La piel es considerada como uno de los órganos de mayor extensión en nuestro cuerpo y va cambiando dependiendo de la edad en la que nos encontremos, en la vejez, la piel es donde más características de envejecimiento físico puede visualizarse a simple vista, un ejemplo de esto son las líneas de expresión, las arrugas, las manchas, la pérdida de grasa y músculo convirtiéndola más delgada y delicada entre otras.
Cuando no somos personas mayores nos es muy común no tener un cuidado oportuno y especial a nuestra piel y es común considerar que al lucir radiantes estaremos así para toda nuestra vida, es por eso que cuando comenzamos a cumplir más años queremos tener menor edad para que estos cambios propios de envejecimiento en nuestra piel se presenten.
El cuidado debe ir enfocado a factores internos propios de la persona mayor y factores externos controlados por el ambiente en el que se desarrolla; a la mayoría de personas mayores les cuesta tener un aseo personal, ya sea de forma autónoma o asistida, los expertos recomendamos que puedan bañarse con frecuencia, si la persona mayor está en cama, es importante hacer baños de esponja para mantenerlo limpio.
Es muy común que en este periodo de covid escuchemos que es recomendable la exposición al sol, sin embargo, cabe mencionar que las personas mayores deben protegerse del sol, esto para evitar las resequedades en diferentes zonas de la piel, sobre todo las que están más expuestas. Se recomienda que se use un bloqueador para rayos solares y que la exposición no sea mayor a 30 minutos considerando una hora oportuna donde los rayos del sol no sean más intensos.
Otro punto a mencionar es la hidratación, la cual se puede conseguir con alguna crema, aceite o inclusive geles naturales que se pueden preparar dentro del hogar compuestos por aloe, es de suma importancia establecer que no todas las pieles son iguales, ya que cuentan con sus propias características, y se debe tener más cuidado y precisión en personas que padecen diabetes, pie diabético, piel sensible entre otras especificaciones o enfermedades. El consumo de agua debe considerarse dependiendo de las patologías, peso, talla, estado nutrición entre otros, pero de preferencia evitando que las personas mayores consuman líquidos altos en azúcar o gases.
Debemos considerar las alergias que pueden llegar a tener por diferentes tipos de tela de su ropa y calzado, sabanas, entre otras, buscando lo más adecuado para su persona y tener precaución si es una persona mayor que tiene algún problema de visión que le impida poder valorar los cambios que se presentan en su piel.
Recordemos que el consumo de sustancias nocivas para la salud también provoca que la piel tenga cambios considerables, si se tiene la posibilidad de acudir con un nutriólogo para que este establezca la ingesta de vitaminas y minerales que puede obtener de los alimentos esto puede favorecer aún más.
Estar en cambios bruscos de temperatura también perjudica, así como estar expuestos a niveles altos de contaminación, consultar a un dermatólogo y gerontólogo de primera instancia te hará estar más seguro de tus prácticas de cuidado de la con las personas mayores.
“construyamos juntos una nueva cultura de envejecimiento y bienestar”.
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