/ domingo 27 de marzo de 2022

Primavera De Los Apalaches

“La música es el lenguaje universal de la humanidad” Henry Wadsworth Longfellow.

Dejando lágrimas en las islas británicas, después de su llegada al noreste del continente americano muchas familias emprendieron accidentados viajes por los traicioneros caminos de la vasta tierra de América del Norte en busca de mejor calidad de vida.

Unos discriminados, otros perseguidos, unos más con espíritu conquistador desafiaron el clima, cruzar ríos y montañas en pos de la tierra de promesas. Obtener terreno en propiedad, labrar la tierra, criar ganado. A la aventura se unieron artesanos, carpinteros, herreros, médicos, barberos y otros expertos En el largo y agreste derrotero hacia el oeste enfrentaron a las tribus nativas que por derecho propio defendían su territorio de los invasores. Víctimas de enfermedades y de las flechas de los Apaches, Semínolas, Cherokees, Dakotas y Sioux por mencionar algunos, los pioneros avanzaron sembrando cruces sobre fosas cavadas para enterrar a sus muertos. Una joven pareja se unió a pequeña caravana en viaje de menor travesía al suroeste de la Nueva Inglaterra llevando consigo lo mínimo para subsistir: una biblia, herramienta de trabajo y la carreta colmada de esperanzas para formar una familia, un hogar donde crecer, madurar y envejecer con dignidad. Asentados en la falda oriente de la cadena montañosa que se extiende desde Terranova hasta Alabama, levantaron su casa con maderas de los hermosos montes en que del otro lado estaban las aldeas de los Apalaches, esfera de la cultura del histórico Fuerte Walton.

En 1944 en el retumbo de la segunda guerra mundial, esos recuerdos sirvieron de germen de inspiración de un proyecto de danza conocido como Ballet contemporáneo. El ballet Primavera de los Apalaches debutó argumentado en la vida cotidiana del grupo de pioneros en cuyo centro de la historia está la joven pareja que inicia su vida familiar.

Primavera de los Apalaches, con música de ballet de Aaron Copland, obra del período América Pastoral, se teje alrededor de los recién casados que disfrutan su amor al tiempo que edifican su casa y cultivan la tierra. Historia repleta de escenas bíblicas y otras de un día de campo muy al estilo del siglo pasado norteamericano.

Aaron Copland, compositor estadounidense de origen judío fue el primero en sorprenderse de la gran acogida que tuvo la música del ballet, de tal manera que lo que iba a ser música para pequeña orquesta, danza y coreografía de la primera bailarina Martha Graham que acuñó la frase “La danza es el lenguaje oculto del alma”, Copland la reescribió para gran orquesta como la escuchamos ahora sin dejar de ser muestra de la vida sencilla de los pioneros, dando por resultado un estilo que la crítica califica como típico norteamericano.

Primavera, un nuevo despertar de la naturaleza en los bosques, fauna, flora y arroyos de los Montes Apalaches a diferencia del grupo escultórico en mármol a la par llamado “Despertar de la naturaleza” del italiano Juan de Pari en el jardín botánico de Palermo en la isla de Sicilia que representa el sueño interrumpido de dos niñas. Obra de arte de notable belleza.

Es de notar que Aaron Copland amó a México después de sus visitas a su amigo creador del INBA y de la Orquesta Sinfónica de México, el maestro y compositor Carlos Chávez considerado como el cimentador de la vida musical de nuestro país.

flokay33@gmail.com.

“La música es el lenguaje universal de la humanidad” Henry Wadsworth Longfellow.

Dejando lágrimas en las islas británicas, después de su llegada al noreste del continente americano muchas familias emprendieron accidentados viajes por los traicioneros caminos de la vasta tierra de América del Norte en busca de mejor calidad de vida.

Unos discriminados, otros perseguidos, unos más con espíritu conquistador desafiaron el clima, cruzar ríos y montañas en pos de la tierra de promesas. Obtener terreno en propiedad, labrar la tierra, criar ganado. A la aventura se unieron artesanos, carpinteros, herreros, médicos, barberos y otros expertos En el largo y agreste derrotero hacia el oeste enfrentaron a las tribus nativas que por derecho propio defendían su territorio de los invasores. Víctimas de enfermedades y de las flechas de los Apaches, Semínolas, Cherokees, Dakotas y Sioux por mencionar algunos, los pioneros avanzaron sembrando cruces sobre fosas cavadas para enterrar a sus muertos. Una joven pareja se unió a pequeña caravana en viaje de menor travesía al suroeste de la Nueva Inglaterra llevando consigo lo mínimo para subsistir: una biblia, herramienta de trabajo y la carreta colmada de esperanzas para formar una familia, un hogar donde crecer, madurar y envejecer con dignidad. Asentados en la falda oriente de la cadena montañosa que se extiende desde Terranova hasta Alabama, levantaron su casa con maderas de los hermosos montes en que del otro lado estaban las aldeas de los Apalaches, esfera de la cultura del histórico Fuerte Walton.

En 1944 en el retumbo de la segunda guerra mundial, esos recuerdos sirvieron de germen de inspiración de un proyecto de danza conocido como Ballet contemporáneo. El ballet Primavera de los Apalaches debutó argumentado en la vida cotidiana del grupo de pioneros en cuyo centro de la historia está la joven pareja que inicia su vida familiar.

Primavera de los Apalaches, con música de ballet de Aaron Copland, obra del período América Pastoral, se teje alrededor de los recién casados que disfrutan su amor al tiempo que edifican su casa y cultivan la tierra. Historia repleta de escenas bíblicas y otras de un día de campo muy al estilo del siglo pasado norteamericano.

Aaron Copland, compositor estadounidense de origen judío fue el primero en sorprenderse de la gran acogida que tuvo la música del ballet, de tal manera que lo que iba a ser música para pequeña orquesta, danza y coreografía de la primera bailarina Martha Graham que acuñó la frase “La danza es el lenguaje oculto del alma”, Copland la reescribió para gran orquesta como la escuchamos ahora sin dejar de ser muestra de la vida sencilla de los pioneros, dando por resultado un estilo que la crítica califica como típico norteamericano.

Primavera, un nuevo despertar de la naturaleza en los bosques, fauna, flora y arroyos de los Montes Apalaches a diferencia del grupo escultórico en mármol a la par llamado “Despertar de la naturaleza” del italiano Juan de Pari en el jardín botánico de Palermo en la isla de Sicilia que representa el sueño interrumpido de dos niñas. Obra de arte de notable belleza.

Es de notar que Aaron Copland amó a México después de sus visitas a su amigo creador del INBA y de la Orquesta Sinfónica de México, el maestro y compositor Carlos Chávez considerado como el cimentador de la vida musical de nuestro país.

flokay33@gmail.com.