“Llueve sobre mojado”
Tinta, ira, espacios radiales y televisivos, crítica mal y bien intencionada, decepción y triunfo para unos y otros se sigue desbocando después de la renuncia del Secretario de Hacienda de nuestro México lindo y querido. Unos y otros se alinearán con la teoría de las causas y razones que les vayan más “a modo”.
Parafraseando al mismo renunciante Carlos Urzúa, “con base en la evidencia”, independientemente de los motivos personales, profesionales, políticos, académicos, de presión o desilusión, por la ya fallida “4T”, por la renovada “mafia del poder”, por lo que sea, el artífice de facto de la “austeridad republicana” que arrojara quizás los logros más importantes del gobierno obradorista en la ciudad de México y que fuese carta de presentación para legitimarlo como eterno candidato presidencial, el poeta matemático una vez más ya no forma parte del equipo del presidente.
El que tenga oídos que oiga, el que tenga ojos que lea, el que tenga razonamiento que discierna las claras palabras de la breve, concisa y bien estructurada carta del académico que le dio sanidad a las finanzas de la ciudad de Mexico y fue artífice de la obra pública “maestra” de AMLO: el segundo piso del periférico.
Pese al populismo izquierdista de nuestro presidente, los inversionistas nacionales e internacionales confiaban en el buen sabor de boca que había dejado la prudencia fiscal durante la administración de Obrador en la ciudad de México. Todos sabemos que Carlos Urzúa fue el responsable de la misma, y después de tres años de estructurar su “austeridad republicana” renunció para dejar las riendas a un Gustavo Ponce Méndez, quien manchara al gobierno capitalino por aquel infame video en que se le ve apostando exorbitantes cantidades de dinero -que no pudo justificar y “pagó” con cárcel- en Las Vegas.
Encima de tooooodo lo demás, la renuncia clara de, quizás, el brazo más fuerte que no significaba populismo ni promesas de campaña, sino bases “en la evidencia” ya no está con AMLO. Cantaban Fito Páez y Joaquín Sabina… “todos los sábados son martes y trece, llueve sobre mojado” … Y sí…
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