/ miércoles 26 de enero de 2022

Los Primeros 100 Días

El primer corte de caja de los gobiernos municipales ha tomado forma ya, hace ya un par de décadas que los gobiernos azules pusieron de moda esta oportunidad de presentarle a la ciudanía un tentempié de lo que será el plato fuerte de su administración. Los famosos 100 días de gobierno son una muestra de lo que podemos esperar de cada servidor público.

En lo general no hay sorpresas, sobre todo con las cabezas. Desde los Apaseos hasta Cortázar y Salvatierra, pasando por Celaya, los presidentes municipales han ocupado el liderazgo de una forma u otra. Aunque la sociedad comienza a ser perceptible en diferentes trabajos de la administración, la obra pública sigue siendo el mayor referente de cualquier administración municipal.

Los que quizá la tenían más fácil fue aquellos municipios que repetían, Cortázar con proyectos de gran calado como la construcción de una Alameda principal con un costo de 65 millones de pesos, seguramente fue prevista desde la administración anterior. Celaya así como Salvatierra, a pesar de que continuaron los mismos partidos la obra pública tuvo cierto freno, ya que no quedó recurso para construir obra, sólo se continuaron con acciones que ya estaban contratadas por las anteriores alcaldesas.

Municipios como los Apaseos y Comonfort tienen una historia diferente, al ser gobiernos que cambiaron diametralmente no sólo en partidos sino en convicciones, el proceso es un tanto más complicado, sin embargo, la gestión y el trabajo del diseño participativo y a la PAR permitirá entregar obras como rehabilitaciones de escuelas y varias calles con pavimentos, esto en el municipio de los apaseenses.

Turno aparte el caso de León, ya que el ejercicio del presupuesto participativo fue un éxito, tanto así que los municipios del estado hoy deberían de voltear a ver el funcionamiento del mismo. Los resultados un tanto polémicos, ya que entre ellos ganó un hospital veterinario, por encima de infraestructura vial y hasta de parques. La justificación, la suficiente, quién en estos días no tiene un compañero de cuatro patas y el acceso a su salud es totalmente privado.

Pero no sólo es cuestión de votar por el presupuesto, a medida que el trabajo de los municipios se nivele, es indispensable que también la ciudadanía pueda participar en el formato de los proyectos, el ejercicio de escuchar, permitirá siempre generar infraestructura pública que en realidad cumpla solventando problemáticas reales y no sólo tengan la visión de un lado del escritorio, recuerden para que el territorio sea de todos, también debe diseñarse y construirse por todos.

El primer corte de caja de los gobiernos municipales ha tomado forma ya, hace ya un par de décadas que los gobiernos azules pusieron de moda esta oportunidad de presentarle a la ciudanía un tentempié de lo que será el plato fuerte de su administración. Los famosos 100 días de gobierno son una muestra de lo que podemos esperar de cada servidor público.

En lo general no hay sorpresas, sobre todo con las cabezas. Desde los Apaseos hasta Cortázar y Salvatierra, pasando por Celaya, los presidentes municipales han ocupado el liderazgo de una forma u otra. Aunque la sociedad comienza a ser perceptible en diferentes trabajos de la administración, la obra pública sigue siendo el mayor referente de cualquier administración municipal.

Los que quizá la tenían más fácil fue aquellos municipios que repetían, Cortázar con proyectos de gran calado como la construcción de una Alameda principal con un costo de 65 millones de pesos, seguramente fue prevista desde la administración anterior. Celaya así como Salvatierra, a pesar de que continuaron los mismos partidos la obra pública tuvo cierto freno, ya que no quedó recurso para construir obra, sólo se continuaron con acciones que ya estaban contratadas por las anteriores alcaldesas.

Municipios como los Apaseos y Comonfort tienen una historia diferente, al ser gobiernos que cambiaron diametralmente no sólo en partidos sino en convicciones, el proceso es un tanto más complicado, sin embargo, la gestión y el trabajo del diseño participativo y a la PAR permitirá entregar obras como rehabilitaciones de escuelas y varias calles con pavimentos, esto en el municipio de los apaseenses.

Turno aparte el caso de León, ya que el ejercicio del presupuesto participativo fue un éxito, tanto así que los municipios del estado hoy deberían de voltear a ver el funcionamiento del mismo. Los resultados un tanto polémicos, ya que entre ellos ganó un hospital veterinario, por encima de infraestructura vial y hasta de parques. La justificación, la suficiente, quién en estos días no tiene un compañero de cuatro patas y el acceso a su salud es totalmente privado.

Pero no sólo es cuestión de votar por el presupuesto, a medida que el trabajo de los municipios se nivele, es indispensable que también la ciudadanía pueda participar en el formato de los proyectos, el ejercicio de escuchar, permitirá siempre generar infraestructura pública que en realidad cumpla solventando problemáticas reales y no sólo tengan la visión de un lado del escritorio, recuerden para que el territorio sea de todos, también debe diseñarse y construirse por todos.