El domingo pasado, hice alguna referencia a la mercadotecnia política y su estrategia para posicionar a un Partido o Candidato (La marca). Y sin temor al error, por ser un hecho notorio y público, tenemos en el rejuego político actual, a un Partido, antes todopoderoso: El PRI, que muchos daban o dan por “casi muerto”, pero sí, según datos del INE, con 46% menos de partidarios oficiales. Tal vez resulta ocioso señalar que tiene toda clase de “herramientas y recursos”, no sólo en el cajón de su propia historia, sino, a la mano.
Si bien, todo parecía indicar que el arribo de Xóchitl, la dama de los coloridos y estilizados huipiles, al escenario de la pugna por la candidatura a la Silla Mayor, era una fresca sorpresa; pocos esperaban que de pronto, subiera al mismo escenario, otra dama casualmente de similar estilo, aunque de muy afilado “colmillo político”, de amplia experiencia y, ciertamente, incluso, hasta cierto punto “víctima” del sistema y de la hegemonía o patriarcado, no sólo del PRI. ¿Alguien pone en duda la trayectoria de la competidora de Xóchitl? Simplemente, tiene más recursos en lo que se trata del ejercicio político. Aunque, su talón débil, es su procedencia partidista y aclaro, no tanto por ella en lo personal, pero sí, por la prosapia de largo aliento, y sobre todo, de una deteriorada imagen, exagerada o no, del mal sabor que dejaron algunos, en otro tiempo, encumbrados priístas. Cuya resoca, es decir, lo que queda del “último corte”, es la viva presencia de su líder cobijado y teledirigido desde Palacio.
Sin embargo, más allá de “simpatías con el diablo”, debajo de la mesa está un proceso y, más peligroso, su procedimiento. Me refiero a la manera de elegir a quien vaya a competir por la Silla Grande. Basta imaginar que, por un lado la encuesta abierta, ya dio un más-menos, y presumen un “empate técnico” entre las damas competidoras; pero la jornada interna del 03 de septiembre próximo, se pondrá difícil, precisamente por la falta de recursos materiales y que, hasta el momento, no hay definidos los puntos en que los correligionarios de los tres “alegres compadres” (PAN-PRI-PRD), salgan a votar. Y en ese punto, el PRI, se sabe de seguro, tiene todavía el recurso humano, las estrategias (mañas para los incrédulos en la democracia partidista), más que el PAN, y mucho más que el PRD. En ese punto, que puede ser de quiebre, peligra Xóchitl, y YSQ, está seguro de que con Alito, puede defenestrar, a la incipiente señora X, en tales lides. Ya sin usar tanto la diatriba mañanera, lo que también es parte de la simulación.
Por lo que no es imposible, que terminemos como siempre: “En el ya merito”. Y vaya, no es sólo culpa de la indolencia cívica, ni nada más de los abstencionistas (El otro PAN). Es, por el sistema político que dejamos correr. Hay mucho en juego, para que “los dueños de México”, se expongan a una candidata sin precedentes, y para colmo del género femenino, peor aún, con antecedentes de ascendencia discriminada, exitosa empresaria y que ya la tildan deshonesta.
La señora Paredes Rangel, no renunciará como Creel Miranda, sin perjuicio de sus abismales diferencias de fondo. Tomará el riesgo, está preparada y formada para esa batalla, por inútil que resulte. No bastan sus años de experiencia, sí, pesa la disciplina que tiene y es allí, donde Alito tiene ventaja, y es allí, donde YSQ, se valdrá, -intentar al menos- para que no sea Xóchitl, por más que a la mera hora, no resulte tan peligrosa para la 4T, como nos quieren convencer, será. Esto nos lleva a otra especulación: Ambas suspirantes, tienen semejanzas, no sólo en sus raíces, ni vestimenta, sino en cuanto a una visión social, o como luego se dice, sensibilidad. Por lo que en gran paradoja (¿O será “plan con maña”?), son más cercanas a las ideas progresistas de izquierda moderada, que muchos que se dicen Morenistas, entre esos los reciclados disque conversos del PAN y del PRI. Pero, al final, la contienda dividirá, otro punto al que le apuesta el viejo lobo, con cuero de oveja, que dice amar a los pobres, pero que vive mejor que cualquier milloneta.
LA CONDICIÓN SINE QUA NON: Podemos desear que México sea diferente, al actual. Soñar, incluso, que ya somos más demócratas que antes. Lo que nos falla es la percepción simple, el PRI (Alito, para más señas) no está “muerto”, anda de parranda con YSQ. Falta saber, si los que dicen en voz alta, apoyar a Xóchitl, emplearan bien su tiempo en ir a la “casilla” –donde la pongan- el día 03 del próximo mes. Incluso, sí los priístas se atreven a dar el brinco a las “instrucciones” de su líder, debajo de la mesa, por supuesto, y votar por la que no es de su Partido, pero que se la puede partir a los de enfrente. Es un riesgo no muy calculado, lo sé, pero si no hay riesgo, la ciudadanía no podrá ganar y poner en su lugar al remedo de autócrata, que anda siempre distraído en otros afanes, o hasta “llorando” al mártir de Chile, mientras aquí, que se jodan. Esos son los hechos, es lo que hay. Cuídense mucho y razonen su voto el 03 de septiembre, y sí, importa que sean priístas, para reponer un tanto, esa famosa y lejana democracia. Un pequeño paso, cuenta para llegar al destino propuesto.