/ martes 19 de mayo de 2020

Prensa Útil

Un régimen democrático requiere una prensa libre, pluralista e independiente. Puede discutirse si estos componentes son, efectivamente, actualizados y analizar caso por caso; sin embargo, son los elementos que refiere la Asamblea General de las Naciones Unidas, organismo internacional que, en 1993, proclamó el 3 de mayo como Día Mundial de la Libertad de Prensa. La fecha recuerda la instauración de la Declaración de Windhoek sobre libertad de ejercicio del periodismo.

La semana pasada, en este contexto de la Libertad de Prensa, corrió la noticia de que el Instituto Mexicano del Seguro Social, delegación Hidalgo, devolvió unos ventiladores comprados a una persona moral que tiene por socio a León Manuel Bartlett Álvarez, hijo del Director General de la Comisión Federal de Electricidad, toda vez que se incumplieron las especificaciones contratadas. La devolución se dio antes de que el IMSS pagara los bienes, por supuesto, recursos obtenidos de las contribuciones, tanto de impuestos como de aportaciones de seguridad social.

La noticia de la adquisición fue producto de una investigación, de un reportaje a cargo de Laura Sánchez Ley y Raúl Olmos; y publicado por Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad, organización de la sociedad civil patrocinada por una persona que, a decir del Presidente de México, es contraria al proyecto de la 4T.

Con independencia de la persona que descubrió la irregularidad (del mensajero), debe analizarse la información contenida en la denuncia periodística (mensaje), a sabiendas de que las organizaciones de la sociedad civil, así como algunos medios informativos y periodistas tienen sus agendas e intereses.

El relatado, sin duda, constituye otro caso de éxito y de utilidad del periodismo de investigación, demuestra la simbiosis necesaria de la investigación con la divulgación, con el ánimo de tener efectos positivos en la sociedad; muestra la utilidad de la libertad de expresión en su vertiente de prensa, cuando ésta se ejerce con responsabilidad, con seriedad y basada en investigación.

El asunto de los ventiladores ya se encuentra en análisis en algunos escritorios de la Secretaría de la Función Pública. Veremos si el evento trascenderá a la responsabilidad individual o se limitará a la gestión financiera y penalidades pecuniarias a la persona moral, dejando de lado a las personas físicas.

Por lo pronto, en el terreno de la moralidad pública -que el Presidente de México pretende establecer como uno más de los parámetros de actuación del ser humano en su entorno social- y en el de la opinión pública, la empresa contratista ya perdió.

Valoremos la prensa útil, la investigación, el material divulgado y califiquemos su objetividad; la posición desde donde se escribe, los intereses, agendas y pretensiones, es decir, la subjetividad del emisor del mensaje, si bien es cierto, resultan importantes, no menos cierto es, que en el caso comentado, pasan a segundo término.

germanrodriguez32@hotmail.com

Un régimen democrático requiere una prensa libre, pluralista e independiente. Puede discutirse si estos componentes son, efectivamente, actualizados y analizar caso por caso; sin embargo, son los elementos que refiere la Asamblea General de las Naciones Unidas, organismo internacional que, en 1993, proclamó el 3 de mayo como Día Mundial de la Libertad de Prensa. La fecha recuerda la instauración de la Declaración de Windhoek sobre libertad de ejercicio del periodismo.

La semana pasada, en este contexto de la Libertad de Prensa, corrió la noticia de que el Instituto Mexicano del Seguro Social, delegación Hidalgo, devolvió unos ventiladores comprados a una persona moral que tiene por socio a León Manuel Bartlett Álvarez, hijo del Director General de la Comisión Federal de Electricidad, toda vez que se incumplieron las especificaciones contratadas. La devolución se dio antes de que el IMSS pagara los bienes, por supuesto, recursos obtenidos de las contribuciones, tanto de impuestos como de aportaciones de seguridad social.

La noticia de la adquisición fue producto de una investigación, de un reportaje a cargo de Laura Sánchez Ley y Raúl Olmos; y publicado por Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad, organización de la sociedad civil patrocinada por una persona que, a decir del Presidente de México, es contraria al proyecto de la 4T.

Con independencia de la persona que descubrió la irregularidad (del mensajero), debe analizarse la información contenida en la denuncia periodística (mensaje), a sabiendas de que las organizaciones de la sociedad civil, así como algunos medios informativos y periodistas tienen sus agendas e intereses.

El relatado, sin duda, constituye otro caso de éxito y de utilidad del periodismo de investigación, demuestra la simbiosis necesaria de la investigación con la divulgación, con el ánimo de tener efectos positivos en la sociedad; muestra la utilidad de la libertad de expresión en su vertiente de prensa, cuando ésta se ejerce con responsabilidad, con seriedad y basada en investigación.

El asunto de los ventiladores ya se encuentra en análisis en algunos escritorios de la Secretaría de la Función Pública. Veremos si el evento trascenderá a la responsabilidad individual o se limitará a la gestión financiera y penalidades pecuniarias a la persona moral, dejando de lado a las personas físicas.

Por lo pronto, en el terreno de la moralidad pública -que el Presidente de México pretende establecer como uno más de los parámetros de actuación del ser humano en su entorno social- y en el de la opinión pública, la empresa contratista ya perdió.

Valoremos la prensa útil, la investigación, el material divulgado y califiquemos su objetividad; la posición desde donde se escribe, los intereses, agendas y pretensiones, es decir, la subjetividad del emisor del mensaje, si bien es cierto, resultan importantes, no menos cierto es, que en el caso comentado, pasan a segundo término.

germanrodriguez32@hotmail.com