/ lunes 28 de septiembre de 2020

¡Más datos alentadores!



Como ya es costumbre, mes a mes les escribo sobre el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) que es publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y que es de vital importancia para quienes seguimos el desempeño económico del país, pues nos ofrece una visión oportuna y completa de la evolución de la actividad económica del país, proporcionando información que será utilizada para poder implementar de una mejor forma estrategias en materia de económica y que a través de ellas se buscará alcanzar un desarrollo sustentable.

Para la elaboración de este indicador se consideran las actividades económicas primarias, secundarias y terciarias. Dentro de las cuales destacan: la actividad ganadera y agricultura; construcción, minería, producción de energía eléctrica, manufactura y; comercio al por mayor y al por menor, respectivamente.

Poco a poco, pero a pasos más grandes que pequeños, la economía de nuestro país se ha ido recuperando. Lo anterior se pudo observar en las cifras del IGAE que publicó el INEGI el pasado fin de semana donde se muestra que para el mes de julio de este año la economía presentó un aumento de 5.7% respecto al mes inmediato anterior, lo que a su vez sumarían dos meses consecutivos con un desempeño alentador después del cierre (prácticamente total) de las actividades en nuestro país. Asimismo, este incremento ha provocado que el IGAE llegue a 101.7 puntos, 10 puntos por debajo del nivel al que se encontraba en enero de este año y al mismo nivel presentado en marzo de 2014.

Este repunte económico fue impulsado por el dinámico desempeño observado en las actividades Primarias cuyo incremento fue de 13.9% respecto al mes de junio de este mismo año. Adicionalmente, utilizando las mismas series desestacionalizadas, el mes de julio fue histórico para las actividades primarias pues éstas llegaron a su nivel más alto del cual se tenga registro desde la publicación del IGAE en 1993. En segundo lugar, las actividades secundarias tuvieron un incremento de 6.9% y, por último, las terciarias de 4.6%, ambas respecto del mes precedente (junio).

Haciendo un desglose por sectores de las actividades secundarias, las industrias manufactureras y la Generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y de gas fueron quienes presentaron el mayor crecimiento 11.0 y 5.5 por ciento, respectivamente. Por último, para el grupo de las actividades terciarias, el sector de alojamiento temporal y de preparación de alimentos (que son básicamente por los flujos turísticos) tuvieron un dinamismo muy importante, siendo este de 22.6%, seguido del comercio al por menor con una variación de 17.6% y, por último, servicios profesionales que presentó un aumento de 9.9%, todos estos respecto al mes inmediato anterior.

Para concluir, las cifras de los últimos meses han mostrado una recuperación muy alentadora, mismas que (si se sigue una tendencia similar) podrán mitigar la tan abrupta caída económica generada por la contingencia del COVID-19, así como por el mal desempeño que se pudo observar durante los meses previos a la pandemia. Los datos de los próximos meses seguirán siendo positivos hasta que la economía llegue a niveles similares a los que se encontraba antes del cierre, sin embargo, conforme vayan pasando los meses el crecimiento irá disminuyendo hasta llegar a presentar cambios marginales.

Adicionalmente, es importante mencionar que con el proceso electoral venidero, los gobiernos de los tres niveles empiezan a aumentar su gasto público (sin fines electoreros) lo que se traduce en mayores transferencias o ingresos para millones de familias, así como el ligero aumento que se podría presentar en obra pública de impacto visual (que al final de cuentas es gasto), factores como éste tendrán un efecto positivo en el desempeño de la economía del país y, de llegar a acuerdos estratégicos entre privados y el gobierno federal, podríamos tener una recuperación en V profunda y poder alcanzar niveles pre-pandemia en un periodo menor al anticipado por las agencias calificadoras y bancos.



Como ya es costumbre, mes a mes les escribo sobre el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) que es publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y que es de vital importancia para quienes seguimos el desempeño económico del país, pues nos ofrece una visión oportuna y completa de la evolución de la actividad económica del país, proporcionando información que será utilizada para poder implementar de una mejor forma estrategias en materia de económica y que a través de ellas se buscará alcanzar un desarrollo sustentable.

Para la elaboración de este indicador se consideran las actividades económicas primarias, secundarias y terciarias. Dentro de las cuales destacan: la actividad ganadera y agricultura; construcción, minería, producción de energía eléctrica, manufactura y; comercio al por mayor y al por menor, respectivamente.

Poco a poco, pero a pasos más grandes que pequeños, la economía de nuestro país se ha ido recuperando. Lo anterior se pudo observar en las cifras del IGAE que publicó el INEGI el pasado fin de semana donde se muestra que para el mes de julio de este año la economía presentó un aumento de 5.7% respecto al mes inmediato anterior, lo que a su vez sumarían dos meses consecutivos con un desempeño alentador después del cierre (prácticamente total) de las actividades en nuestro país. Asimismo, este incremento ha provocado que el IGAE llegue a 101.7 puntos, 10 puntos por debajo del nivel al que se encontraba en enero de este año y al mismo nivel presentado en marzo de 2014.

Este repunte económico fue impulsado por el dinámico desempeño observado en las actividades Primarias cuyo incremento fue de 13.9% respecto al mes de junio de este mismo año. Adicionalmente, utilizando las mismas series desestacionalizadas, el mes de julio fue histórico para las actividades primarias pues éstas llegaron a su nivel más alto del cual se tenga registro desde la publicación del IGAE en 1993. En segundo lugar, las actividades secundarias tuvieron un incremento de 6.9% y, por último, las terciarias de 4.6%, ambas respecto del mes precedente (junio).

Haciendo un desglose por sectores de las actividades secundarias, las industrias manufactureras y la Generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y de gas fueron quienes presentaron el mayor crecimiento 11.0 y 5.5 por ciento, respectivamente. Por último, para el grupo de las actividades terciarias, el sector de alojamiento temporal y de preparación de alimentos (que son básicamente por los flujos turísticos) tuvieron un dinamismo muy importante, siendo este de 22.6%, seguido del comercio al por menor con una variación de 17.6% y, por último, servicios profesionales que presentó un aumento de 9.9%, todos estos respecto al mes inmediato anterior.

Para concluir, las cifras de los últimos meses han mostrado una recuperación muy alentadora, mismas que (si se sigue una tendencia similar) podrán mitigar la tan abrupta caída económica generada por la contingencia del COVID-19, así como por el mal desempeño que se pudo observar durante los meses previos a la pandemia. Los datos de los próximos meses seguirán siendo positivos hasta que la economía llegue a niveles similares a los que se encontraba antes del cierre, sin embargo, conforme vayan pasando los meses el crecimiento irá disminuyendo hasta llegar a presentar cambios marginales.

Adicionalmente, es importante mencionar que con el proceso electoral venidero, los gobiernos de los tres niveles empiezan a aumentar su gasto público (sin fines electoreros) lo que se traduce en mayores transferencias o ingresos para millones de familias, así como el ligero aumento que se podría presentar en obra pública de impacto visual (que al final de cuentas es gasto), factores como éste tendrán un efecto positivo en el desempeño de la economía del país y, de llegar a acuerdos estratégicos entre privados y el gobierno federal, podríamos tener una recuperación en V profunda y poder alcanzar niveles pre-pandemia en un periodo menor al anticipado por las agencias calificadoras y bancos.