/ miércoles 1 de julio de 2020

¿Licitar? Eso no va con la 4T

Aún queda en el recuerdo los ejemplos de las críticas de AMLO contra su “genocida” preferido o contra el despeñadero debido a la corrupción. Si aunque de aquellos momentos solo recuerdos quedan, no parece ser diferente en este sexenio. Que si Calderón tenía cola que le pisaran por la construcción de la suavicrema más grande del mundo o que si una casa blanca se convertiría en el símbolo del gobierno de Peña Nieto, descubriendo una red de favores de su contratista favorito; todos siendo el mismísimo cuatro veces candidato, una vez presidente legítimo y nuestro actual tlatoani, el mayor opositor a estas actitudes de corrupción.

Pero la gata es la misma solo revolcada, al parecer la 4T no incluía en su manual operativo un avance en temas de corrupción. Es más si tuviéramos una competencia, el heroico gobierno mil veces chairo, cero veces neoliberal, lleva la delantera. Según la propia compranet, el sistema federal para compras del gobierno, de los más de 28 mil contratos el 75% han sido por medio de adjudicaciones directas, es decir, pa mis cuates, en realidad los cuates de AMLO. Tres de cuatro contratos son dados sin ningún concurso que anteponga mejores precios, competencia y por ende mejores resultados se han llevado a cabo.

Si bien la ley de adquisiciones previene que si se pueden tener adjudicaciones directas, siempre y cuando sean excepciones, no rebasen ciertos montos, no se pueda esperar al desarrollo de un concurso como una catástrofe natural o servicios de seguridad nacional.

La mayoría de estos contratos no cumplen con los requerimientos. Mientras que en la mayoría de los gobiernos sean de la 4t o no, vemos ejemplos de corrupción, también hay ejemplos como el de Guanajuato, no por su gobierno sino por la participación de la ciudadanía, en este caso de la cámara de la industria de la construcción CMIC.

Hace tan solo unas semanas se logró crear una Unidad Estatal de Costos, perteneciente a la reformada Secretaría de Infraestructura, Conectividad y Movilidad SICOM, que permitirá a propios y extraños, participantes de licitaciones y entidades licitadoras a tener una base para poder partir de ahí en lo que costos de la construcción se refiere. Se crearon 8 zonas que permitirán diferenciar costos de la zona laja bajío a los precios que se manejan por ejemplo en León.

Si bien es un primer paso en la estandarización de conceptos a la hora de contratar construcción, una actividad que aún en pleno siglo de automatización robótica, celulares con mayor inteligencia que cohetes que fueron a la luna, drones que transportan personas, sigue siendo una artesanía en la mayoría de sus opciones. La construcción que va de la mano con la infraestructura que en cualquier escenario de urbanismo es lo mínimo que se piensa para poder materializar que el territorio sea de todos.

@marcosornelasm

marcosornelasm@gmail.com

Aún queda en el recuerdo los ejemplos de las críticas de AMLO contra su “genocida” preferido o contra el despeñadero debido a la corrupción. Si aunque de aquellos momentos solo recuerdos quedan, no parece ser diferente en este sexenio. Que si Calderón tenía cola que le pisaran por la construcción de la suavicrema más grande del mundo o que si una casa blanca se convertiría en el símbolo del gobierno de Peña Nieto, descubriendo una red de favores de su contratista favorito; todos siendo el mismísimo cuatro veces candidato, una vez presidente legítimo y nuestro actual tlatoani, el mayor opositor a estas actitudes de corrupción.

Pero la gata es la misma solo revolcada, al parecer la 4T no incluía en su manual operativo un avance en temas de corrupción. Es más si tuviéramos una competencia, el heroico gobierno mil veces chairo, cero veces neoliberal, lleva la delantera. Según la propia compranet, el sistema federal para compras del gobierno, de los más de 28 mil contratos el 75% han sido por medio de adjudicaciones directas, es decir, pa mis cuates, en realidad los cuates de AMLO. Tres de cuatro contratos son dados sin ningún concurso que anteponga mejores precios, competencia y por ende mejores resultados se han llevado a cabo.

Si bien la ley de adquisiciones previene que si se pueden tener adjudicaciones directas, siempre y cuando sean excepciones, no rebasen ciertos montos, no se pueda esperar al desarrollo de un concurso como una catástrofe natural o servicios de seguridad nacional.

La mayoría de estos contratos no cumplen con los requerimientos. Mientras que en la mayoría de los gobiernos sean de la 4t o no, vemos ejemplos de corrupción, también hay ejemplos como el de Guanajuato, no por su gobierno sino por la participación de la ciudadanía, en este caso de la cámara de la industria de la construcción CMIC.

Hace tan solo unas semanas se logró crear una Unidad Estatal de Costos, perteneciente a la reformada Secretaría de Infraestructura, Conectividad y Movilidad SICOM, que permitirá a propios y extraños, participantes de licitaciones y entidades licitadoras a tener una base para poder partir de ahí en lo que costos de la construcción se refiere. Se crearon 8 zonas que permitirán diferenciar costos de la zona laja bajío a los precios que se manejan por ejemplo en León.

Si bien es un primer paso en la estandarización de conceptos a la hora de contratar construcción, una actividad que aún en pleno siglo de automatización robótica, celulares con mayor inteligencia que cohetes que fueron a la luna, drones que transportan personas, sigue siendo una artesanía en la mayoría de sus opciones. La construcción que va de la mano con la infraestructura que en cualquier escenario de urbanismo es lo mínimo que se piensa para poder materializar que el territorio sea de todos.

@marcosornelasm

marcosornelasm@gmail.com