/ lunes 28 de enero de 2019

Marcha de padres

Una marcha más, en la ciudad de México, los padres de los desaparecidos convocan al nuevo gobierno que actúe y cumpla sus compromisos. No saben acaso que ningún gobierno les va a solucionar y después de cuatro años insisten, nadie hace andar muertos solamente en la biblia lo hay, un gobierno de mentiritas que apenas está medio aprendiendo a medio gobernar, se la pasaron cinco meses festejando su ganancia falsa que a base de engaños lograron el voto de iletrados y de una masa sin educación amen de los socialistas de bolsillo, eruditos de los mesa-bancos, maestros de la semi-enseñanza de los paros por su mesada en lugar del compromiso con los niños, madrotas del sueldo sin sudor, gritones de la flojera; a estos se debe el que la magia prometida ¡no llegue!, el que ahora el gran Emir de las reuniones matutinas grite ¡que es un cochinero lo que le dejaron!, demuestra su ignorancia, lo que pasa es que el iluso no sabía a lo que iba a llegar, no conoce nada de la administración de un gran país, solamente se la pasó paseando en el territorio y hablar de oídas, no estudió, nada leyó, sus reuniones fueron para platicar y no de estudio, su fusil era despotricar como sapo en celo, se la ha pasado de barquito su vida y piensa que con eso se va a acabar el huachicol, los robos, no puede bajarle los sueldos, no sabía de amparos ante acciones sin base, ¡eso le pasa por no estudiar! La moraleja ya se sabe.

Una marcha más, en la ciudad de México, los padres de los desaparecidos convocan al nuevo gobierno que actúe y cumpla sus compromisos. No saben acaso que ningún gobierno les va a solucionar y después de cuatro años insisten, nadie hace andar muertos solamente en la biblia lo hay, un gobierno de mentiritas que apenas está medio aprendiendo a medio gobernar, se la pasaron cinco meses festejando su ganancia falsa que a base de engaños lograron el voto de iletrados y de una masa sin educación amen de los socialistas de bolsillo, eruditos de los mesa-bancos, maestros de la semi-enseñanza de los paros por su mesada en lugar del compromiso con los niños, madrotas del sueldo sin sudor, gritones de la flojera; a estos se debe el que la magia prometida ¡no llegue!, el que ahora el gran Emir de las reuniones matutinas grite ¡que es un cochinero lo que le dejaron!, demuestra su ignorancia, lo que pasa es que el iluso no sabía a lo que iba a llegar, no conoce nada de la administración de un gran país, solamente se la pasó paseando en el territorio y hablar de oídas, no estudió, nada leyó, sus reuniones fueron para platicar y no de estudio, su fusil era despotricar como sapo en celo, se la ha pasado de barquito su vida y piensa que con eso se va a acabar el huachicol, los robos, no puede bajarle los sueldos, no sabía de amparos ante acciones sin base, ¡eso le pasa por no estudiar! La moraleja ya se sabe.