/ domingo 3 de febrero de 2019

Memes

Comunicamos lo que sentimos, lo que somos y estamos viviendo en cada momento

Xavier Guix


El descubrimiento de restos semejantes a la raza humana de hoy ha sido inquietud invariable de los antropólogos y los paleontólogos. Dilucidar el pasado de la vida a través de los fósiles es trabajo apasionante. Sin dejar en tener en cuenta la característica humana de ser un ente religioso, además de social y político, siempre está presente en nuestro haber y parecer el origen de la vida y del ser humano.

En 2015 la revista Science nos ilustró del hallazgo de una mandíbula hallada dos años antes en la región de Afar Etiopía que situó al género “Homo” de hace 2.8 millones de años. Descubrimientos anteriores al que presentó la prestigiada publicación, han descrito a seres homínidos predecesores del “Homo sapiens”. Otra publicación de la revista Nature en 2017 confirmó que, hasta el momento, los hallazgos más antiguos de los restos del “Homo sapiens” son los del yacimiento arqueológico de Yebel Irhoud a 150 Km. de Marrakech (Marruecos) que datan de entre 300 y 350 mil años.

Esto supone que también es el inicio de la comunicación por el lenguaje y las primeras figuras que estructurarían los escritos de la expresión gráfica, sin embargo, se admite que antes de los primeros signos de escritura hubo comunicación con imágenes representativas de los objetos que rodearon al hombre, ahí están las pinturas rupestres encontrados en diferentes lugares del planeta.

Miles de años han pasado desde que el hombre primitivo dibujó o grabó en las cavernas lo que veía en su alrededor. Aunque sea someramente, es excitante echarle un vistazo a la evolución de la comunicación, desde los bosquejos de la prehistoria que con el tiempo evolucionaron a expresiones artísticas de los hombres y mujeres con la facultad de eximir el lenguaje oral y escrito para comunicar una idea. Fueron muchas etapas con componentes de la época, de la cultura y de la estructura sociocultural del momento. Destaco, por la influencia formativa hasta nuestros días, el Renacimiento italiano que rompió con la tradición artística de la Edad Media a la que calificó, pienso que discriminatoriamente, como un estilo de bárbaros que más tarde recibiría el título de gótico.

Otra etapa interesante coincide con otras expresiones de arte como la música docta. Después de la etapa del romanticismo musical ubicado en el siglo XIX surgen estilos que se alejan de estructuras tradicionales. La pintura como la música sufren (¿sufren?) cambios no solo estructurales, asimismo de carácter del pensamiento de lo que se desea comunicar por esos medios. Etapa influenciada por el rigor del avance tecnológico que los despega de normas y formalismos del arte clásico y romántico de los siglos XVIII y XIX.

Los más representativos del expresionismo, Claude Monet, Pierre-Auguste Renoir, Edgar Degas, Edouard Manet y Paul Cézanne expresan en sus lienzos los sentimientos y las emociones más que la reproducción fiel de la figura. No podemos prescindir de mencionar el cubismo de Pablo Picasso, donde no se necesitan palabras para mostrar un pensamiento a través de una pintura.

Tampoco pasamos por alto los grandes muralistas mexicanos. Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco, Chávez Morado, el “decorador” de la Biblioteca de C.U. Juan O’Gorman y otros que forjaron sus ideas y mensajes sin necesitad de las letras y signos gramaticales.

La tecnología de la comunicación ha creado nueva etapa que no se necesita estar dotado del talento de los grandes pintores para crear y combinar imágenes para notificar ideas. Me refiero a los llamados “memes”.

Richard Dawkins debe estar sorprendido como el término “meme” que acuñó en su libro “El Gen Egoísta” en que expone la tesis de que en el genoma humano poseemos dos tipos de procesadores informativos diferentes. Ahora la palabra meme es de uso popular, especialmente para ridiculizar hechos o personajes religiosos, deportistas y los más notorios, los actores de la política.

Antes de los memes, la caricatura periodística (que ahora le dicen como los gringos, “cartoons”) era el único medio gráfico de trasmitir pareceres y críticas con imágenes chuscas. En mi larga vida me tocó admirar al “chango” Cabral; a “la ranita” Freyre; a Abel Quesada, a Naranjo, a Rius y tantos que con dibujos de buen humor ilustraron la política mexicana hasta llegar los geniales de hoy como Paco Calderón y otros.

Recuerdo la abundancia de críticas en caricaturas, desde Cárdenas hasta Peña Nieto. Empero, el que se las lleva de todas, todas, es el presidente López Obrador. Si bien que, por la cercanía e influencia de nuestros vecinos del norte, el mendaz Donald Trump va al parejo con AMLO, que, además de tener algo en común en su encargo político, uno tiene el nombre de un pato (el pato Donald) y el otro dice “me canso ganso”.

No cabe duda, ya lo dijo dijo Paulo Coelho: “existe un lenguaje que va más allá de las palabras”.



