/ miércoles 17 de febrero de 2021

López Volador

Dos años y dos cerros después de lo que a inicios de este sexenio se vislumbraba como la peor inversión de dinero público al cancelar el aeropuerto de Texcoco y ahora construirlo en Santa Lucía, hoy da los frutos que esperábamos. Para nadie es extraño imaginar nuestras ciudades del futuro con un aeropuerto, ya sea que se piense en él como un arma de la modernidad o algo que es urgentemente necesario. Pero el surcar por las nubes, está cada vez más cerca, gracias a las gestiones de la construcción del mercado de abastos más grande del país, que López Obrador insiste en llamar aeropuerto internacional.

Nada dice calidad internacional como un aeropuerto de a mentís, si bien ya se celebró con bombo y platillo que ya se tienen listas las pistas del aeropuerto, los vuelos de a mentís, si los vuelos que no llevaban ni un solo pasajero. En vez de tierra de control tiene viene viene, el show de hace unos días, nos mostró un aeropuerto que de no ser por todo el terregal que revuela por el lugar, pudimos habernos perdido que después de todos los incondicionales, a algunos se nos hizo raro que Arturo Saldívar estuviera presente, si el presidente de la Suprema Corte de Justicia, dejen ustedes la separación de poderes, quizá porque es un mensaje para todos aquellos que quieren seguir demandando por medio de las instituciones las necedades del presidente.

“Es el aeropuerto en construcción más importante del mundo, es el más grande, con la tecnología más avanzada y con estándares de calidad de primer orden” No, no son palabras de un primer ministro europeo, ni de algún mandatario estadounidense, tampoco lo fue de algún dictador asiático, es más tampoco son palabras del presidente más guapo que ha visto México Peña Nieto, lo dijo nuestro 3 veces presidente, refiriéndose a la reciente inauguración de la pista del aeropuerto. Es ya que ya ni viendo en realidad.

Ahora que la industria de la construcción la encabeza la defensa nacional, en proyectos ancla como lo es el aeropuerto es difícil esperar a quién se le echará la culpa, sobre el buen o mal diseño, el funcionamiento que aún se empeñan en asegurar que funcionara junto a los otros dos aeropuertos simultáneamente o todos los servicios que conlleva tener un aeropuerto más lejos de lo imaginado.

No queda más que esperar a que tengamos un presidente de verdad, quizá tengamos a alguien que mande más lejos a este aeropuerto que según los capitalinos ya está muy lejos. Porque queda claro que en este sexenio no hay manera de ganarle una a la 4t, porque si no fuera por demás, mientras escribo estas líneas, se avisa un corte de electricidad para 12 estados del país, además del que tuvieron el lunes los estados del norte.

Dos años y dos cerros después de lo que a inicios de este sexenio se vislumbraba como la peor inversión de dinero público al cancelar el aeropuerto de Texcoco y ahora construirlo en Santa Lucía, hoy da los frutos que esperábamos. Para nadie es extraño imaginar nuestras ciudades del futuro con un aeropuerto, ya sea que se piense en él como un arma de la modernidad o algo que es urgentemente necesario. Pero el surcar por las nubes, está cada vez más cerca, gracias a las gestiones de la construcción del mercado de abastos más grande del país, que López Obrador insiste en llamar aeropuerto internacional.

Nada dice calidad internacional como un aeropuerto de a mentís, si bien ya se celebró con bombo y platillo que ya se tienen listas las pistas del aeropuerto, los vuelos de a mentís, si los vuelos que no llevaban ni un solo pasajero. En vez de tierra de control tiene viene viene, el show de hace unos días, nos mostró un aeropuerto que de no ser por todo el terregal que revuela por el lugar, pudimos habernos perdido que después de todos los incondicionales, a algunos se nos hizo raro que Arturo Saldívar estuviera presente, si el presidente de la Suprema Corte de Justicia, dejen ustedes la separación de poderes, quizá porque es un mensaje para todos aquellos que quieren seguir demandando por medio de las instituciones las necedades del presidente.

“Es el aeropuerto en construcción más importante del mundo, es el más grande, con la tecnología más avanzada y con estándares de calidad de primer orden” No, no son palabras de un primer ministro europeo, ni de algún mandatario estadounidense, tampoco lo fue de algún dictador asiático, es más tampoco son palabras del presidente más guapo que ha visto México Peña Nieto, lo dijo nuestro 3 veces presidente, refiriéndose a la reciente inauguración de la pista del aeropuerto. Es ya que ya ni viendo en realidad.

Ahora que la industria de la construcción la encabeza la defensa nacional, en proyectos ancla como lo es el aeropuerto es difícil esperar a quién se le echará la culpa, sobre el buen o mal diseño, el funcionamiento que aún se empeñan en asegurar que funcionara junto a los otros dos aeropuertos simultáneamente o todos los servicios que conlleva tener un aeropuerto más lejos de lo imaginado.

No queda más que esperar a que tengamos un presidente de verdad, quizá tengamos a alguien que mande más lejos a este aeropuerto que según los capitalinos ya está muy lejos. Porque queda claro que en este sexenio no hay manera de ganarle una a la 4t, porque si no fuera por demás, mientras escribo estas líneas, se avisa un corte de electricidad para 12 estados del país, además del que tuvieron el lunes los estados del norte.