/ miércoles 21 de abril de 2021

La SCT con Sushi

El país nipón, ese que ya empieza a realizar una invasión, no como las del siglo pasado, desde las inmediaciones de un parque industrial de la región hasta en el súper del fin de semana, ahora se vuelve a ver involucrado en la noticia de la semana, ahora porque no sólo ha venido a invertir dando trabajos en la industria automotriz, ahora también tienen la mira en la infraestructura del país.

Primero recapitulemos, la SCT, esa secretaría que resulta ser la hipocresía porque ni comunica ni tampoco se dedica a los transportes, pero si a la infraestructura, por eso apenas unos días se resolvió en la cámara de diputados y de senadores el cambio a Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes. Si bien este cambio de nombre no implica ningún cambio en su estructura, porque desde hace un año había desaparecido la subsecretaría de comunicaciones.

Pero la historia de este secretaría no ha quedado ahí, después de que Javier Jiménez Espriú renunciara en julio del año pasado, por “diferencias” con el presidente que más infraestructura ha construido, pero desde la milicia, López Obrador, ha construido sus diferentes proyectos algunos parecieran ser más berrinches, desde la milicia, en vez que sea desde el ámbito privado, ese que se especializa en diseñar, proyectar y construir. Además de todo esto, también se dedican ahora a operar los puertos y todo indica que también lo harán con un tren de pasajeros, ya saben militarización del país a la 4ta.

El ahora secretario Jorge Arganis y el embajador japonés Yasushi Takase sostuvieron una reunión con la intención de revisar los diferentes proyectos en los que la inversión japonesa pudiera participar. Desde la cámara de comercio e industria de Japón analizan en qué áreas existen oportunidades de negocio.

La 4t no se distingue precisamente por sus relaciones internacionales, porque AMLO no entiende que hay un mundo allá afuera. Pero esta estrategia de que un país realice la estrategia de invertir en otro no es nuevo, haciendo sinergia iniciativa privada y gobierno apertura canales para l inversión en proyectos de gran calado, algunos no han sido del todo aceptados, tal fue el caso del proyecto que se terminó por cancelar sobre el tren México Querétaro, debido a los escándalos de tráfico de influencias y sobornos, algo que pareciera chiste comparado con las prácticas del sexenio actual.

Esperamos pronto conocer los resultados de este acercamiento, seguramente el bajío es un fuerte imán para este tipo de inversiones, no han sido proyectos sexenales, sino que han trascendido con la mira de un hermanamiento con este país, seguramente con proyectos que sean viables operativa y financieramente, construyendo el territorio de todos.

El país nipón, ese que ya empieza a realizar una invasión, no como las del siglo pasado, desde las inmediaciones de un parque industrial de la región hasta en el súper del fin de semana, ahora se vuelve a ver involucrado en la noticia de la semana, ahora porque no sólo ha venido a invertir dando trabajos en la industria automotriz, ahora también tienen la mira en la infraestructura del país.

Primero recapitulemos, la SCT, esa secretaría que resulta ser la hipocresía porque ni comunica ni tampoco se dedica a los transportes, pero si a la infraestructura, por eso apenas unos días se resolvió en la cámara de diputados y de senadores el cambio a Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes. Si bien este cambio de nombre no implica ningún cambio en su estructura, porque desde hace un año había desaparecido la subsecretaría de comunicaciones.

Pero la historia de este secretaría no ha quedado ahí, después de que Javier Jiménez Espriú renunciara en julio del año pasado, por “diferencias” con el presidente que más infraestructura ha construido, pero desde la milicia, López Obrador, ha construido sus diferentes proyectos algunos parecieran ser más berrinches, desde la milicia, en vez que sea desde el ámbito privado, ese que se especializa en diseñar, proyectar y construir. Además de todo esto, también se dedican ahora a operar los puertos y todo indica que también lo harán con un tren de pasajeros, ya saben militarización del país a la 4ta.

El ahora secretario Jorge Arganis y el embajador japonés Yasushi Takase sostuvieron una reunión con la intención de revisar los diferentes proyectos en los que la inversión japonesa pudiera participar. Desde la cámara de comercio e industria de Japón analizan en qué áreas existen oportunidades de negocio.

La 4t no se distingue precisamente por sus relaciones internacionales, porque AMLO no entiende que hay un mundo allá afuera. Pero esta estrategia de que un país realice la estrategia de invertir en otro no es nuevo, haciendo sinergia iniciativa privada y gobierno apertura canales para l inversión en proyectos de gran calado, algunos no han sido del todo aceptados, tal fue el caso del proyecto que se terminó por cancelar sobre el tren México Querétaro, debido a los escándalos de tráfico de influencias y sobornos, algo que pareciera chiste comparado con las prácticas del sexenio actual.

Esperamos pronto conocer los resultados de este acercamiento, seguramente el bajío es un fuerte imán para este tipo de inversiones, no han sido proyectos sexenales, sino que han trascendido con la mira de un hermanamiento con este país, seguramente con proyectos que sean viables operativa y financieramente, construyendo el territorio de todos.