Desde luego, hay diversas opiniones y posturas, respecto al tema de moda: Las encuestas y sus resultados finales, en relación a la selección de los “no candidatos”, que, al último, quedaron del género femenino, en lo que hay hasta ahora, y parece marcar esa tendencia.
¿Tiene alguna importancia? Si vemos el proceso, en el “Frente”, por una parte y esa es una realidad, fue trunco. Lo que también, desató especulaciones y condenas de desaseo procedimental. Sin embargo, sin candidez, pero con cierta razonabilidad, fue el resultado pragmático de una especie de suerte anunciada: La señora “X”, debía ser apuntalada, simplemente, por haber despertado interés y preferencia en un sinnúmero de ciudadanos, más que, de los partidarios de esa alianza –con fines electorales, por ahora- que puede despuntar en un gobierno plural, desde la óptica optimista y democrática. Por supuesto, sin menosprecio de la otra competidora, priísta, la señora Beatriz. No se debe soslayar, la explosión política, supuestamente derivada de un desdén de YSQ, ha generado: Una ola conductual o psicológica en los ánimos de la ciudadanía –sin poder precisar sus alcances, todavía-. El fondo, sigue siendo el mismo, antes, durante y por supuesto, después del arribo del todavía, inquilino gratuito de Palacio, es decir, en el ánimo ciudadano: La esperanza de cristalizar un mejor camino, para todos los mexicanos. Y ya saben que difiero en los efectos de esa “esperanza”, sobre todo, por su alta dosis de falacia, muy apuntalada con demagogia, incluso, de grado criminal.
En lo que respecta, al proceso interno Morenista, ha sido público y notorio, que todo estaba dispuesto para su resultado, con o sin pataleo de Marcelino “sin pan y vino”, que puede ser otra argucia con fines de "partir" más, el ambiente político, para favorecer a la "nueva detentadora de la verdad popular y que blandirá, su bastón." Las demás comparsas callaron, bien impuestos y sabedores anticipadamente, del resultado, incluso, el “rebelde sin causa” por ahora y todavía, con el PT. Es claro, ya tienen, según ellos creen, asegurada la ubre presupuestal, con todo y la tan mentada, como falsa, austeridad republicana, que lo que no tienen, son escrúpulos. En fin. Un verdadero “juego de abalorios de vil vidrio”.
¿Qué podemos esperar de la contienda que se aproxima? Todo y nada. Y no se trata de un juego simplón de palabras. No hay todavía, las candidaturas con su constancia requerida, por más obvio, su adelanto engañoso, ni empiezan oficialmente, las precampañas –otra simulación y gasto sin sentido práctico- aunque ya la señora “X”, ha lanzado un reto a la señora “C”, para un debate, y en ello es que ya la acusan de simplismo y falta de seriedad. Esto, visto así, le falta camino por recorrer al “proceso”. Por ahora, los reflectores mediáticos, se han centrado en Marcelino, por su inconformidad tardía, bueno, al menos que hizo pública. Luego, como dijo, éste último, “cada día, se parecen más al (viejo) PRI”. Refiriéndose a MORENA y, por supuesto, se sobreentiende que hablo del dueño de tal franquicia color magenta. Lo que igual, no es ninguna novedad. Y lo más emblemático, hasta ahora, el “dedazo, que tampoco existe.”
LA CONDICIÓN SINE QUA NON: Lo único en que no hay duda, es que nos falta madurez política, en particular, a los Partidos Políticos, del más añejo, al más nuevo. Y por añadidura, a los actores políticos, cuyo nivel, es por desgracia de escolapios traviesos y voluntariosos. ¿Son en realidad, un reflejo de lo que somos, los ciudadanos? (De los dos géneros, aunque en el RFE-INE, ya consideran a los llamados “no binarios”). Por lo que, se desperdició, una vez más, la oportunidad de ascender en la escala democrática. Por lo que, si no hay que esperar nada, -dirían los escépticos abstencionistas, que difícilmente despertarán- seguirá igual o peor; y también, se puede esperar apelando a la famosa esperanza ciudadana, fuera de la falacia y la demagogia, que, se dé un vuelco y, por fin, se siente en la Silla del Águila, un Presidente con las polainas a la medida, que requiere México. No badulaques, con “bastón de mando”. Sin importar género binario, o no binario, que al final, se irán imponiendo en el medio político. Es lo que hay. Cuídense.