/ domingo 9 de febrero de 2020

Me Quede con las Ganas

Qué ganas de unos tamalitos con un champurrado, y el día dos, aunque amanecí con las ganas de degustarlos, no solo porque era día de la Candelaria, sino porque tragona soy, me quedé con las ganas por no haberlos hecho yo y encontrarme en el país del norte, así que si usted no se quedó con las ganas, le aseguro que poco le importó si a quien le tocó el niño en la rosca de Reyes los compró o los hizo en casa, pues el chiste es comerlos, !Ah! Pero sorprendida quedé cuando mi querido amigo Alfonso Nava me envió información sobre su origen, porque como también “mocha” soy, con gusto religioso los comía y sin recato, pues siempre he considerado que el pecado de gula disminuye por ser fiesta religiosa, pero como un cierto porcentaje indígena tengo, desde mis ancestros se mencionaba en la Biblia Maya Quiché que los hombres de NAL (MAÍZ) formaban parte de la Cosmología y en el POPOL VUH, al maíz, lo tomaban como Ciencia y evolución del Universo y como somos hombres de maíz y pueblo “maicero” resulta que los aztecas celebraban con tamales el día 2 de febrero, anunciando la labranza y la preparación de la tierra por el cese de las lluvias y el resurgimiento del Astro Rey, el “Sol”; y para los ignorantes como yo, les platico que hay más de 60 especies de Maíz cuya antigüedad data de más de 6000 años y, por supuesto, es originario de nuestro Continente, su preparación, simple no es, ya que para degustar los deliciosos tamales cocemos primero el grano y hacemos el nixtamal hasta lograr la masa y tras sazonarla al gusto y preparar el relleno, como bebés los envolvemos en sus hojas que podrán ser de maíz o plátano y ahora si, según su gusto y presupuesto, a comer tamales, gourmet, dulces o salados rellenos de cerdo, pollo, camarón o queso convencidos que religiosa o no la fiesta de la Candelaria es una de las preferidas de quienes nos gusta comer y convivir; como el país sigue dando qué hablar con tanto cambio y reformas, prefiero hablar a mi ángel de la esperanza para que se reúna para celebrar las fiestas y, que al parecer, se acabaron los puentes, así que ya dejaremos de ocuparnos de la comedera y la flojera dispuestos a ver cuán amorosos y amables somos, esperando que esté ángel de la Esperanza esté aquí con su legión de ángeles amorosos, guiándonos a buenos y no tanto, para que el país mejore y se mueva más allá de las limitaciones que una vez tuvimos y se repiten cada periodo, sin embargo, debemos aprender que la vida es incierta, tan incierta como las decisiones diarias gubernamentales, por lo que debemos aprovechar la felicidad cuando se presenta y si no se presenta crearla con nuestra actitud y actuar, recordar que la libertad de expresión aunque en ocasiones cuesta y en este mi país está costando caro, consiste en decir la verdad aunque suene a nuestra, a pesar que haya quienes no quieran escuchar porque no desean oír la verdad de otros y de quienes viven en el día con día, aprender que si somos felices, aceptamos opiniones, compartimos y toleramos el cambio y las sugerencias de quienes vox populi hablan y claman con temor, reconociendo a los infelices que en general son egoístas, injustos llegando a la crueldad siendo incapaces de comprender a otros, por eso importa aprender a ser, ya que son los hechos los que nos definen y no las palabras, con esto dicho, no opto ni por el mal ni el peor, opto por la vida y el amor, por el bien y el bien hacer, por ir y venir entre el uno y el otro, por hacerme mejor en la medida en que vivo mejor o a pesar de no vivir en el lugar que desearía fuese mi país, espero vivir más y a medida que viva, ser mejor vividor esperando que el amor y la paz verdadera iluminen mi camino y el de mis hermanos para no vivir de puntitas imaginando que no hacemos ruido, pretendiendo que el miedo y el abandono no se apoderan de mí, ni de mi terruño, pues los hechos que obligan a definirse son los que cuentan y como pretendo escribir con cierta sensatez aunque solo sea viernes, buscando la profundidad que como dijo Germán Dehesa no está al alcance de los humanos, me conformo con que usted mi estimado lector me mande sus comentarios en angeldesofia@yahoo.com.mx deseándole una hermosa semana a pesar que me quede con las ganas.

