/ miércoles 21 de julio de 2021

Lo Importante Vs Lo Urgente

No cuadra, la realidad entre lo que vive la mayoría de la sociedad y lo que “presume” la burocracia gobernante. La verdad es que parecieran dos mundos diferentes. Aunque depende de las circunstancias, si de la circunstancia del lado desde donde se observe la realidad, el tema de presupuestos y obras es de nunca acabar. Ya sea por ocio o como una tarea bien definida, comencé a realizar una lluvia de ideas para comprender de manera rápida las necesidades, que desde mi formación y perspectiva, le hacían falta a mi municipio, algunas de ellas, a la región.

La mayor encrucijada es una lista interminable de necesidades versus un presupuesto que cada vez se aprieta más. Incertidumbre, dilemas y hasta pánico resulta de aquellas propuestas que no hace mucho se presentaban en campaña. ¿Y ahora, quién podrá ayudarnos? Ojalá existiera un chapulín colorado que trajera un presupuesto infinito y una visión de ordenamiento territorial sin necesidad de ingresarlo al laboratorio de prueba y error del que cada ciudad tiene que recorrer.

Innovación, claro, la respuesta de cualquier emprendedor de media tabla para arriba, salido de mi alma mater, sin embargo hoy se necesita más, voluntad, negociación, visión y si hasta colmillo. Apenas ojeaba propuestas de análisis costo beneficio para algunas obras de renombre para nuestra zona laja bajío y parecieran un barril sin fondo, por lo menos económicamente hablando. Soñar no cuesta nada, pero la realidad es que las necesidades son muchas y las herramientas para hacerlas, pocas.

Pero dentro de la tormenta, aunque no se vea la calma, a veces hay una moraleja, en esta ocasión lo importante sobre lo urgente, esta semana en reuniones con algún exalcalde de Celaya, un director de planeación y un funcionario de la SICOM, me dejaron ver la imperiosa necesidad de no dejarse llevar, el día a día de la función pública, hace que las olas lleven a uno a un destino que quizá no tenía planeado. Pero, ¿Cómo pelear contra las olas, esas que no dejan espacio para los proyectos de trascendencia? Pues no existe una respuesta única.

La santísima trinidad, Instituto de Planeación, Desarrollo Urbano y Obras Públicas, tienen un reto de gran tamaño, en cada municipio de la región, necesitan coordinarse y trabajar transversalmente. Si desde ahora sabemos que el recurso económico será la gran limitante, es hora de poner las barbas a remojar. Bancas de desarrollo internacional y nacional, asociaciones público privadas, créditos y nuevas formas de tener recurso, son primordiales para el ejercicio público de las siguientes administraciones. Ojalá que aquellos que ya saben sus puestos en el siguiente trienio no lleguen en blanco, que los meses que le restan al ejercicio 2021 se aprovechen al máximo, para convertir al territorio de todos.

No cuadra, la realidad entre lo que vive la mayoría de la sociedad y lo que “presume” la burocracia gobernante. La verdad es que parecieran dos mundos diferentes. Aunque depende de las circunstancias, si de la circunstancia del lado desde donde se observe la realidad, el tema de presupuestos y obras es de nunca acabar. Ya sea por ocio o como una tarea bien definida, comencé a realizar una lluvia de ideas para comprender de manera rápida las necesidades, que desde mi formación y perspectiva, le hacían falta a mi municipio, algunas de ellas, a la región.

La mayor encrucijada es una lista interminable de necesidades versus un presupuesto que cada vez se aprieta más. Incertidumbre, dilemas y hasta pánico resulta de aquellas propuestas que no hace mucho se presentaban en campaña. ¿Y ahora, quién podrá ayudarnos? Ojalá existiera un chapulín colorado que trajera un presupuesto infinito y una visión de ordenamiento territorial sin necesidad de ingresarlo al laboratorio de prueba y error del que cada ciudad tiene que recorrer.

Innovación, claro, la respuesta de cualquier emprendedor de media tabla para arriba, salido de mi alma mater, sin embargo hoy se necesita más, voluntad, negociación, visión y si hasta colmillo. Apenas ojeaba propuestas de análisis costo beneficio para algunas obras de renombre para nuestra zona laja bajío y parecieran un barril sin fondo, por lo menos económicamente hablando. Soñar no cuesta nada, pero la realidad es que las necesidades son muchas y las herramientas para hacerlas, pocas.

Pero dentro de la tormenta, aunque no se vea la calma, a veces hay una moraleja, en esta ocasión lo importante sobre lo urgente, esta semana en reuniones con algún exalcalde de Celaya, un director de planeación y un funcionario de la SICOM, me dejaron ver la imperiosa necesidad de no dejarse llevar, el día a día de la función pública, hace que las olas lleven a uno a un destino que quizá no tenía planeado. Pero, ¿Cómo pelear contra las olas, esas que no dejan espacio para los proyectos de trascendencia? Pues no existe una respuesta única.

La santísima trinidad, Instituto de Planeación, Desarrollo Urbano y Obras Públicas, tienen un reto de gran tamaño, en cada municipio de la región, necesitan coordinarse y trabajar transversalmente. Si desde ahora sabemos que el recurso económico será la gran limitante, es hora de poner las barbas a remojar. Bancas de desarrollo internacional y nacional, asociaciones público privadas, créditos y nuevas formas de tener recurso, son primordiales para el ejercicio público de las siguientes administraciones. Ojalá que aquellos que ya saben sus puestos en el siguiente trienio no lleguen en blanco, que los meses que le restan al ejercicio 2021 se aprovechen al máximo, para convertir al territorio de todos.