Me pareció muy acertada la postura que tuvo Elena Poniatowska en una entrevista la semana pasada con un medio nacional, donde considera que el presidente Andrés Manuel López Obrador tiene derecho a enojarse por las opiniones contrarias, pero debe aceptarlas, pues si no lo hace “dejaría de cumplir todo aquello en lo que él cree y defiende, que es en un país democrático”. Agrega que una verdadera amenaza a la libre expresión es “la actitud de un gobierno en contra de que se digan las verdades de ese gobierno y es algo que no podemos aceptar, es inadmisible”.
Elena Poniatowska ha acompañado y defendido siempre el proyecto de la 4T, por eso sus palabras deben tener eco más que nada en los morenistas ya sean militantes o simpatizantes, para que dejen a un lado los rencores y las agresiones hacia quienes no coinciden en todo con el presidente.
Dudo que las palabras de Poniatowska revelen un distanciamiento entre la escritora y el presidente, se trata únicamente de la congruencia y sensatez que debe tener un intelectual como ella, que sabe que debe serle leal a sus propias convicciones y no traspasar los límites de la ética, como lo hacen muchos colaboradores de este gobierno, pero siendo su principal ejemplo el subsecretario de salud quien se decantó por el discurso político en vez de la evidencia científica, y ahora anuncia un nuevo rebrote de coronavirus en México, cuando en realidad nunca ha habido un descenso como tal de la enfermedad.
Zapatero a tus zapatos, si eres médico debes de decir las cosas tal como son, y no como tu jefe quisiera que fueran.
A esa libertad de expresión se refinería también Elena Poniatowska.