“La demagogia es la peor de las mentiras, porque es un mentira mentirosa”. Tim Maia
Es difícil decir con exactitud la situación de la salud en México debido a la información del gobierno poco creíble. Sirva de ejemplo que la OMS estima en 626 mil muertes ligadas a la pandemia de la Covid-19 contra la cifra oficial al 13 del presente de 324,565.
La larga espera de los pacientes para cumplir una cita con el médico o para una cirugía electiva en los hospitales públicos es una muestra de la incapacidad por falta de inversión en unidades médicas de segundo y tercer nivel: Hospitales Generales y de Alta Especialidad y en personal, en esencia en el recurso humano cuyo centro es el médico a pesar que hay miles de colegas con magnífica preparación académica y práctica en espera de oportunidad de trabajo en una institución pública.
Si bien México no tiene el número de médicos que recomienda la OMS, echando una mirada a los números, tenemos 2.4 médicos por mil habitantes, los Estados Unidos 2.6 con servicios de excelencia de dominio privado de elevado costo. Dinamarca con avances de vanguardia de cobertura social y nacional tiene 4.9. Admirable país que al inicio de su mandato el presidente López O. utilizó para prometer la misma calidad de atención médica.
Traer médicos de Cuba es una medida impropia y traicionera, mientras en nuestro maltratado país hay gran número de médicos calificados en Medicina General y de Especialidad que no tienen cabida en el IMSS, ISSSTE o la SSa. Sitios en donde hace falta incorporarlos para hacer expedita y más eficiente la atención en particular a los pobres que no pueden acudir a hospitales privados. Bajo estas consideraciones es ilógico importar 500 médicos cubanos con la falsa premisa que es por “falta de médicos”. Sumamos que los caribeños vienen a un costo cuatro veces mayor que si se emplearan a los mal pagados connacionales, que además, no superan la calidad profesional de los nuestros a quienes se les está arrebatando el derecho al trabajo.
En comunicación personal con un colega de Venezuela que labora en un Centro de Salud de ese país, me platicó situación semejante en la nación sudamericana, son médicos de atención primaria equivalente a lo que realizan nuestros pasantes de medicina en comunidades rurales.
Bajo esa pantalla, el objetivo de los cubanos es adoctrinar en la ideológica socialista y promover al (des)gobierno como lo han hecho en Venezuela.
Siendo miembro del Consejo Consultivo de Salud del Estado, el Subsecretario, médico con maestría en Salud Pública espoleó mi trabajo en el Hospital General de esta ciudad diciendo: una enfermera que vacuna casa por casa salva más vidas que usted como cirujano. Respondí: a los famosos cirujanos Michael Debakey (Houston) Floyd D. Loop (Cleveland) o Norman E. Shumway (Stanford CA) pioneros de la cirugía de corazón abierto en activo (años 80) se les mueren más pacientes que a mí. Quiero decir con esto que el éxito de la salud de Cuba no es la alta Especialidad médica, es por la medicina de primer nivel en donde aquí tenemos enorme número de médicos generales que desean un lugar en esa área en institución pública.
Traer médicos avasallados al gobierno de Cuba es una afrenta a la comunidad médica de México y una traición al país. Es un despropósito con objetivos políticos insanos.
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