Comunicamos lo que sentimos, lo que somos y estamos viviendo en cada momento

Xavier Guix


El descubrimiento de restos semejantes a la raza humana de hoy ha sido inquietud invariable de los antropólogos y los paleontólogos. Dilucidar el pasado de la vida a través de los fósiles es trabajo apasionante. Sin dejar en tener en cuenta la característica humana de ser un ente religioso, además de social y político, siempre está presente en nuestro haber y parecer el origen de la vida y del ser humano.

En 2015 la revista Science nos ilustró del hallazgo de una mandíbula hallada dos años antes en la región de Afar Etiopía que situó al género “Homo” de hace 2.8 millones de años. Descubrimientos anteriores al que presentó la prestigiada publicación, han descrito a seres homínidos predecesores del “Homo sapiens”. Otra publicación de la revista Nature en 2017 confirmó que, hasta el momento, los hallazgos más antiguos de los restos del “Homo sapiens” son los del yacimiento arqueológico de Yebel Irhoud a 150 Km. de Marrakech (Marruecos) que datan de entre 300 y 350 mil años.

Esto supone que también es el inicio de la comunicación por el lenguaje y las primeras figuras que estructurarían los escritos de la expresión gráfica, sin embargo, se admite que antes de los primeros signos de escritura hubo comunicación con imágenes representativas de los objetos que rodearon al hombre, ahí están las pinturas rupestres encontrados en diferentes lugares del planeta.

Miles de años han pasado desde que el hombre primitivo dibujó o grabó en las cavernas lo que veía en su alrededor. Aunque sea someramente, es excitante echarle un vistazo a la evolución de la comunicación, desde los bosquejos de la prehistoria que con el tiempo evolucionaron a expresiones artísticas de los hombres y mujeres con la facultad de eximir el lenguaje oral y escrito para comunicar una idea. Fueron muchas etapas con componentes de la época, de la cultura y de la estructura sociocultural del momento. Destaco, por la influencia formativa hasta nuestros días, el Renacimiento italiano que rompió con la tradición artística de la Edad Media a la que calificó, pienso que discriminatoriamente, como un estilo de bárbaros que más tarde recibiría el título de gótico.

Otra etapa interesante coincide con otras expresiones de arte como la música docta. Después de la etapa del romanticismo musical ubicado en el siglo XIX surgen estilos que se alejan de estructuras tradicionales. La pintura como la música sufren (¿sufren?) cambios no solo estructurales, asimismo de carácter del pensamiento de lo que se desea comunicar por esos medios. Etapa influenciada por el rigor del avance tecnológico que los despega de normas y formalismos del arte clásico y romántico de los siglos XVIII y XIX.

Los más representativos del expresionismo, Claude Monet, Pierre-Auguste Renoir, Edgar Degas, Edouard Manet y Paul Cézanne expresan en sus lienzos los sentimientos y las emociones más que la reproducción fiel de la figura. No podemos prescindir de mencionar el cubismo de Pablo Picasso, donde no se necesitan palabras para mostrar un pensamiento a través de una pintura.

Tampoco pasamos por alto los grandes muralistas mexicanos. Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco, Chávez Morado, el “decorador” de la Biblioteca de C.U. Juan O’Gorman y otros que forjaron sus ideas y mensajes sin necesitad de las letras y signos gramaticales.

La tecnología de la comunicación ha creado nueva etapa que no se necesita estar dotado del talento de los grandes pintores para crear y combinar imágenes para notificar ideas. Me refiero a los llamados “memes”.

Richard Dawkins debe estar sorprendido como el término “meme” que acuñó en su libro “El Gen Egoísta” en que expone la tesis de que en el genoma humano poseemos dos tipos de procesadores informativos diferentes. Ahora la palabra meme es de uso popular, especialmente para ridiculizar hechos o personajes religiosos, deportistas y los más notorios, los actores de la política.

Antes de los memes, la caricatura periodística (que ahora le dicen como los gringos, “cartoons”) era el único medio gráfico de trasmitir pareceres y críticas con imágenes chuscas. En mi larga vida me tocó admirar al “chango” Cabral; a “la ranita” Freyre; a Abel Quesada, a Naranjo, a Rius y tantos que con dibujos de buen humor ilustraron la política mexicana hasta llegar los geniales de hoy como Paco Calderón y otros.

Recuerdo la abundancia de críticas en caricaturas, desde Cárdenas hasta Peña Nieto. Empero, el que se las lleva de todas, todas, es el presidente López Obrador. Si bien que, por la cercanía e influencia de nuestros vecinos del norte, el mendaz Donald Trump va al parejo con AMLO, que, además de tener algo en común en su encargo político, uno tiene el nombre de un pato (el pato Donald) y el otro dice “me canso ganso”.

No cabe duda, ya lo dijo dijo Paulo Coelho: “existe un lenguaje que va más allá de las palabras”.