Qué ganas de unos tamalitos con un champurrado, y el día dos, aunque amanecí con las ganas de degustarlos, no solo porque era día de la Candelaria, sino porque tragona soy, me quedé con las ganas por no haberlos hecho yo y encontrarme en el país del norte, así que si usted no se quedó con las ganas, le aseguro que poco le importó si a quien le tocó el niño en la rosca de Reyes los compró o los hizo en casa, pues el chiste es comerlos, !Ah! Pero sorprendida quedé cuando mi querido amigo Alfonso Nava me envió información sobre su origen, porque como también “mocha” soy, con gusto religioso los comía y sin recato, pues siempre he considerado que el pecado de gula disminuye por ser fiesta religiosa, pero como un cierto porcentaje indígena tengo, desde mis ancestros se mencionaba en la Biblia Maya Quiché que los hombres de NAL (MAÍZ) formaban parte de la Cosmología y en el POPOL VUH, al maíz, lo tomaban como Ciencia y evolución del Universo y como somos hombres de maíz y pueblo “maicero” resulta que los aztecas celebraban con tamales el día 2 de febrero, anunciando la labranza y la preparación de la tierra por el cese de las lluvias y el resurgimiento del Astro Rey, el “Sol”; y para los ignorantes como yo, les platico que hay más de 60 especies de Maíz cuya antigüedad data de más de 6000 años y, por supuesto, es originario de nuestro Continente, su preparación, simple no es, ya que para degustar los deliciosos tamales cocemos primero el grano y hacemos el nixtamal hasta lograr la masa y tras sazonarla al gusto y preparar el relleno, como bebés los envolvemos en sus hojas que podrán ser de maíz o plátano y ahora si, según su gusto y presupuesto, a comer tamales, gourmet, dulces o salados rellenos de cerdo, pollo, camarón o queso convencidos que religiosa o no la fiesta de la Candelaria es una de las preferidas de quienes nos gusta comer y convivir; como el país sigue dando qué hablar con tanto cambio y reformas, prefiero hablar a mi ángel de la esperanza para que se reúna para celebrar las fiestas y, que al parecer, se acabaron los puentes, así que ya dejaremos de ocuparnos de la comedera y la flojera dispuestos a ver cuán amorosos y amables somos, esperando que esté ángel de la Esperanza esté aquí con su legión de ángeles amorosos, guiándonos a buenos y no tanto, para que el país mejore y se mueva más allá de las limitaciones que una vez tuvimos y se repiten cada periodo, sin embargo, debemos aprender que la vida es incierta, tan incierta como las decisiones diarias gubernamentales, por lo que debemos aprovechar la felicidad cuando se presenta y si no se presenta crearla con nuestra actitud y actuar, recordar que la libertad de expresión aunque en ocasiones cuesta y en este mi país está costando caro, consiste en decir la verdad aunque suene a nuestra, a pesar que haya quienes no quieran escuchar porque no desean oír la verdad de otros y de quienes viven en el día con día, aprender que si somos felices, aceptamos opiniones, compartimos y toleramos el cambio y las sugerencias de quienes vox populi hablan y claman con temor, reconociendo a los infelices que en general son egoístas, injustos llegando a la crueldad siendo incapaces de comprender a otros, por eso importa aprender a ser, ya que son los hechos los que nos definen y no las palabras, con esto dicho, no opto ni por el mal ni el peor, opto por la vida y el amor, por el bien y el bien hacer, por ir y venir entre el uno y el otro, por hacerme mejor en la medida en que vivo mejor o a pesar de no vivir en el lugar que desearía fuese mi país, espero vivir más y a medida que viva, ser mejor vividor esperando que el amor y la paz verdadera iluminen mi camino y el de mis hermanos para no vivir de puntitas imaginando que no hacemos ruido, pretendiendo que el miedo y el abandono no se apoderan de mí, ni de mi terruño, pues los hechos que obligan a definirse son los que cuentan y como pretendo escribir con cierta sensatez aunque solo sea viernes, buscando la profundidad que como dijo Germán Dehesa no está al alcance de los humanos, me conformo con que usted mi estimado lector me mande sus comentarios en angeldesofia@yahoo.com.mx deseándole una hermosa semana a pesar que me quede con las ganas.

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