidas, con cuyos despojos comenzaremos a enriquecer; que ésta es buena guerra, y es gran servicio de Dios quitar tan mala simiente de sobre la faz de la tierra. ¿Qué gigantes? dijo Sancho Panza. Aquellos que allí ves, respondió su amo, de los brazos largos, que los suelen tener algunos de casi dos leguas. Mire vuestra merced, respondió Sancho, que aquellos que allí se parecen no son gigantes, sino molinos de viento, y lo que en ellos parecen brazos son las aspas, que, volteadas del viento, hacen andar la piedra del molino. Bien parece, respondió Don Quijote, que no estás cursado en esto de las aventuras: ellos son gigantes; y si tienes miedo, quítate de ahí, y ponte en oración en el espacio que yo voy a entrar con ellos en fiera y desigual batalla y diciendo esto, dio de espuelas a su caballo Rocinante, sin atender a las voces que su escudero Sancho le daba, advirtiéndole que, sin duda alguna, eran molinos de viento, y no gigantes, aquellos que iba a acometer. Pero él iba tan puesto en que eran gigantes, que ni oía las voces de su escudero Sancho ni echaba de ver, aunque estaba ya bien cerca, lo que eran; antes, iba diciendo en voces altas: Non fuyades, cobardes y viles criaturas, que un solo caballero es el que os acomete. “Moraleja, al estilo Cervantino: Luchemos contra aquellos molinos de viento para lograr nuestros ideales”. Twitter @ArellanoRabiela



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Cerrando el año 2020 con más de 125 mil muertos por Covid 19 y un desplome económico del 9%, verdaderamente es momento de reflexionar. Llega la llamada “cuesta de enero”: Sin ingresos, con la tragedia de perder seres queridos y con integrantes contagiados, entre otras calamidades. También considerar el abuso en el ejercicio del poder, traducido en la concentración de funciones y de recursos, así como su discrecional aplicación; la contracción de la inversión productiva; la militarización de actividades civiles, y el debilitamiento de instituciones le coloca hoy en una situación de mayor responsabilidad. Se observa en las calles, en sitios de afluencia de personas, en las redes sociales y en los discursos y declaraciones de actores políticos y empresariales, de los comunicadores y de los seguidores de cada uno de ellos, la desesperación por buscar “soluciones”. Otros males como el odio, resentimiento y prejuicios, el único antídoto para atenuarlos o neutralizarlos, es el contagio positivo que ofrece la cultura de la paz. Otro punto a analizar será la asunción de la Presidencia del Gobierno de los Estados Unidos de América por Joseph Biden, que representa para nuestro país nuevas oportunidades en materia de derechos laborales, medio ambiente y energía limpia. Seguramente tendremos su respaldo para progresar en materia democrática y económica, para combatir el Covid, así como un trato respetuoso. Es probable que el nuevo gobierno americano presione al nuestro en temas como el medio ambiente, la energía, así como el respeto a la inversión privada que, en su caso, beneficiarían a nuestro país.

Pensar en la reactivación de las exportaciones a Estados Unidos en diversos sectores, siempre y cuando esté controlada la crisis sanitaria. Si no hay un segundo confinamiento y el Covid logra ser controlado, es probable que a partir de abril se pueda crecer y tener tasas positivas que en conjunto permitan alcanzar hasta 4 por ciento de crecimiento, es decir, recuperar casi la mitad de lo perdido en 2020. Economistas señalan que uno de los desafíos es el control de la inflación que se traduzca en inversión, ya que en términos generales las finanzas públicas han podido resistir la caída de la economía los primeros once meses del año hay un retroceso en los ingresos del gobierno, pero menor al que tiene la contracción de la economía mexicana. Pensar en el ambiente de confrontación que ha generado, más allá del Covid, que haya poca confianza del sector empresarial y por lo tanto poca inversión. Es un punto muy bajo, es difícil que las cosas se pongan peores, aunque en 2019 no hubo Covid y tampoco invirtió el sector privado, según el CIDE. Nuestros “Molinos de Viento”: “Luchar contra molinos de viento es una expresión de origen literario con el significado de ´pelear contra enemigos imaginarios´. Está tomada del capítulo VIII de la Primera Parte de El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes Saavedra, titulado “Los molinos de viento”. Varias localidades manchegas con antiguos molinos de viento se adjudican el escenario de la batalla quijotesca narrada en este episodio literario, en especial Campo de Criptana y Consuegra”. “En esto, descubrieron treinta o cuarenta molinos de viento que hay en aquel campo; y, así como don Quijote los vio, dijo a su escudero: La aventura va guiando nuestras cosas mejor de lo que acertáramos a desear, porque ves allí, amigo Sancho Panza, donde se descubren treinta, o pocos más, desaforados gigantes, con quien pienso hacer batalla y quitarles a todos las vidas, con cuyos despojos comenzaremos a enriquecer; que ésta es buena guerra, y es gran servicio de Dios quitar tan mala simiente de sobre la faz de la tierra. ¿Qué gigantes? dijo Sancho Panza. Aquellos que allí ves, respondió su amo, de los brazos largos, que los suelen tener algunos de casi dos leguas. Mire vuestra merced, respondió Sancho, que aquellos que allí se parecen no son gigantes, sino molinos de viento, y lo que en ellos parecen brazos son las aspas, que, volteadas del viento, hacen andar la piedra del molino. Bien parece, respondió Don Quijote, que no estás cursado en esto de las aventuras: ellos son gigantes; y si tienes miedo, quítate de ahí, y ponte en oración en el espacio que yo voy a entrar con ellos en fiera y desigual batalla y diciendo esto, dio de espuelas a su caballo Rocinante, sin atender a las voces que su escudero Sancho le daba, advirtiéndole que, sin duda alguna, eran molinos de viento, y no gigantes, aquellos que iba a acometer. Pero él iba tan puesto en que eran gigantes, que ni oía las voces de su escudero Sancho ni echaba de ver, aunque estaba ya bien cerca, lo que eran; antes, iba diciendo en voces altas: Non fuyades, cobardes y viles criaturas, que un solo caballero es el que os acomete. “Moraleja, al estilo Cervantino: Luchemos contra aquellos molinos de viento para lograr nuestros ideales”. Twitter @ArellanoRabiela



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