/ domingo 26 de septiembre de 2021

La Maldición De La Novena Sinfonía

“La luz es la verdad, la libertad, que nos desliga de cualquier atadura fuere de la índole que fuere, de supersticiones o fanatismo alguno.” Ibiza Meliá

Creer en contra de la razón, dar por cierto hechos sin evidencia científica son cosas que están a la orden del día por la pandemia que nos agobia. Si indagamos más allá con elementos subjetivos suele llegarse a conclusiones productos de la imaginación un tanto ilusorios.

Excluyendo las creencias religiosas apoyadas en la virtud teologal de la Fe que entran en el área del origen divino de la vida, de la espiritualidad o con la escolástica o el movimiento filosófico y teológico, es común envolver situaciones y sucesos en el misterio de la magia. Incidentes que causan veneración por inocentes o ignorantes que les dan sentido de milagros. Por el contrario, hechos anteriores de características semejantes pueden ser causantes de temor debido a que han concluido con un fin trágico. Supersticiones carentes de toda lógica que expliquen el porqué de su presentación periódica similar al pasado.

Se dice que hay números mágicos o cabalísticos relacionaos con la numerología o técnica de la presentación de los números que tiene que ver con las relaciones espirituales de nuestro interior.

Un número temido por los compositores en plena época del romanticismo musical fue el “9”.

Dos genios de la música dieron base a “La maldición de la novena sinfonía”. Ludwid van Beethoven fallece después de haber terminado la novena sinfonía, la Coral. Franz Schubert, continuador de la sonata clásica siguiendo el modelo de Beethoven muere el 19 de noviembre de 1829 antes de cumplir 32 años de edad dejando enorme legado de más de 900 obras, siendo su última sinfonía la No. 9 en do mayor D 944 “la Grande” (u opus 944).

Es sugerente la lista de músicos que ajustaron nueve sinfonías situadas en la época del romanticismo musical. No así antes, sirva de muestra que en el siglo XVIII los dos “clásicos de la música clásica” Joseph Haydn tiene 106 sinfonías en su haber y Wolfgang Amadeus Mozart termina su vida con la Sinfonía No. 41 en do mayor K.551 conocida con el nombre de “Júpiter” la suprema divinidad de la mitología romana.

Posterior a Beethoven y Schubert, encontramos a varios compositores que no llegaron a la décima sinfonía. Los ejemplos más notorios son Antonín Dvrak con la No. 9 en mi menor Op. 95 conocida como “del Nuevo Mundo” por ser sido compuesta en los Estados Unidos por el músico nacido en Bohemia entonces parte del Imperio austriaco. Asimismo, Anton Brukner.

Ralph Vaughan Williams, Alelsander Glazunov, Egon Welesz Kurt Atteberg, Roger Sessios y Gustav Mahler terminaron su vida después de la “9”. Su muerte impulsó la creencia que necesariamente debió morir poco después de su novena sinfonía.

Curiosamente el impulsor de la conjetura de “la maldición de la novena sinfonía” fue Gustav Mahler cuyas obras se consideran, junto con las de Richard Strauss, las más importantes del posromanticismo, quien al acabar la “octava” intentó burlar la maldición componiendo “La canción de la tierra” que en realidad se trataba de una sinfonía para tenor, contralto y orquesta.

Como no la tituló “9” pensó que se había librado de la amenaza, sin embargo, empezó a Décima y murió a los cincuenta años el 19 de mayo de 1911.

flokay33@gmail.com

“La luz es la verdad, la libertad, que nos desliga de cualquier atadura fuere de la índole que fuere, de supersticiones o fanatismo alguno.” Ibiza Meliá

Creer en contra de la razón, dar por cierto hechos sin evidencia científica son cosas que están a la orden del día por la pandemia que nos agobia. Si indagamos más allá con elementos subjetivos suele llegarse a conclusiones productos de la imaginación un tanto ilusorios.

Excluyendo las creencias religiosas apoyadas en la virtud teologal de la Fe que entran en el área del origen divino de la vida, de la espiritualidad o con la escolástica o el movimiento filosófico y teológico, es común envolver situaciones y sucesos en el misterio de la magia. Incidentes que causan veneración por inocentes o ignorantes que les dan sentido de milagros. Por el contrario, hechos anteriores de características semejantes pueden ser causantes de temor debido a que han concluido con un fin trágico. Supersticiones carentes de toda lógica que expliquen el porqué de su presentación periódica similar al pasado.

Se dice que hay números mágicos o cabalísticos relacionaos con la numerología o técnica de la presentación de los números que tiene que ver con las relaciones espirituales de nuestro interior.

Un número temido por los compositores en plena época del romanticismo musical fue el “9”.

Dos genios de la música dieron base a “La maldición de la novena sinfonía”. Ludwid van Beethoven fallece después de haber terminado la novena sinfonía, la Coral. Franz Schubert, continuador de la sonata clásica siguiendo el modelo de Beethoven muere el 19 de noviembre de 1829 antes de cumplir 32 años de edad dejando enorme legado de más de 900 obras, siendo su última sinfonía la No. 9 en do mayor D 944 “la Grande” (u opus 944).

Es sugerente la lista de músicos que ajustaron nueve sinfonías situadas en la época del romanticismo musical. No así antes, sirva de muestra que en el siglo XVIII los dos “clásicos de la música clásica” Joseph Haydn tiene 106 sinfonías en su haber y Wolfgang Amadeus Mozart termina su vida con la Sinfonía No. 41 en do mayor K.551 conocida con el nombre de “Júpiter” la suprema divinidad de la mitología romana.

Posterior a Beethoven y Schubert, encontramos a varios compositores que no llegaron a la décima sinfonía. Los ejemplos más notorios son Antonín Dvrak con la No. 9 en mi menor Op. 95 conocida como “del Nuevo Mundo” por ser sido compuesta en los Estados Unidos por el músico nacido en Bohemia entonces parte del Imperio austriaco. Asimismo, Anton Brukner.

Ralph Vaughan Williams, Alelsander Glazunov, Egon Welesz Kurt Atteberg, Roger Sessios y Gustav Mahler terminaron su vida después de la “9”. Su muerte impulsó la creencia que necesariamente debió morir poco después de su novena sinfonía.

Curiosamente el impulsor de la conjetura de “la maldición de la novena sinfonía” fue Gustav Mahler cuyas obras se consideran, junto con las de Richard Strauss, las más importantes del posromanticismo, quien al acabar la “octava” intentó burlar la maldición componiendo “La canción de la tierra” que en realidad se trataba de una sinfonía para tenor, contralto y orquesta.

Como no la tituló “9” pensó que se había librado de la amenaza, sin embargo, empezó a Décima y murió a los cincuenta años el 19 de mayo de 1911.

flokay33@gmail.com