/ miércoles 14 de julio de 2021

No Sólo Obras, También Construir Ciudadanía

Hace días conversaba con unos amigos de diferentes puntos del mundo, pero en una introducción era interesante como las personas se empiezan a identificar más con una ciudad que con el país o el estado donde viven. Las ciudades comienzan a tomar parte importante no sólo en la cívica de sus habitantes sino todo un respaldo cultural, del cual pueden o no, sentirse orgullosos. Las ciudades o los municipios en nuestra legislación es un ente básico para comprender la infraestructura que le ofrecen a sus habitantes.

Entre los muchos retos que se presentan para las actuales y próximas administraciones es lo económico. Para muestra apenas el día de ayer, el gobernador anuncio nuevos recortes para el gabinete del estado de Guanajuato, en específico existiría una fusión entre SICOM e INIFEG, el primero con un renovado nombre, enfoques más millenials y algunas novedades en su función y el segundo que ha sido un referente nacional en la infraestructura educativa. Si bien se aplaude siempre una reingeniería de la obesa burocracia, es un buen ejemplo de que los recursos no fluyen como antes.

No es un secreto que entre los estados más golpeados por la 4t y la repartición de recursos es el heroico estado de Guanajuato, ese que en su mayoría no votó por el rey chiquito que despacha desde un palacio. Si bien el estado ha tenido que hacer circo, maroma y teatro para conseguir los recursos a los que tiene acostumbrado sus habitantes del bajío, este segundo tramo del sexenio se ve cada vez más difícil.

Camarón que se duerme se lo lleva la corriente, existirán muchos municipios que no sólo dejaran en ceros las arcas municipales, sino que además dejaran deuda para las próximas administraciones, lo cual deja un panorama de sequía en obras por lo menos. No solo lo que resta del 2021 sino hasta que lleguen los recursos que es por ahí de marzo del 2022. Pero no todo es catastrófico es urgente que las administraciones electas, por lo menos aquellas que quieran hacer por sus municipios, entablen comunicación con las áreas que pueden ejercer presupuesto destinado a obras, no sólo es SICOM, también cuenta con dinero SEDESHU en materia de servicios básicos, con CODE en materia deportiva, SECTUR para el mejoramiento de la imagen urbana y hasta con SDAYR para los caminos rurales. Aquellos más aventados siempre tienen la banca de desarrollo, nacional o internacional, para obras de gran calado y de mejor impacto.

Mejorar la vida de la gente por medio de la infraestructura no es tan fácil como parece, no sólo es un tema técnico, es necesario una gestión con diferentes entes de todos los niveles. Trabajar de manera permanente con otras direcciones como catastro para tener certeza jurídica de la tierra, tesorería para revisar fondos y presupuestos, institutos de planeación y desarrollo urbano para darle un cauce con orden y desarrollo social para tener un sentido de comunidad, además de trabajar con la sociedad organizada, iniciativa privada y la academia, sólo así generaremos el territorio de todos.

Hace días conversaba con unos amigos de diferentes puntos del mundo, pero en una introducción era interesante como las personas se empiezan a identificar más con una ciudad que con el país o el estado donde viven. Las ciudades comienzan a tomar parte importante no sólo en la cívica de sus habitantes sino todo un respaldo cultural, del cual pueden o no, sentirse orgullosos. Las ciudades o los municipios en nuestra legislación es un ente básico para comprender la infraestructura que le ofrecen a sus habitantes.

Entre los muchos retos que se presentan para las actuales y próximas administraciones es lo económico. Para muestra apenas el día de ayer, el gobernador anuncio nuevos recortes para el gabinete del estado de Guanajuato, en específico existiría una fusión entre SICOM e INIFEG, el primero con un renovado nombre, enfoques más millenials y algunas novedades en su función y el segundo que ha sido un referente nacional en la infraestructura educativa. Si bien se aplaude siempre una reingeniería de la obesa burocracia, es un buen ejemplo de que los recursos no fluyen como antes.

No es un secreto que entre los estados más golpeados por la 4t y la repartición de recursos es el heroico estado de Guanajuato, ese que en su mayoría no votó por el rey chiquito que despacha desde un palacio. Si bien el estado ha tenido que hacer circo, maroma y teatro para conseguir los recursos a los que tiene acostumbrado sus habitantes del bajío, este segundo tramo del sexenio se ve cada vez más difícil.

Camarón que se duerme se lo lleva la corriente, existirán muchos municipios que no sólo dejaran en ceros las arcas municipales, sino que además dejaran deuda para las próximas administraciones, lo cual deja un panorama de sequía en obras por lo menos. No solo lo que resta del 2021 sino hasta que lleguen los recursos que es por ahí de marzo del 2022. Pero no todo es catastrófico es urgente que las administraciones electas, por lo menos aquellas que quieran hacer por sus municipios, entablen comunicación con las áreas que pueden ejercer presupuesto destinado a obras, no sólo es SICOM, también cuenta con dinero SEDESHU en materia de servicios básicos, con CODE en materia deportiva, SECTUR para el mejoramiento de la imagen urbana y hasta con SDAYR para los caminos rurales. Aquellos más aventados siempre tienen la banca de desarrollo, nacional o internacional, para obras de gran calado y de mejor impacto.

Mejorar la vida de la gente por medio de la infraestructura no es tan fácil como parece, no sólo es un tema técnico, es necesario una gestión con diferentes entes de todos los niveles. Trabajar de manera permanente con otras direcciones como catastro para tener certeza jurídica de la tierra, tesorería para revisar fondos y presupuestos, institutos de planeación y desarrollo urbano para darle un cauce con orden y desarrollo social para tener un sentido de comunidad, además de trabajar con la sociedad organizada, iniciativa privada y la academia, sólo así generaremos el territorio de todos.