/ martes 9 de junio de 2020

Movimientos senatoriales


La semana pasada, estando el Congreso de la Unión en receso y sesionando, por tanto, la Comisión Permanente del mismo, se registraron algunos movimientos senatoriales; se iniciará el último año de sesiones de esta LXVI Legislatura, así como el proceso electoral (federal y local, en Guanajuato) 2020-2021, con los cambios señalados.

Las modificaciones senatoriales a que hago alusión, alteran la configuración de las fuerzas políticas al interior de la Cámara Alta: desaparecieron los grupos parlamentarios del Partido de la Revolución Democrática y del Partido Encuentro Social, por incumplir el requisito cualitativo de contar, al menos, con cinco legisladores; además, una senadora que obtuvo su escaño sin ideología partidista, pero representando al Movimiento de Regeneración Nacional, que hace un par de meses se volvió independiente, ahora pertenece al grupo parlamentario del Partido Acción Nacional. Me refiero a la sonorense Lilly Téllez.

El Movimiento de Regeneración Nacional es autodefinido por algunos de sus representantes más expuestos en cámaras, micrófonos o redes sociales, como una revolución sin violencia, cuyos alcances son tan amplios y reformas tan profundas, que tendrían efectos comparables con la Independencia, la Reforma o la Revolución, por tanto, también lo denominan la Cuarta Transformación, con una oferta electoral simple lanzada en el proceso electoral 2017-2018: regenerar la vida pública mexicana, erradicando la corrupción y los excesos, bajo las siguientes directrices conductuales: no mentir, no robar y no traicionar al pueblo, poniéndolo como prioridad, por el bien de todos.

Es ese contexto, con esas premisas y con un movimiento social tan amplio, lo político y, más aún, lo programático y el ejercicio gubernamental, parecían pasar a un segundo plano, pues se aglutinaban en torno a su núcleo personas de cualquier parte del espectro político (de izquierda, centro, derecha, ricos, pobres, católicos, protestantes, librepensadores, etc.) sin reservarse el derecho de admisión.

El objetivo se cumplió, pues del Movimiento surgió con una amplísima ventaja el titular del Poder Ejecutivo federal, así como la mayoría congresual, tanto la Cámara de Diputados, como de senadores; sin embargo, en la medida en que se toman decisiones para la república, se visualizan con mayor brillo y nitidez las convicciones políticas de los individuos. A guisa de ejemplo, la propia Téllez, quien contrario al grupo parlamentario al que pertenecía, se pronunció en contra de la interrupción legal del embarazo y mostró su molestia al encontrar en su escaño un pañuelo verde, símbolo de la postura a favor, contraria a la de Téllez.

Pragmatismo puro. Dice una verdad de Perogrullo que las alianzas duran hasta que se acaban. Con los movimientos senatoriales que he mencionado, las cosas en Morena y en el PAN siguen más o menos igual, pues si bien es cierto, Téllez les representará un voto más para su causa en la Cámara Alta, también lo es, que otros senadores se incorporaron al grupo de Morena. El gran perdedor, estimo, es el PRD, quien ha quedado muy reducido y cuya cabeza más visible en el Senado es el Dr. Miguel Ángel Mancera, quien obtuvo su curul sin pertenecer a ese instituto político.

Atentos, pues. El proceso electoral federal -si es que el nuevo coronavirus no dice otra cosa- empezará en breve, al igual que el primer período de sesiones del tercer año del ejercicio constitucional de la LXIV Legislatura. Pudieran registrarse más cambios.

germanrodriguez32@hotmail.com


La semana pasada, estando el Congreso de la Unión en receso y sesionando, por tanto, la Comisión Permanente del mismo, se registraron algunos movimientos senatoriales; se iniciará el último año de sesiones de esta LXVI Legislatura, así como el proceso electoral (federal y local, en Guanajuato) 2020-2021, con los cambios señalados.

Las modificaciones senatoriales a que hago alusión, alteran la configuración de las fuerzas políticas al interior de la Cámara Alta: desaparecieron los grupos parlamentarios del Partido de la Revolución Democrática y del Partido Encuentro Social, por incumplir el requisito cualitativo de contar, al menos, con cinco legisladores; además, una senadora que obtuvo su escaño sin ideología partidista, pero representando al Movimiento de Regeneración Nacional, que hace un par de meses se volvió independiente, ahora pertenece al grupo parlamentario del Partido Acción Nacional. Me refiero a la sonorense Lilly Téllez.

El Movimiento de Regeneración Nacional es autodefinido por algunos de sus representantes más expuestos en cámaras, micrófonos o redes sociales, como una revolución sin violencia, cuyos alcances son tan amplios y reformas tan profundas, que tendrían efectos comparables con la Independencia, la Reforma o la Revolución, por tanto, también lo denominan la Cuarta Transformación, con una oferta electoral simple lanzada en el proceso electoral 2017-2018: regenerar la vida pública mexicana, erradicando la corrupción y los excesos, bajo las siguientes directrices conductuales: no mentir, no robar y no traicionar al pueblo, poniéndolo como prioridad, por el bien de todos.

Es ese contexto, con esas premisas y con un movimiento social tan amplio, lo político y, más aún, lo programático y el ejercicio gubernamental, parecían pasar a un segundo plano, pues se aglutinaban en torno a su núcleo personas de cualquier parte del espectro político (de izquierda, centro, derecha, ricos, pobres, católicos, protestantes, librepensadores, etc.) sin reservarse el derecho de admisión.

El objetivo se cumplió, pues del Movimiento surgió con una amplísima ventaja el titular del Poder Ejecutivo federal, así como la mayoría congresual, tanto la Cámara de Diputados, como de senadores; sin embargo, en la medida en que se toman decisiones para la república, se visualizan con mayor brillo y nitidez las convicciones políticas de los individuos. A guisa de ejemplo, la propia Téllez, quien contrario al grupo parlamentario al que pertenecía, se pronunció en contra de la interrupción legal del embarazo y mostró su molestia al encontrar en su escaño un pañuelo verde, símbolo de la postura a favor, contraria a la de Téllez.

Pragmatismo puro. Dice una verdad de Perogrullo que las alianzas duran hasta que se acaban. Con los movimientos senatoriales que he mencionado, las cosas en Morena y en el PAN siguen más o menos igual, pues si bien es cierto, Téllez les representará un voto más para su causa en la Cámara Alta, también lo es, que otros senadores se incorporaron al grupo de Morena. El gran perdedor, estimo, es el PRD, quien ha quedado muy reducido y cuya cabeza más visible en el Senado es el Dr. Miguel Ángel Mancera, quien obtuvo su curul sin pertenecer a ese instituto político.

Atentos, pues. El proceso electoral federal -si es que el nuevo coronavirus no dice otra cosa- empezará en breve, al igual que el primer período de sesiones del tercer año del ejercicio constitucional de la LXIV Legislatura. Pudieran registrarse más cambios.

germanrodriguez32@hotmail.com