/ domingo 11 de julio de 2021

Inspiraciones

El DEPORTE, UN MEDIO DE TRANSFORMACIÓN DE VIDA

Comienzo esta colaboración hablando de la historia del deporte paralímpico, mismo que tuvo sus inicios en el hospital de Stoke Mandeville Inglaterra, por su fundador el Dr. Ludwin Guttman; después de la Segunda Guerra Mundial, quedaban un gran número de personas con lesiones medulares, esto dio paso al deporte como una forma de rehabilitar e integrar a las personas a la sociedad. En 1960 en Roma, se dieron los primeros Juegos Olímpicos y Paraolímpicos, desde entonces se celebran cada cuatro años. México participa por primera vez en Heidelberg –Alemania 1972 sin lograr ninguna medalla, fue hasta en Toronto- Canadá 1976 que los deportistas mexicanos recibieron su primera medalla.

El protagonista de la historia de hoy es Jesús Hernández, quien encontró su medio de transformación de vida en la natación, la historia de Jesús no es la de un deportista común.

Jesús nace en Juan Rodríguez Clara, Veracruz un 27 de octubre de 1991, desde su nacimiento padece una discapacidad debido a asfixia neonatal, la cual condujo a una parálisis cerebral (cuadriparesia espástica).

Comienza con la natación como rehabilitación, a él lo que le encantaba es el basquetbol y el atletismo, pero sin darse cuenta encontró en la natación un deporte que se adaptó a sus concisiones físicas convirtiéndose en un reto, pero lo más importante, en su pasión en la vida.

Por cuestiones de rehabilitación tuvo que vivir en diversos lugares de la república, lugares en donde había que “rodar” durante 4 kilómetros diarios para poder ir a entrenar y seguir adelante con su rehabilitación, en alguna ocasión sufrió un atropellamiento, pero fueron sucesos que solo lo hicieron más fuerte y siguió adelante. Jesús llega a Guanajuato y determina entrenar con más fuerza, cambiar la mentalidad “del que no puede, el pequeño, al que hay que ayudar, o solo estirar la mano para que le den”, por lo que decide ser esa punta de lanza para inspirar a otras personas y demostrar que, “sí se puede”, sin importar la situación, ganando su primera medalla de bronce en Río de Janeiro un 16 de septiembre de 2016, experiencia que le cambio la vida para siempre. Jesús decide poner toda su pasión y cambiar la perspectiva negativa de su vida a un reto para triunfar, hacer que las cosas sucedan y que lo imposible sea posible.

Jesús encontró su vida en Guanajuato, lugar donde se siente identificado, valorado y en donde se le han brindado oportunidades y condiciones que en otros lugares no encontró. Estado que ha representado ya por varios años obteniendo para sí medallas olímpicas.

Jesús ahora se prepara para los Juegos Paralímpicos de Tokio 2021, lo que significa un reto personal, pero, además, un compromiso con aquellas personas que viven con alguna discapacidad. Siendo un ejemplo para todos. Competirá representando a la delegación de Guanajuato esperando obtener una medalla más para nuestro país, nuestro estado.

Indudablemente un hombre que nos inspira a luchar cada día, que nació para ser un campeón usando sus capacidades diferentes para cumplir sus sueños. Jesús nos enseña que el único límite somos nosotros mismos, y que la determinación que pongamos en nuestra vida y nuestros proyectos depende de nosotros y lo lejos que queramos llegar.

Jesús nos dice: “Todo es posible, solo haz que sea y recuerda que la vida es como el deporte y el deporte es como la vida, la mejor medalla es la de la vida”.

Si conoces alguien que te inspire ¡Compártelo!

Lilyat55@gmail.com

Facebook: Lily Arredondo

Twitter: @Lilyat55

El DEPORTE, UN MEDIO DE TRANSFORMACIÓN DE VIDA

Comienzo esta colaboración hablando de la historia del deporte paralímpico, mismo que tuvo sus inicios en el hospital de Stoke Mandeville Inglaterra, por su fundador el Dr. Ludwin Guttman; después de la Segunda Guerra Mundial, quedaban un gran número de personas con lesiones medulares, esto dio paso al deporte como una forma de rehabilitar e integrar a las personas a la sociedad. En 1960 en Roma, se dieron los primeros Juegos Olímpicos y Paraolímpicos, desde entonces se celebran cada cuatro años. México participa por primera vez en Heidelberg –Alemania 1972 sin lograr ninguna medalla, fue hasta en Toronto- Canadá 1976 que los deportistas mexicanos recibieron su primera medalla.

El protagonista de la historia de hoy es Jesús Hernández, quien encontró su medio de transformación de vida en la natación, la historia de Jesús no es la de un deportista común.

Jesús nace en Juan Rodríguez Clara, Veracruz un 27 de octubre de 1991, desde su nacimiento padece una discapacidad debido a asfixia neonatal, la cual condujo a una parálisis cerebral (cuadriparesia espástica).

Comienza con la natación como rehabilitación, a él lo que le encantaba es el basquetbol y el atletismo, pero sin darse cuenta encontró en la natación un deporte que se adaptó a sus concisiones físicas convirtiéndose en un reto, pero lo más importante, en su pasión en la vida.

Por cuestiones de rehabilitación tuvo que vivir en diversos lugares de la república, lugares en donde había que “rodar” durante 4 kilómetros diarios para poder ir a entrenar y seguir adelante con su rehabilitación, en alguna ocasión sufrió un atropellamiento, pero fueron sucesos que solo lo hicieron más fuerte y siguió adelante. Jesús llega a Guanajuato y determina entrenar con más fuerza, cambiar la mentalidad “del que no puede, el pequeño, al que hay que ayudar, o solo estirar la mano para que le den”, por lo que decide ser esa punta de lanza para inspirar a otras personas y demostrar que, “sí se puede”, sin importar la situación, ganando su primera medalla de bronce en Río de Janeiro un 16 de septiembre de 2016, experiencia que le cambio la vida para siempre. Jesús decide poner toda su pasión y cambiar la perspectiva negativa de su vida a un reto para triunfar, hacer que las cosas sucedan y que lo imposible sea posible.

Jesús encontró su vida en Guanajuato, lugar donde se siente identificado, valorado y en donde se le han brindado oportunidades y condiciones que en otros lugares no encontró. Estado que ha representado ya por varios años obteniendo para sí medallas olímpicas.

Jesús ahora se prepara para los Juegos Paralímpicos de Tokio 2021, lo que significa un reto personal, pero, además, un compromiso con aquellas personas que viven con alguna discapacidad. Siendo un ejemplo para todos. Competirá representando a la delegación de Guanajuato esperando obtener una medalla más para nuestro país, nuestro estado.

Indudablemente un hombre que nos inspira a luchar cada día, que nació para ser un campeón usando sus capacidades diferentes para cumplir sus sueños. Jesús nos enseña que el único límite somos nosotros mismos, y que la determinación que pongamos en nuestra vida y nuestros proyectos depende de nosotros y lo lejos que queramos llegar.

Jesús nos dice: “Todo es posible, solo haz que sea y recuerda que la vida es como el deporte y el deporte es como la vida, la mejor medalla es la de la vida”.

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